domingo, 25 de mayo de 2014

ES INMORTAL EL ALMA.

El alma es también inmortal porque es espiritual.
Lo espiritual no tiene partes como la materia. La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios -no es “producida” por los padres-, y que es inmortal: no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.
A pesar de que la doctrina de la inmortalidad del alma está claramente revelada en las Escrituras, existen sectas y denominaciones protestantes (testigos de Jehová, adventistas, etc.) que apegándose a una interpretación errada de la Biblia se obstinan en rechazarla.
Por lo tanto lo que es espiritual no puede morir, ni por descomposición y corrupción de sus partes (que no tiene por ser espiritual), ni por corrupción del cuerpo (del que no necesita para existir)
La Iglesia afirma la supervivencia y la subsistencia del alma después de la muerte de un elemento espiritual que está dotado de conciencia y de voluntad, de manera que subsiste el mismo yo humano
Además, Dios nos ha dado a todos los hombres un ansia tal de felicidad que exige la inmortalidad
Felicidad que se acaba, no es verdadera felicidad: si a un ciego le devolvieran la vista sólo por un día, y si a un prisionero le pusieran en libertad sólo una hora, ni el ciego ni el prisionero serán felices sólo con esto.
Les atormentaría el pensamiento de que pronto se les acabaría esa felicidad.
La felicidad, para que sea completa, debe serlo para siempre.
Como dice Aristóteles, todos los hombres queremos ser felices y en el grado máximo.
Sin embargo, en este mundo nadie es totalmente feliz.
Todos tenemos nuestras penas.
En unos serán dificultades materiales.
En otros, enfermedades.
En otros, disgustos morales.
Pero todos tenemos en la vida nubes que nos oscurecen ese sol de la felicidad que tanto ansiamos.
Es que nuestra alma está hecha para el cielo, y sólo allí encontrará esa felicidad infinita y eterna que la sacie por completo
Si Dios ha puesto en el alma humana esta tendencia irresistible de felicidad, es porque está dispuesto a darnos los medios de poder satisfacerla Lo contrario iría contra su Sabiduría y su Bondad. Es así que la felicidad que apetecemos exige la inmortalidad, y nuestro cuerpo es mortal, luego nuestra alma tiene que ser inmortal.
El Concilio Vaticano II dice: «El afirmar la espiritualidad e inmortalidad del alma no es un espejismo ilusorio, sino una profunda realidad»
La Sagrada Congregación de la Fe, el 17 de mayo de 1979, publicó un documento sobre cuestiones de escatología en cuyo nº 3 se dice: «La Iglesia afirma la continuación tras la muerte de un elemento espiritual del Yo que carece, durante este tiempo, del complemento corporal»
La inmortalidad del alma es dogma de fe
Los Testigos de Jehová niegan la inmortalidad del alma porque la palabra del Génesis néphesh significa principio vital común a los animales y a los hombres
Pero en el salmo 49,16 se dice que Dios librará al néphesh del justo del sheol . «La palabra néphesh que había significado hálito vital, vida, toma así el significado de alma, núcleo personal del justo, que Dios toma consigo cuando el justo muere»
La distinción entre alma y cuerpo no aparece hasta Daniel, en el siglo II antes de Cristo
Después, en el Libro de la Sabiduría ya aparece clara la idea de inmortalidad: «Dios creó al hombre para la inmortalidad»
El cuerpo se muere y desaparece.
Lo que permanece es el alma
Por eso Saúl habla con el espíritu de Samuel, que ya había muerto
Dijo Jesucristo: «No temáis a los que solamente pueden matar el cuerpo; temed más bien al que puede perder el alma en el infierno». «Quien cree en Mí, aunque muera vivirá; quien cree en Mí, no morirá jamás»
Con estas palabras Jesús confirma el pensamiento que tenían los judíos de que el alma seguiría viva después de la muerte
Últimamente ha circulado una teoría de que la separación alma-cuerpo era un dualismo de origen platónico, y que por lo tanto el hombre resucita en el momento de la muerte.
Eso de que la resurrección es inmediatamente después de la muerte, es una doctrina rechazada por la mayor parte de los teólogos católicos, e incluso por los protestantes
Cristo habla de que el hombre sigue vivo más allá de la muerte: la parábola de Lázaro y el rico Epulón habla de la realidad del infierno después de la muerte; y al buen ladrón le promete el paraíso después de la muerte
Antes había dicho: «Si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamientos». «Los impíos irán al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna». «Alegraos y regocijaos, porque es grande vuestra recompensa en el cielo»
El Evangelio dice que el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, no es Dios de muertos sino de vivos Luego si Abrahán, Isaac y Jacob están vivos es porque su alma es inmortal.
También San Pablo dice que en esta vida conocemos a Dios imperfectamente, pero que en la gloria lo veremos cara a cara; y añade: deseo morir y estar con Cristo lo cual es muchísimo mejor. «Es indescriptible la felicidad del cielo»
Es decir, está claro que seguiremos vivos más allá de la muerte. El dogma de la inmortalidad del alma no tiene nada que ver con la hipótesis de la reencarnación, propia del hinduismo y del budismo, que es inaceptable para un católico
En el Evangelio Jesús nos avisa de que en el mundo hay ladrones que vienen a robar
Encontraréis estos ladrones que intentan engañaros.
»Os dirán que el sentido de la vida está en el mayor número de placeres posibles. Intentarán convenceros de que este mundo es el único que existe, y que debéis atrapar todo lo que podáis ahora.
Habrá quien os diga que vuestra felicidad está en acumular dinero y disfrutar de la vida. Nada de esto es verdadero.
»Nada de esto proporciona la auténtica felicidad de la vida. La auténtica felicidad de la vida no se encuentra en las cosas materiales.
»La auténtica vida se encuentra en Dios. Y vosotros descubriréis a Dios en la persona de Jesucristo.
»Amadle y servidle ahora para que pueda ser vuestra la plenitud de la vida eterna»
Tenemos alma inmortal. Nos guste o no nos guste.
Esto es una verdad indudable.
Y además, dogma de fe. Y el que no lo crea, se va a enterar, porque se va a morir. Negar que tenemos alma es como el que niega que tiene hígado porque no lo ve o no lo siente.
Somos como somos, independientemente de cómo quisiéramos ser.
Dentro de mil millones de años estaremos todavía vivos: felices en el cielo, o sufriendo en el infierno; pero vivos.
Y vivos para siempre.
Y para siempre felices, o para siempre sufriendo.
Y esta felicidad o este tormento, depende de los años de vida en este mundo. Una persona consecuente aprovecha esta vida para hacer todo el bien posible. En la hora de la muerte nos arrepentiremos no sólo del mal que hayamos hecho, sino también del bien que pudimos hacer y tontamente no hicimos.
No debemos hacer las cosas porque nos gustan, sino porque nos conviene para el bien del alma y del cuerpo; y para bien de los demás.
Por otra parte, ante la afirmación de Cristo-Dios, de que el hombre sigue vivo más allá de la muerte, es lógico y prudente tener esto en cuenta.
Si voy por la carretera y me encuentro un letrero que dice «Carretera cortada después de la curva: puente hundido», lo lógico es frenar. Tomar esa curva a toda velocidad es suicida.
Quien vive en esta vida sin preocuparse de la otra es un loco. Cada día deberíamos hacer una buena acción. Y cada día hacer también una cosa que no me apetece, sobre todo si es en bien del prójimo.
Si alguien estuviera cierto que pronto sería trasladado a otro lugar para el resto de sus días, ¿no sería lógico que trasladase allí todos los bienes que pudiera? Por lo mismo el cristiano procura atesorar para el cielo.
Nos preocupamos de mantener la salud, la buena presencia física, el capital, etc. Por conservar o mejorar todo esto hacemos esfuerzos, sacrificios y gastamos dinero. ¿Y abandonamos la salvación del alma?
Si la perdemos, lo hemos perdido todo y para siempre.
Si la salvamos, nos hemos salvado para siempre.
La preocupación por nuestra salvación nos impedirá vivir en pecado mortal, pues una muerte repentina nos llevaría a una condenación eterna.
Son frecuentísimas las muertes repentinas: accidentes, enfermedades inesperadas y fulminantes, etc.
¿Quién dormiría tranquilo con una víbora en su cama?
Muchos habrá en el infierno que dejaron su conversión para después, y ese después no llegó nunca porque ellos murieron antes.
Jesucristo nos lo avisa repetidas veces en el Evangelio: «No sabéis el día ni la hora»
Y nos lo jugamos todo a una sola carta, pues sólo se muere una vez.
No hay segunda oportunidad. Y todo a cara y cruz.
No hay término medio entre salvarse y condenarse. O cielo o infierno. Y esto para toda la eternidad. El equivocado en el momento de morir, jamás podrá rectificar su yerro. ¿Es el “alma” una parte de nuestro ser que se separa del cuerpo en el momento de la muerte y continúa viviendo? Daniel 12:2

sábado, 17 de mayo de 2014

Devoción a las Santas Llagas y a la Preciosa Sangre


Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su Oración será contestada.
Los Católicos tenemos un único título que es de gran valor cuando somos llamados hijos de la Santa Iglesia Católica Romana, la cual, según nos afirma San Pablo, Jesucristo adquirió con su Sangre (Hechos 20,28).
Para el dulce Cordero de Dios toda la honra y la gloria, porque fué inmolado en la Cruz y nos redimió con su Preciosísima Sangre. Nos amó y lavó nuestros pecados en su misma Sangre (Ap 5,9 y 12).
BIENAVENTURADOS los que lavan sus vestidos en la Sangre del Cordero (Ap.1,5), y finalmente, la Santa Iglesia nos repite todos los días en la Consagración del Cáliz que aquella Preciosísima Sangre fué derramada con el fin de perdonar nuestros pecados (Mt.26,28).
¿Ya viste la Promesa número 6? También revisa las demás. Hoy mismo inicia.
1.-Yo prometo proteger de los ataques del maligno aquien devotamente rece este Rosario.
2.-Yo preservaré sus 5 sentidos.
3.-Yo lo protegeré de una muerte súbita.
4.-12 horas antes de su muerte, beberá Mi Sangre Preciosa y comerá Mi Cuerpo.
5.-24 horas antes de su muerte, le mostraré Mis 5 Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento de todos sus pecados, y tenga perfecto conocimiento de ellos.
6.-Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su Oración será contestada.
7.-Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.
8.-A través de esta Oración, destruiré muchas sociedades secretas, y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.
9.-A través de este Rosario, salvaré muchas almas del Purgatorio.
10.-Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.
11.-Yo tendré misericordia de aquellos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.
12.-Quienquiera que enseñe esta Oración a otra persona, ganará una indulgencia de 4 años.
También se puede usar cualquier Rosario común, pero cuidando que sean 12 veces.
OREMOS:
En la Cruz- En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu Amor. Envía Tu Espíritu y todo será creado, y renovarás la faz de la Tierra.
Oremos: OH Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la Luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu aprendamos a obrar rectamente siempre, y gocemos de la dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.
CREDO DE LOS APOSTOLES:
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y Gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los Infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la Vida Eterna. Amén
(Inclinando la cabeza - todos)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
En la cuenta blanca: Padre Nuestro…
En las 3 cuentas rojas: Ave María (3 veces)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En la cuenta blanca, inclinando la cabeza - todos):
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
PRIMER MISTERIO: La Mano derecha de Nuestro Señor Jesús es clavada.
(Pausa breve para meditación)
Oración - todos: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano derecha, y por el dolor causado por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, salve a los pecadores del mundo entero y convierta muchas almas! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
PADRE NUESTRO:
Padre nuestro que estás en el Cielo, Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu Voluntad en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos el Mal. Amen.
AVE MARIA:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(En las 12 cuentas rojas):
(Guía): ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
(Todos): ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En la cuenta blanca, inclinando la cabeza - todos):
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La Mano izquierda de Nuestro Señor Jesús es clavada.
(Pausa breve para meditación)
Oración - todos: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano izquierda, y por el dolor causado por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, salve almas del Purgatorio y proteja a los moribundos de los ataques de los espíritus infernales! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
PADRE NUESTRO.
AVE MARIA.
(En las 12 cuentas rojas):
(Guía): ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
(Todos): ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En la cuenta blanca, inclinando la cabeza - todos):
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
TERCER MISTERIO: El pie derecho de Nuestro Señor Jesús es clavado.
(Pausa breve para meditación)
Oración - todos: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Pie derecho, y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, cubra los cimientos de la Iglesia Católica contra los planes del reino oculto y los hombres malignos! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
PADRE NUESTRO.
AVE MARIA.
(En las 12 cuentas rojas):
(Guía): ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
(Todos): ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En la cuenta blanca, inclinando la cabeza - todos):
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
CUARTO MISTERIO: El pie izquierdo de Nuestro Señor Jesús es clavado.
(Pausa breve para meditación)
Oración - todos: ¡Por la Preciosa Llaga de tu Pie izquierdo, y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, nos proteja en todos nuestros caminos de los planes y ataques de los espíritus malignos y sus agentes! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
PADRE NUESTRO.
AVE MARIA.
(En las 12 cuentas rojas):
(Guía): ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
(Todos): ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En la cuenta blanca, inclinando la cabeza - todos):
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
QUINTO MISTERIO: El sagrado Costado de Nuestro Señor Jesús es traspasado. .
(Pausa breve para meditación)
Oración - todos: ¡Por la Preciosa Llaga de tu Sagrado Costado, y por el dolor causado por la lanza que lo traspasó, la Preciosa Sangre y Agua que brotan de ella, sane a los enfermos, resucite a los muertos, solucione nuestros problemas presentes, y nos enseñe el camino hacia Nuestro Dios para la Gloria Eterna! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
PADRE NUESTRO.
AVE MARIA.
(En las 12 cuentas rojas):
(Guía): ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
(Todos): ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En la cuenta blanca, inclinando la cabeza - todos):
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
(Guía): ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
(Todos): ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (3 veces)
LA SALVE:
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
OREMOS:
OH Preciosísima Sangre de Jesucristo, te honramos, te alabamos y te adoramos por tu Obra de Eterna Alianza que trae paz a la humanidad. Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Consuela al Padre Todopoderoso en Su Trono, y lava los pecados del mundo entero. Que TODOS te reverencien, OH Preciosa Sangre, ten misericordia. Amén.
Sacratísimo Corazón de Jesús, Ten misericordia de nosotros.
Inmaculado Corazón de María, Ruega por nosotros.
San José, esposo de María, Ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, Rueguen por nosotros.
San Juan al pie de la Cruz, Ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, Ruega por nosotros.
Todos los guerreros de Oración e Intercesores del Cielo, Rueguen por nosotros.
Todos los grandes Santos de Nuestro Señor, Rueguen por nosotros.
Todas las huestes Celestiales, Legión Angélica de María, Rueguen por nosotros.
LETANIAS DE LA PRECIOSA SANGRE DE JESUCRISTO:
Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros,
Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros,
Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros,
Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos benignamente,
Dios Padre Celestial, Ten piedad de nosotros,
Dios Hijo Redentor del mundo, Ten piedad de nosotros,
Dios Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros,
Santísima Trinidad, un solo Dios, Ten piedad de nosotros.
(Guía): ¡HO PRECIOSISIMA SANGRE DE JESUCRISTO, SANGRE DE SALVACION!
(Todos): ¡SALVANOS A NOSOTROS Y AL MUNDO ENTERO!
Océano de la Sangre de Jesucristo, ¡libéranos!
Sangre de Jesucristo, llena de Santidad y Compasión, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, nuestra fortaleza y poder, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, alianza eterna, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, fundamento de la fe cristiana, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, armadura de Dios, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Divina Caridad, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, flagelo de los demonios, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, auxilio de los que están atados, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sagrado Vino, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Poder de los cristianos, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, defensora de la fortaleza católica, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, verdadera fe cristiana, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre Sanadora, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre ungidora, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, fortaleza de los hijos de Dios, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, comandante de los guerreros cristianos, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre de Resurrección, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, bebida de los ángeles del Cielo, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, consuelo de Dios Padre, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Poder del Espíritu Santo, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, circuncisión de los gentiles, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, paz del mundo, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, luz del Cielo y de la tierra, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, arcoiris en el Cielo, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, esperanza de los niños inocentes, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Palabra de Dios en nuestros corazones, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, arma celestial, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Divina Sabiduría, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, cimiento del mundo, ¡Sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Misericordia del Padre, ¡Sálvanos!
G: ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T: , ¡Lava los pecados del mundo!
G: ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T: ¡Purifica el mundo!
G: ¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T: ¡Enséñanos cómo consolar a Jesús!
ORACION:
OH Sangre Preciosa, salvación nuestra, creemos, esperamos y confiamos en Ti. Libera a todos los que están en las manos de los espíritus infernales, te suplicamos. Protege a los moribundos de las obras de los espíritus malignos y acógelos en la Gloria Eterna. Ten misericordia del mundo entero, y fortalécenos para adorar y consolar al Sagrado Corazón de Jesús. Te adoramos, oh Preciosa Sangre de misericordia. Amén.
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo, sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (Todos - 3 veces)

LOS CARISMAS QUE DIOS DA.

 Los carismas pueden ser muchos y muy distintos, aunque todos tienen el mismo origen
Los movimientos y asociaciones eclesiales testimonian ante el mundo la riqueza de los dones que el Espíritu derrama para el enriquecimiento del Pueblo de Dios. «Cristo ha dotado a la Iglesia, su Cuerpo, de la plenitud de los bienes y medios de salvación; el Espíritu Santo mora en ella, la vivifica con sus dones y carismas, la santifica, la guía y la renueva sin cesar»
La palabra carisma -que viene del griego charis y se traduce por gracia- expresa la realidad de un don gratuito que nos es dado por obra del Espíritu Santo en orden a la edificación de la Iglesia. «Sean extraordinarios, sean simples y sencillos
Los carismas pueden ser muchos y muy distintos, aunque todos tienen el mismo origen. Como dice San Pablo: «Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo» (1 Cor 12,4). No existe un número determinado de ellos; surgen siempre en función de las necesidades del Pueblo de Dios.
En el Concilio Vaticano II se explicitó y desarrolló el sentido e importancia de los carismas para el Pueblo de Dios. En sus documentos se señala con toda claridad que el Espíritu Santo no sólo santifica y edifica a su Iglesia mediante los sacramentos y los ministros, sino que «también reparte gracias especiales entre los fieles de cualquier estado o condición» Se trata de edificar el Cuerpo de Cristo en un proceso de distribución de dones que se da dentro de una armonía en medio de la pluralidad y complementariedad de funciones y estados de vida Todo carisma, explica San Pablo, debe vivirse en unidad y armonía con los restantes carismas ( 1 Tes 5,12.19-21; 1 Cor 3,8).
La pluralidad y la diversidad de miembros y estilos de vida en la Iglesia es expresión del único Cuerpo de Cristo. Y esta pluralidad es posible y legítima solamente a partir de la unidad del Cuerpo y en cuanto tiende a su unidad, de modo que todas las particularidades existan en función de las otras y para la totalidad del Cuerpo. Así pues, la variedad de los carismas no pone en peligro la unidad, antes bien la fortalece. El Espíritu Santo no sólo es principio de permanente renovación en orden a la santidad, sino que es también fundamento de unidad y comunión.
La Iglesia, sabemos bien, es una, santa, católica y apostólica. Al interior de ella se da una rica variedad que contribuye al fortalecimiento de la comunión en la unidad de la fe. Desde la singularidad de cada carisma se construye y fortalece la comunión. «La comunión en la Iglesia no es pues uniformidad,sino don del Espíritu que pasa también a través de la variedad de los carismas y de los estados de vida. Éstos serán tanto más útiles a la Iglesia y a su misión, cuanto mayor sea el respeto de su identidad. En efecto, todo don del Espíritu es concedido con objeto de que fructifique para el Señor en el crecimiento de la fraternidad y de la misión». Los carismas se fundamentan en la caridad y tienen a ésta como regla suprema ( 1 Cor 13,2; Ga 5,22). En ese sentido es útil tener siempre presente aquel axioma agustiniano: «En lo necesario unidad, en la duda libertad, en todo caridad»
Aunque los carismas se otorgan a personas concretas, pueden ser participados y vividos por otros. De ahí que se pueda hablar del carisma de una determinada asociación Todas las comunidades y asociaciones eclesiales a lo largo de la historia han tenido su comienzo en la respuesta de personas concretas a la gracia que el Espíritu derramó en ellos. «El carisma mismo de los fundadores se revela como una experiencia del Espíritu (. S.S. Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 11), transmitida a los propios discípulos para ser por ellos vivida, custodiada, profundizada y desarrollada constantemente en sintonía con el Cuerpo de Cristo en crecimiento perenne». Los carismas, una vez que han sido reconocidos por la autoridad eclesial, encuentran una forma de institucionalización jurídica y dan origen a servicios y formas de vida estable.
Por otro lado, los carismas no se refieren únicamente a la vida privada de los fieles; tienen siempre una resonancia comunitaria. «A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común» (1 Cor 12,7). A lo largo de la historia de la Iglesia se han suscitado movimientos y fermentos colectivos que han puesto de manifiesto la presencia del Espíritu Santo guiando y renovando a la Iglesia.
En la porción del Pueblo de Dios encomendada a su cuidado pastoral, el Obispo es principio y fundamento visible de comunión y unidad en la fe, en la caridad y en el apostolado, por virtud del don del Espíritu Santo que ha recibido.
Corresponde a los Obispos discernir la autenticidad de los diversos carismas. Como se indica en la Lumen gentium, «el juicio acerca de su autenticidad y la regulación de su ejercicio pertenece a los que dirigen la Iglesia. A ellos compete sobre todo no apagar el Espíritu, sino examinarlo todo y quedarse con lo bueno ( 1 Tes 5,12 y 19-21)» (117). A los Obispos les compete el ministerio de discernir los carismas, así como confirmarlos según la fe de la Iglesia. Este discernimiento siempre es un paso necesario, tanto para comprobar que sean dones del Espíritu Santo, como para velar por que sean ejercidos en fidelidad a la fe de la Iglesia, pues precisamente la vida asociada está ordenada a la misión de la Iglesia
No siempre, sin embargo, es fácil realizar este discernimiento. Es necesario tener en cuenta que el Espíritu Santo sopla donde quiere y como quiere ( Jn 3,8 y 1 Cor 12,7), y que lo hace además en relación a circunstancias históricas concretas. La acción del Espíritu no puede ser encuadrada en un determinado patrón, ni reducida a un determinado estilo. De allí precisamente la legítima pluralidad de espiritualidades y estilos que existen en la unidad de la Iglesia.
La novedad del carisma trae también en ocasiones dificultades para su comprensión y discernimiento. «Todo carisma auténtico lleva consigo una carga de genuina novedad en la vida espiritual de la Iglesia, así como de peculiar efectividad, que puede resultar tal vez incómoda e incluso crear situaciones difíciles, dado que no siempre es fácil e inmediato el reconocimiento de su proveniencia del Espíritu»
«Los Pastores en la Iglesia no pueden renunciar al servicio de su autoridad, incluso ante posibles y comprensibles dificultades de algunas formas asociativas y ante el afianzamiento de otras nuevas, no sólo por el bien de la Iglesia, sino además por el bien de las mismas asociaciones laicales»
Junto con el proceso de discernimiento de los carismas también les corresponde a los Obispos el servicio de fomentar y promover el apostolado asociado en sus diversas expresiones, pues la Iglesia aprecia «todas las formas de apostolado»
La Iglesia cuida que no sea obstaculizada la acción del Espíritu Santo. Igualmente expresa su respeto por la dignidad de las personas convocadas por el Paráclito para recibir un carisma y para llevar una determinada forma de vida asociada en la comunidad eclesial.
Los movimientos y asociaciones, por su parte, dan muestras de autenticidad eclesial sometiéndose con docilidad al discernimiento de los Pastores, acogiendo con humildad sus orientaciones pastorales y dejándose guiar en la comunión de la Iglesia y con su Pastor universal. De ahí que cuando se habla en el Magisterio de los movimientos y asociaciones se explicite, como una señal inequívoca de su eclesialidad, la fidelidad a la comunión en la Iglesia bajo los legítimos Pastores y el Magisterio universal
Los Obispos cumplen un servicio sumamente importante discerniendo el carisma y animando a las asociaciones en su desarrollo e inserción en la Iglesia particular. El gobierno pastoral del Obispo en la porción del Pueblo de Dios a él encomendada cuida que sea respetada la justa autonomía de vida y de gobierno de las asociaciones y movimientos. Asimismo procura que sean apreciadas y reconocidas las características propias y los diferentes modos de obrar, buscando crear en todos la conciencia de que de esa rica pluralidad de dones se han venido produciendo abundantes frutos para el Reino de Cristo.
«El Espíritu Santo no sólo confía diversos ministerios a la Iglesia-Comunión, sino que también la enriquece con otros dones e impulsos particulares, llamados carismas» Se trata de dones complementarios -los dones carismáticos y los dones jerárquico-ministeriales- suscitados por un mismo Espíritu, con un mismo fin: la edificación de la Iglesia. El carisma auténtico no sólo expresa y fomenta la comunión y la unidad de la Iglesia, en la rica pluralidad de sus expresiones de vida, sino que en el fondo el don -carisma- por excelencia es la Iglesia misma, signo e instrumento de comunión y reconciliación en Cristo.
Cobran hoy en día un especial sentido histórico las palabras de nuestro Señor: «Éste es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado» (Jn 15,12).
Los Pastores de la Iglesia son los "ecónomos de la gracia" que salva, purifica y santifica; guardan el "depósito" de la Palabra de Dios y gobernando al Pueblo de Dios, tienen también la responsabilidad de dar el juicio definitivo sobre la autenticidad de los carismas
Los movimientos y asociaciones congregan a los fieles por impulso del Espíritu Santo, no por una mera motivación humana. Leer esta rica realidad asociativa sin los ojos de la fe es exponerse a desnaturalizar su verdadero sentido, cuyo origen está en Dios mismo.
A los Obispos, como servidores de la comunión y unidad de la Iglesia, les toca velar para que la comunión no se resquebraje. «Ser responsables del don de la comunión significa, antes que nada, estar decididos a vencer toda tentación de división y de contraposición que insidie la vida y el empeño apostólico de los cristianos» Todo aquello que de alguna manera rompa esta comunión, ya sea en palabras -escritas o dichas- o en hechos -acción u omisión- debe ser objeto de especial preocupación pastoral por parte del Obispo.

LA IGLESIA CATOLICA CISMATICA RENOVADA.

La Iglesia católica renovada cismática fundada en 1963 por el sacerdote francés Michel-Auguste-Marie Collin (1905-1974) (conocido como Michel Collin tras recibir una supuesta revelación de que asumiría el pontificado a la muerte del Papa Juan XXIII.
Historia
En 1935 el Padre Collin fundó la Comunidad de los Apóstoles del Amor infinito y fue su superior general. El 28 de abril del mismo año, dijo haber sido consagrado Obispo durante una misa celebrada por el mismo Jesucristo. Durante los siguientes años, recibió continuas reprimendas de parte de las autoridades eclesiásticas que condujeron finalmente a su reducción al estado secular en 1951 por haber “violado las reglas del Canon Sagrado” y finalmente ser excomulgado por el Obispo de Nancy por “contumaz desobediencia” en 1961.
En el año 1963, Michel Collin se proclamó Papa e instaló su “pequeño Vaticano” enClemery (región francesa de Lorena) en el monasterio Santa Maria Co-redentora. Este lugar se convirtió así en la primera sede del primer antipapa del siglo XX. Michel Collin adujo haber sido nominado por revelación directa del cielo y adoptó el nombre deClemente XV.
El 23 de octubre de 1966 el Padre Collin recibió la consagración episcopal de Cyprien Dangé de la Iglesia Católica Liberal al que elevaría en 1972 al rango de nuncio apostólicoen Alemania.
En los años ’60, “Clemente XV” ve crecer rápidamente su comunidad que llega a más de 25.000 personas; la publicaciones de la “Iglesia Renovada” llegan a varios miles de ejemplares de tirada y recibe la adhesión de congregaciones centroeuropeas (especialmente entre el sur y oeste de Alemania, Austris y muy pocas de Francia). Para el año 1974 la Iglesia de Michel Collin llegará a contar con un “Colegio Cardenacilio” compuesto por 18 cardenales, uno de los cuales era el canadiense Jean Gaston Temblay, futuro antipapa Juan Gregorio XVII, líder de la Comunidad de Santa Jovita y sucesor de Clemente XV.
Clemente XV Antipapa Moderno.
Iglesia Renovada de Cristo
La Iglesia Renovada de Cristo es una Iglesia católica cismática, es decir, no está en comunión con la Santa Sede. Se presenta como un grupo tradicionalista inspirado en las apariciones de la Virgen María en La Salette y Fátima. Dan una importancia capital a la venida del Paráclito, la renovación de la Iglesia y el fin del papado romano. En sus ritos rechazan las reformas litúrgicas del Concilio Vaticano II y utilizan un rito tridentino modificado. De igual manera promueven un estilo de vida ascético y alejado del mundo en derredor del Pequeño Vaticano. La veneración a la Virgen María llegó al extremo de constituirse en una verdadera “mariolatría”. Hacia comienzos de 1970, Michel Collin comienza a interesarse en las apariciones de OVNIs, a las que atribuye un rol escatológico, para, finalmente decir que los extraterrestres le asesoran en su pontificado.
Muerte de “Clemente XV” y división de la Iglesia Renovada de Cristo
A la muerte de Michel Collin en 1974, la Iglesia Renovada de Cristo se fracturó. Ya en el año 1968 buena parte del grupo había decidido trasladarse a Canadá con Jean Gaston Temblay que había roto sus relaciones con Collin y fundó su propia Iglesia con el nombre de Iglesia del Magnificat, también conocida como “Iglesia de los Apóstoles del Amor Infinito de los Últimos Tiempos” , rechazando las creencias ufológicas del antipapa lorenés. Tras la muerte de Collin, la mayoría de los miembros de la Iglesia Renovada reconocieron a Jean Gaston Temblay como legítimo sucesor de “Clemente XV”.
Actualmente subsiste en la provincia bresciana un pequeño grupo de 200 personas que mantienen las creencias de la Iglesia fundada por Collin y que están dirigidos por un agricultor avenido en Papa y al que llaman “Rabbi"..