lunes, 17 de septiembre de 2012

EL PECADO DEL HOMBRE.

¿Qué dice la Biblia acerca del chisme?” Así como la leña aviva el fuego, el chisme aviva la pelea. El hogar donde hay chisme es un hogar donde habrá peleas. La iglesia donde hay chisme es una iglesia donde habrá peleas. La oficina donde hay chisme es una oficina donde habrá peleas. En esto del chisme, es como en la casa del jabonero: El que no cae resbala. Una de las características de la vida auténticamente cristiana es evitar el chisme. La palabra hebrea traducida como “chismoso” en el Antiguo Testamento es definida como alguien que revela secretos que suceden a su alrededor como un chismoso o traficante de chismorreos. En el libro de Romanos, Pablo revela la naturaleza pecaminosa y la anarquía de la raza humana, declarando cómo Dios derramó Su ira sobre aquellos que rechazaron Sus leyes. Por haberse alejado de la instrucción y la guía de Dios, Él los entregó a sus mentes reprobadas. “…llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” (Romanos 1:29b-32). Podemos apreciar en este pasaje, que tan serio es el pecado del chisme y que caracteriza a aquellos que están bajo la ira de Dios. “El que anda en chismes descubre el secreto. No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.” (Proverbios 20:19). ¿Qué dice la Biblia de las malas palabras, es pecado pensarlas? Bueno, se ha dicho que no hay buenas ni malas palabras, el contexto cultural, o dónde vivimos es que las hacen buenas o malas. ¿Qué dice la Biblia? Escrito está: "Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan" (Efesios 5:29) La blasfemia:;( pecado nefasto) él solo es capaz de echar a perder la fe y las buenas costumbres de una casa o de una entera familia. Con los insultos que salen de su boca y que brotan de su corazón malvado, enlodaza la conciencia de los niños y de los jóvenes que lo escuchan, y que después se sienten justificados a repetir lo que oyen. No piense, ni siquiera diga palabras consideradas obscenas, y sucias, evite chistes vulgares y cuentos ociosos. Edifique con su vida, anime, aconseje, ayude con sus palabras. La blasfemia se opone directamente al segundo mandamiento. Consiste en proferir contra Dios -interior o exteriormente- palabras de odio, de reproche, de desafío; en decir mal de Dios, faltarle al respeto, en las conversaciones, usar mal el nombre de Dios. Santiago reprueba a "los que blasfeman el hermoso Nombre (de Jesús) que ha sido invocado sobre ellos" (St 2,7). La Mentira:Hablar la verdad es cuestión de un principio básico para el cristiano y no de los intereses mesquinos. Dios, el Soberano del Universo, escucha cada pensamiento que surge en nuestras mentes y oye que palabra que decimos. Por tanto, aunque posiblemente yo pueda mentir sin que nadie me lo descubra, no obstante, Dios lo sabrá siempre. ...Una mentira repetida mil veces, puede parecer una verdad, sin embargo, en su esencia, siempre será una mentira... La Mentira: la verdad es cuestión de un principio básico para el cristiano y no de los intereses mesquinos. Dios, el Soberano del Universo, escucha cada pensamiento que surge en nuestras mentes y oye que palabra que decimos. Por tanto, aunque posiblemente yo pueda mentir sin que nadie me lo descubra, no obstante, Dios lo sabrá siempre. ¿Cómo podemos mentir? Bueno, podemos ser deshonestos o por nuestras palabras o por nuestras acciones. Pablo escribió en Tito 1:16: «profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.» Los escribas y los fariseos en Mateo 23:13-20 mintieron por acción al devorar las casas de las viudas y como pretexto hacer largas oraciones. ¿Es un pecado maldecir o jurar? Para determinar si maldecir es o no un pecado, necesitamos, en primera instancia, discutir lo que es pecado y definir seguidamente lo que es maldecir o jurar.Maldecir es nuestra forma de describir palabras que son, en la mayoría de los casos, cultural o socialmente inaceptables. Las Escrituras tienen mucho que decir de la forma cómo los cristianos tienen que usar su propia lengua. Jesús, específicamente enseñó que lo que habla la boca es lo que sale del corazón: Lucas 6:45: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Efesios 4:29: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”Santiago 3:8-12 nos da tres ilustraciones tomadas de la naturaleza para demostrar la pecaminosidad de la maldición: “pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. 1ª Pedro 3:10, dice: “Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;” Calumnia: La es mentir sobre el carácter de una persona. Quien ha calumniado debe retractarse y hacer reparación del daño hecho, en cuanto sea posible. La lengua es un arma poderosa. La calumnia usa ese poder para hacer gran daño. Desacreditar a alguien divulgando algo contra su buena opinión y fama. El difamador utiliza tanto información verdadera como falsa. Si es falsa es calumnia. Pero aunque sea verdad lo que dice el difamador comete pecado porque le quita a una persona su derecho del buen nombre. No confundir la difamación con la justa denuncia de un mal con el fin de defender al inocente del agresor. Hay que examinar la intención y la finalidad. “Por la lengua cae el hombre. Que no te llamen calumniador, porque al ladrón le llega la deshonra, pero la condena será aún más severa para el hombre de doble lengua”. (Sab.5:11-14) La detracción( pecado contra la justicia) Aunque la detracción es considerada comúnmente como pecado contra la caridad, porque la socava en la raíz, esencialmente y teológicamente es pecado directo contra la justicia. En efecto, la fama es uno de los bienes del alma que integran el patrimonio espiritual del hombre, y que constituye con el honor, lo más valioso de la dignidad de la persona humana. La fama equivale al buen nombre o reputación de una persona y al aprecio y común estimación de su excelencia. Toda persona tiene derecho natural a la fama ordinaria, derecho absoluto a la fama verdadera y relativo a la fama estimada, mientras no sea públicamente difamada. La fama es uno de los bienes del espíritu más nobles, el más precioso Por este motivo, léese en Eclo 41,15: Conserva con cuidado la buena reputación, porque será para ti un bien más estable que mil tesoros grandes y preciosos. Por tanto, la detracción, de suyo, es pecado grave. El pecado de adulterio: Se comete cuando un hombre y una mujer, de los cuales, al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque sea ocasional Adulterio: infidelidad de corazón El adulterio es ya una falta grave desde el momento mismo en que se desee deliberadamente. Ya hay adulterio cuando hay infidelidad de corazón: cuando se pone a alguien por encima del propio consorte. Tal es el sentido de las palabras de Nuestro Señor: Quien mira a una mujer con deseos deshonestos, ya ha cometido adulterio en su corazón Como pecado externo es uno de esos crímenes enormes que ya entre los judíos y los paganos era castigado con la pena de muerte.Las personas casadas deben ser de una prudencia extrema en este punto, y cerrar cuidadosamente la puerta de su corazón al menor síntoma de un afecto desordenado naciente hacia tercera persona. Los antiguos amores de la juventud, los actuales amigos de la familia, los subordinados, los superiores, los compañeros de trabajo, pueden constituir un verdadero peligro para la virtud de los esposos. La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción y a lo largo de todas sus etapas hasta su fin natural. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida. Con la ayuda, de Dios no permitamos que el crimen abominable del aborto, que asesina una vida inocente que tiene tanto derecho como nosotros a vivir, Los más pequeños miembros concebidos no nacidos, dependen de nosotros, de nuestra acción valiente y decidida a favor de ellos, de que seamos su voz y su defensa.

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