jueves, 20 de septiembre de 2012

Cuando vayamos a la Casa de DIOS.

¿Cuál debe ser mi actitud cuando llego a mi iglesia? ¿Cuál debe ser mi disposición frente a la palabra que se predica? El apóstol Pablo decía en referencia a Satanás que “no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11).Una de estas maquinaciones, tiene que ver con la distracción, los obstáculos y los argumentos que se levantan, cuando llegamos a la iglesia. Creo que llegar al templo no es suficiente; pues si la experiencia del culto no despertó fe en mi corazón o no provocó cambios sustanciales, entonces fue lo mismo que nada. Que importante es entender que nuestra actitud será determinante para recibir la palabra que Dios hablará a nuestras vidas. Tantas cosas pueden pasar durante el día y aun llegando a la misma celebracion, que pueden afectarnos de una manera negativa. Y así causando un impacto en nuestro ánimo y por ende en nuestra disposición por recibir el mensaje. Un problema en el trabajo, una situación familiar, un asunto pendiente, un malentendido con alguien en la iglesia, serán suficientes para desenfocárnos. Para dividir nuestra atención que debe estar enteramente centrada, en la palabra que se esta predicando. Por eso, cuando vayas a la iglesia, recuerda que el mensaje tiene un solo destino y ese eres tu. Tu eres la persona a quien Dios se va a dirigir. Tu eres quien inspira a Dios a traer una palabra cargada de poder. Procura llegar con una buena actitud, quizás contagies a otros que lo necesitan. Gózate y alégrate, por que has llegado a la casa de tu Padre. Solo allí encontrarás abundancia de pan, para alimentarte y edificarte. Y si has perdido la emoción de llegar a tu iglesia, pídele a Dios que te ayude a recuperarla, pues los beneficios están esperando. Quizás para el próximo celebracion eucaristica puedas decir como el rey David : “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Yave iremos”.(Salmos 122)

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