viernes, 28 de febrero de 2014

La alegría en el Nuevo Testamento.

 La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años. El largo camino hacia la alegría Jesús de Nazaret, y la Iglesia, y el Nuevo Testamento (NT), esa pequeña “historia” que 
apenas abarca 100 años, no aparecen en el vacío, sino en el marco de una historia un 
poco (bastante) más larga, la historia de un pueblo rebelde y cabezota ( =”duro de 
cerviz”) que, aunque muchas veces nos puede sobrecoger, muchas otras puede 
arrancarnos sonrisas e incluso carcajadas. La Biblia no es un libro caído del cielo, ni entregado por los ángeles, ni dictado al oído 
de unos hombres santísimos. Nos narra una historia tremendamente humana, en la 
que hay dos protagonistas: Dios, y el ser humano. Y en este último personaje hemos de 
meter una multitud de hombres y mujeres de carne y hueso, de algunos de los cuales 
conservamos sus nombres pero del resto... Nos los imaginamos. El Antiguo 
Testamento (AT) nos habla de sus tristezas, de sus sufrimientos, sus esclavitudes, sus 
guerras... Pero sobre todo nos habla de sus alegrías, de sus experiencias de salvación, 
de liberación, de bendición... El trasfondo del NT es la alegría de la vida, la alegría de la fiesta por todo lo bueno, que 
se recoge en el AT. La alegría de la fiesta por la bendición: por la vida, por el amor, por 
los hijos, por las cosechas, por los ganados, por el agua, por la salud... Sobre todo 
encontramos la alegría que se expresa en la alabanza a Dios por todas sus obras a 
favor de su pueblo. Es la alegría de la fiesta por la salvación: del hambre en Canaán, de 
la esclavitud en Egipto, de los cananeos, de los filisteos, de los asirios, de los babilonios..
Todas estas 
experiencias, unas y otras, son las que encontramos en los Salmos, que reflejan la vida del ser humano en diálogo con el Dios que castiga y corrige, pero sobre todo salva y 
bendice. Es el claroscuro de la alegría y de todo lo demás, que tantas veces apaga la 
alegría de la vida. De salvación en salvación, de bendición en bendición, pero en medio de la realidad de 
la vida como pueblo y como individuos, parece como si el Dios de Israel, ese Dios tan 
extraño, cada vez exigiera más. El Dios de la Biblia no quiere ser sólo el 
“Dios de Israel” (o el Dios de los cristianos”). Afirma ser el único Dios, el Dios vivo, y 
tiene la pretensión de ser el Dios de todos los pueblos y de todos los hombres y 
mujeres... 
El telón de fondo del NT es esta historia de un Dios que busca a los seres humanos 
porque quiere ser su Dios...“Los que el Señor ha redimido entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán 
alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor” (Is 35,10); 
“¡Cantad de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre vosotros!” 
(Zac 2,14). 
Con esta esperanza llegamos por fin al NT. Si recordáis, el NT se hace eco de la realidad 
del AT que hemos descrito brevemente, pero la enfoca centrada totalmente en el 
acontecimiento Cristo. Para los autores del NT, que eran lectores del AT, todo lo 
escrito en éste se convierte en “profecía”, es decir, en Palabra de Dios que dirige la 
historia (la antigua) hacia un punto: y ese punto es Jesús el Mesías. A partir de Jesús se 
ve toda la realidad, la del momento, la pasada y la futura, desde un prisma nuevo: Dios 
ha comenzado a realizar definitivamente sus promesas a favor de su pueblo Israel y de 
todo el género humano. Las está realizando “aquí y ahora”. Los primeros cristianos,leen “las Escrituras” y las ven “cumplidas” en Cristo, como lo muestran las citas del AT 
sobre la alegría que encontramos en el NT. “Abraham, vuestro antepasado, se alegró porque iba a ver mi día, y lo vio y se llenó de 
gozo” (Jn 8,56); La fe proporciona un impulso a la alegría interior, que a su vez brinda fuerza y renovación. Es una alegría profunda y cálida en el corazón que es capaz de acompañarnos y sostenernos a través de todas las dificultades de la vida.
“Por eso se alegra mi corazón y mi lengua canta llena de gozo” (Hch 2,26); 
“Me mostraste el camino de la vida, y me llenarás de alegría con tu presencia” (Hch, 2:28);

El verdadero ayuno.

 ¿Porqué Ayunamos?

El ayuno sirve para avisar al cuerpo, estomago y apetito que nuestro espíritu domina la vida. Cuando cambiamos el tiempo que gastamos en comer por tiempo en la presencia de Dios podemos recibir beneficios poderosos espirituales, Mateo 17.21. También hay muchos médicos que reconocen que el ayuno regular hace bien al cuerpo. Por eso dice al respecto el Catecismo de la Iglesia: "Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús es el camino más seguro de la penitencia" (Cat. No. 1435) El ayuno como una penitencia para nuestros pecados es beneficioso. Sin embargo, hacer obras de caridad para los demás logra mucho más que lo que obtenemos absteniéndonos de la carne buena, los dulces sabrosos, o de buena diversión. Nuestros sacrificios para la Cuaresma deben beneficiar a los demás, no nada más a nosotros mismos. 
Caminar con Jesús significa que ayunamos de la manera que él ayunó. ¿A que renunció Jesús para la Cuaresma? ¡Su vida!. La Cuaresmal empezó cuando él entró al desierto y resistió las tentaciones de Satanás. Después, él renuncio a su estilo de vida de antes por una nueva vida de servicio. El renuncio a la comodidad y la familiaridad de permanecer en su propia casa. Cuándo nosotros queremos vencer las tentaciones, nosotros debemos definitivamente ayunar para mejorar nuestra autodisciplina, pero esto es sólo el comienzo. Somos llamados a llevar nuestra santidad al mundo. Somos llamados a ayudar a los demás. En Zacarías 7,5-6 el Señor preguntó a personas y sacerdotes si ayunaban por él, o ¿si tuvieron otra agenda? El ayuno que se ve en Isaías 58,1-5 definitivamente no agradó a Dios. Incluso durante su día de ayuno ante el Señor, la gente se aprovechaba de sus obreros, discutiendo, dando palizas el uno al otro,hablando mal del otro,siendo hipócritas e intentando chantajear a Dios, quejándose y negando sus órdenes. Dice Dios, "Así ni siquiera pensar que os voy a escuchar desde lo alto" Si nosotros queremos vencer las tentaciones, nosotros debemos definitivamente ayunar para mejorar nuestra autodisciplina, pero esto es sólo el comienzo. Somos llamados a llevar nuestra santidad al mundo. Somos llamados a ayudar a los demás,es nuestro objetivo específico, la razón central para cualquiera de nuestros pecados? La falta de amar. Si supiéramos cómo nuestros pecados lastiman a los demás - si pudiéramos imaginar realmente todos los efectos dañinos - nosotros nos sentiríamos horrorizados de cometer el pecado. El problema es, que no tomamos el tiempo para examinar lo perjudicial que son nuestros pecados hasta que el acto ya está hecho y reaccionamos a sus consecuencias. 

La clase de ayuno que Dios desea de nosotros es proactivo, no reactivo. ¿Que Tipo De Ayuno Agrada A Dios?
Dios dice en Isaías 58,6-12, "Así es el ayuno que he escogido", y nos los recomienda a nosotros.
Este tipo de ayuno casi no tiene que ver con la negación de la comida, más bien trata de negarte a ti mismo escogiendo vivir por Dios y por otros. No dura solo un día más bien es un ayuno para toda la vida tan largo como vivamos. Dios Nos Pide Que Ayunemos Así:
Desatar las ligaduras de impiedad.
Soltar las cargas de opresión.
Dejar ir libres a los quebrantados.
Romper cada yugo.
Partes tu pan con el hambriento.
Albergues a los pobres errantes.
Cubrir el desnudo al verle así.
No esconderte de tu hermano.
Quitar el yugo de en medio de ti, el dedo amenazador y el hablar vanidad. Este tipo de ayuno puede cambiar el mundo aunque trae consigo mucha demanda espiritual, emocional y material. Pero ve cómo Dios apoya milagrosamente a los que se atreven a negarse para vivir en favor del pobre y oprimido.
Tu luz vendrá como el alba.
Tu sanidad aparecerá pronto.
Tu rectitud irá delante de ti.
El Señor será tu retaguardia.
Cuando clames, el Señor contesta.
Cuando pides ayuda, Dios te dirá, "Aquí estoy yo".
Tu luz subirá en la oscuridad.
Tu noche será como el mediodía.
El Señor te guiará siempre.
Satisfará tus necesidades.
Dará vigor a tus huesos.
Serás como un jardín bien regado.
Serás un manantial que fluye.
Tu descendencia reconstruirá las ruinas antiguas.
Repararás y restaurar la sociedad.
También Ve: Zacarías 7.8; 8,16-19. Hacer el bien a los demás es una disciplina espiritual que nos purifica, aumenta el flujo del amor, y vence nuestro egoísmo sin que nadie sea lastimado.

martes, 4 de febrero de 2014

LA HUMILDAD DE JESUS.

Una vez más se manifiesta la actitud de Jesús para con los “pecadores”, pero hoy de una manera muy concreta. Lucas 19, 1-10

1 Entró en Jericó y empezó a atravesar la ciudad. 2 En esto, un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y además rico, 3 trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. 
4 Entonces se adelantó corriendo y, para verlo, se subió a una higuera, porque iba a pasar por allí. 5 Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo:
Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa.
6 Él bajó en seguida y lo recibió muy contento.
7 Al ver aquello, se pusieron todos a criticarlo diciendo:
¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador!
8 Zaqueo se puso en pie y dirigiéndose al Señor le dijo:
La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces.
9 Jesús le contestó:
Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.Una vez más se manifiesta la actitud de Jesús para con los “pecadores”, pero hoy de una manera muy concreta. Este pasaje del evangelio es un ejemplo maravilloso de la actuación de Jesús en su vida diaria. Con su actitud nos está diciendo cómo tenemos que comportarnos con los que hemos catalogado como pecadores. Está denunciando nuestra manera de proceder equivocada, es decir, no acorde con el espíritu de Jesús. Es importante recordar que Lucas es el evangelista que más insiste en la imposibilidad de que los ricos entren en el Reino. Unos versículos antes, acaba de decir Jesús: ¡Qué difícil le va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios! En este episodio resulta que llega la salvación a un rico que además es pecador. El creernos seguros de nosotros mismos nos lleva a despreciar a los demás, a no considerarlos; sobre todo, si de antemano, los hemos catalo­gado como "malos".
Incluso nos sentimos aliviados porque no alcanzan la perfec­ción que nosotros hemos alcanzado, y de esta manera podremos seguir mirándolos por encima del hombro. el joven rico que se acerca a Jesús le pregunta: ¿Qué tengo que hacer para heredad vida eterna? Buscaba la Vida Eterna y se quedó sin ella. Zaqueo solo busca ver a Jesús y se encuentra con la salvación.
Es interesante este distinto planteamiento. También nosotros seguimos empeñados en asegurar una salvación para el más allá, olvidando a los oprimidos del más acá.Zaqueo era jefe de publicanos y además, rico. Pecador, por colaboracionista y por el modo de adquirir las riquezas. Tiene deseos de conocer a Jesús, pero, ¿cómo se podía atrever a acercarse a él? Todos le señalarían con el dedo y le dirían a Jesús que era un pecador. Seguramente había sido despreciado más de una vez por los fariseos, sacerdotes y jefes religiosos. Podemos imaginar la cara de extrañeza y de alegría que pondría cuando oye a Jesús llamarle por su nombre; lo que significaría para él, que alguien, de la categoría de Jesús, no sólo no le despreciase, sino que le tratara incluso con cariño. Zaqueo se siente aceptado como persona, recupera la confianza en sí mismo y responde con toda su alma a la insinuación de Jesús. Por primera vez no es despreciado por una persona religiosa. Su buena disposición encuentra acogida y se desborda en total apertura a la verdadera salvación. Vida en Jesús que manifiesta lo mejor de sí mismo abriéndose a otro ser humano Vida en Zaqueo que, sin saber muy bien lo que buscaba en Jesús, descubre lo que le restituye en su plenitud de humanidad y lo manifiesta con la oferta de una relación más humana con aquellos con los que había sido más inhumano. A la vista del resultado de la manera de actuar de Jesús, yo me pregunto: ¿Hemos actuado nosotros como Él, a través de los dos mil años de cristianismo? ¿Cuántas veces con nuestra actitud de rechazo truncamos esa buena disposición inicial y conseguimos desbaratar una posible liberación? Al hacer eso, creemos defender el honor de Dios y el buen nombre de la Iglesia. Pero el resultado final es que no buscamos lo que estaba perdido y, como consecuencia, la salvación no llega a aquellos que sinceramente la buscan. Como Zaqueo, hoy muchas personas se sientes despreciadas por los dirigentes religiosos, y además, los cristianos con nuestra actitud, seguimos impidiéndoles ver al verdadero Jesús.
Muchas personas que han oído hablar de Jesús, se sienten atraídos y quisieran conocerlo mejor, pero se interpone la muchedumbre de los cristianos. En vez de ser un medio para que los demás conozcan a Jesús, los cristianos somos un estorbo que no deja descubrirlo. ¡Cuánto tendría que cambiar nuestra religión para que en cada cristiano pudiera descubrirse a Cristo! Estar abiertos a los demás, es aceptar a todos como son, no acoger sólo a los que piensan como yo y siguen mis consignas.Siempre que se ha consumado una división entre cristianos (cisma), habría que preguntarse, quién tiene más culpa, el que se equivoca y defiende su postura con honradez o la intransigencia de la iglesia Hacer nuestro el espíritu de Jesús es caminar por la vida con el corazón y los brazos siempre abiertos. Estar siempre alerta a los más pequeños signos de búsqueda. Acoger a todo el que venga con buena voluntad, aunque no piense como nosotros. Verdaderamente, nuestra manera de actuar no se parece en nada a la manera de actuar de Jesús. Humildad y sencillez tenían que ser las prerrogativas de los seguidores de Jesús. Estar dispuestos como decía el salmo, a sostener a los que van a caer; a enderezar a los que ya se doblan. Ya sé que es mucho pedir a los que nos creemos en posesión de la verdad, pero es la única manera de seguir a Jesús. “He venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. ¿Cuándo nos meteremos esto en la cabeza? Jesús no tiene nada que hacer con los perfectos. Sólo los que se sienten perdidos, podrán ser encontrados por él. Claro que sólo el que tiene conciencia de estar enfermo estará dispuesto a buscar un médico. Para nosotros es preferible dejar las cosas como están y predicar una salvación para el más allá que nos permita mantener los privilegios de que gozamos aquí y ahora. En realidad no nos interesa el mensaje de Jesús más que en cuanto podamos manipularlo para que sirva a nuestros intereses.

Los marginados del mundo llamados por Jesus

En la época de Jesús, el pueblo judío estaba sometido al poder romano que ejercía su dominio a través de su procurador o gobernador. Las autoridades romanas exigían tributos personales y territoriales para el César, y aportes en especie para el mantenimiento de sus tropas de ocupación.
Las primeras comunidades cristianas vivieron en este mundo judío-romano, o simplemente pagano. Es conveniente conocer este mundo para captar la novedad de Jesús, de sus opciones y compromisos; el carácter inevitablemente hiriente de su denuncia profética, el alcance de su anuncio: «se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios, Enmiéndense y tengan fe en esta buena noticia» (Marcos 1, 15).
La actuación de Jesús de Nazaret afectó de un modo u otro la vida palestinense, sus instituciones, sus distintos grupos sociales, religiosos, y la política por entonces ligada con la religión.
Cuando se escribieron los evangelios canónicos habían transcurrido por lo menos de 35 a 60 años desde la muerte de Jesús. El ambiente cultural en que los evangelios se escribieron tiene un universo conceptual y simbólico, y modos de expresión muy diferentes al de nuestros días.
Jesús estaba en contra de las «inmoralidades, robos, homicidios, adulterios, codicias, perversidades, fraudes, desenfreno» (Marcos 7,20-23) que existían en Palestina. No aprobó que los romanos opriman al pueblo judío. Pero en esos tiempos, quienes imponían cargas más pesadas al pueblo, desasistiéndolo y arrojándolo a la pobreza, impotencia y desesperanza eran los jefes religiosos-políticos de su pueblo que, según Jesús, en lugar de ser pastores eran «ladrones y bandidos asalariados». Jesús escuchó los clamores de los marginados por la religión y sociedad de su pueblo, y optó por ellos aún a costa de su vida. ¿Cómo puede un hombre ser libre, es decir:
- comportarse siempre según sus convicciones más íntimas, no según la moda...
- hacer siempre el bien que tiene que hacer, y como lo tiene que hacer;
- no ser esclavo, ni estar atado a nada ni a nadie;
- estar atado solamente al bien, a lo que es bueno para uno y para los demás;
- estar disponible para hacer (y hace) lo que hace felices a los demás;
- todo esto a pesar de las dificultades y riesgos que entraña;
- a pesar de la misma vida que se pone en juego y arriesga, y está dispuesto a entregar como precio de su libertad?
Así fue libre Jesús. ¿Cuál fue su secreto? 
De acuerdo con la vida y la predicacion de Jesus de Nazaret, de la Iglesia primitiva y de los Santos Padres, la pobreza evangelica supone la actitud ideal del cristiano ante los bienes materiales, viviendo con sencillez y sobriedad, compartiendo generosamente con los necesitados, no acumulando riquezas que acaparan el corazon, trabajando para el propio sustento y confiando en la providencia de Dios Padre. Esta forma de pobreza puede y debe adoptar innumerables formas segun los tiempos y las circustancias de cada uno, pero siempre supone unas exigencias fundamentales como seguimiento de Jesus, para alcanzar la verdadera libertad cristiana, la paz y la alegria en el Espiritu, como han aconsejado los maestros espirituales de todos los tiempos. Es necesario aclarar que esta forma de pobreza evangelica nada tiene que ver con la miseria, la indigencia y la marginacion, que degradan la condicion del hombre como hijo de Dios, y que son males contra los que debemos luchar denodadamente.
Esta complejidad radical se multiplica si tenemos en cuenta que propiamente no existe el hombre aislado, sino que necesita vivir en familia, en grupo, en sociedad. Si toda pobreza es una forma de carencia de lo necesario, en nuestro caso no se trata solamente de la pobreza individual, sino tambien de la pobreza social, de la falta de elementos como la educacion, la formacioon profesional, la cultura, el libre ejercicio de los derechos civiles, sociales, laborales, politicos, etc.
Si grande es el mundo, no es menor el panorama de la pobreza, que se extiende por toda la tierra, aunque se concentra especialmente en las zonas geogroficas del llamado "Tercer Mundo". En la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, los Obispos responden a los desafíos que la realidad le plantea a la misión de la Iglesia con una renovación de fondo que relee todo el ser y quehacer de la Iglesia desde la fuerza del Evangelio, el cual nos llama a encontrar a Jesús en los caminos de nuestra vida y proyectar los nuestros en su camino que revela la verdad y nos ofrece la vida plena. Asumimos el compromiso de una gran misión en todo el Continente, que nos exigirá profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un discípulo misionero La Iglesia, con todos sus miembros, niveles y estructuras sin excepción, se hace misionera: Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo” (DA 362). Así, la Iglesia vive el mandato de su Señor: “Id, pues y haced discípulos a todos los pueblos” (Mt 28,19)

domingo, 2 de febrero de 2014

FORNICACION Y ADULTERIO

¿Qué diferencia existe entre Fornicación y Adulterio? El Adulterio es el contacto sexual íntimo entre una persona casada y otra persona que no es su esposa(a).
La Fornicación es cuando ocurre un intercambio sexual íntimo entre dos personas que no están casadas. En otras palabras, Fornicación es Sexo fuera del matrimonio.
Los Diez Mandamientos contienen la prohibición contra el Adulterio: "No cometerás adulterio" (Éxodos 20:14). La razón es sencilla: El Matrimonio es la fundación misma de la sociedad, y la supervivencia misma de la raza humana depende del matrimonio. Además, con el matrimonio viene la responsabilidad de los hijos, etc. Así que tener relaciones "ocasionales o casuales" fuera del matrimonio no solamente pone en peligro el matrimonio, sino que además puede acarrear estragos psicológicos, sentimentales, económicos, morales, éticos, familiares, etc. El Adulterio destruye los sentimientos paternales y maternales de los hijos y nubla las líneas de herencia y familia. ¿Cuántos hombres y mujeres no se preguntarán ahora si en verdad este joven es hijo suyo o no? Con respecto a la Fornicación, el Apóstol nos dice que cuando la cometemos, estamos cometiendo un pecado contra el cuerpo de Cristo. Se nos insta a "huir de la fornicación", ya que la fornicación es un pecado contra uno mismo y contra Dios, ya que el Espíritu Santo vive en nosotros y a no ser que sea a través del matrimonio, Dios no condona encuentro sexual alguno. (Ver 1 de Corintios 6:18-19).
Pablo es totalmente franco en este aspecto de la Fornicación. Él nos dice que si un creyente toma su cuerpo y lo une a una prostituta (o cualquier otra persona que sea inmoral) Él está uniendo a Jesucristo a esa persona (Ver 1 de Corintios 6:15-16). Es extremadamente importante que entendamos que "ni los fornicarios, ni los adúlteros... entrarán al reino de los cielos (1 de Corintios 6:9-10).
En el mundo en que vivimos hasta la iglesia muestra permisividad hacia muchos casos de fornicación. Pero la inmoralidad, aunque sea "aceptable" en nuestra sociedad evitará que MILLONES de nombres queden incluidos en el Libro de la Vida, a no ser que se arrepientan y cambien de camino.
NUEVA REGLA DORADA:
Todo lo que usted y su novia no harían ante Jesús, ¡no lo hagan! - Es pecado.
Una mujer inteligente no deja que un hombre le ponga sus manos encima hasta el matrimonio. Mientras más da una mujer antes del matrimonio, menos interés creará en la pareja de efectuar el matrimonio. El lema debe ser: "Si me amas no me tocas", en vez de "Si me amas me dejarás tocarte".