martes, 30 de octubre de 2012

Bautizar a los niños

! El Catecismo sobre el bautismo de los niños.¡ Cuando preguntan, ¿Dónde en la Biblia dice que bauticen a los niños? Podríamos responder con otra pregunta: ¿Dónde en la Biblia dice que se bauticen sólo los adultos? Pero además tanto la Biblia como la práctica de la Iglesia desde el primer siglo indican que los niños deben ser bautizados en la fe de sus padres. El bautismo es un don para la salvación de todos, incluso de los niños. Algunos cristianos se oponen al bautismo de los niños porque estos no tienen uso de razón para aceptar la fe. Siguiendo esa lógica ¿Le pedimos permiso a los niños para darles la vida natural?, ¿Esperamos a que sean mayores para comenzar a educarlos? Claro que no. Cuando los padres le dan al niño el don de la vida y lo educan, no le quitan por eso la libertad. Al contrario. Le dan al niño la habilidad de poder en el futuro elegir. La controversia sobre el bautismo de los niños está relacionada con el entendimiento que se tenga del bautismo. El bautismo según algunos cristianos no católicos Algunos grupos sectarios de la Edad Media (cátaros, valdenses) rechazaban el bautismo de los niños. En la actualidad, algunos cristianos, como los fundamentalistas, no bautizan a los niños antes del uso de razón (aprox. hasta los 7 años). Según ellos el bautismo requiere haber tenido una experiencia de conversión y haber "aceptado a Cristo como Señor y Salvador de sus vidas". A esta experiencia de aceptación le llaman "nacer de nuevo". Es el momento en que el adulto se hace cristiano y su salvación queda asegurada para siempre. Dicen entonces: “Estoy salvado”. Seguidamente reciben el bautismo pero no le reconocen valor salvífico. Para los fundamentalistas el bautismo no es un sacramento ya que no comunica gracia. Es tan solo una manifestación pública de conversión. El bautismo según la Iglesia Católica Jesucristo requiere instrucción y fe para los que se convierten (cf. Mat. 28,19–20). Por eso la Iglesia requiere un catecumenado para formar a quienes se bautizan de mayores. Sin embargo, los niños pequeños deben ser bautizados aunque aun sean incapaces de recibir formación. Razón: El bautismo es un don de Dios por el cual entramos en la vida de la gracia. Es regalo de Dios y no depende de ningún mérito. Cada uno debe responder y prepararse a ese don según sus posibilidades tomando en cuenta su edad y la capacidad. Los padres deben comprometerse a formar a sus niños bautizados en la fe con la ayuda de la gracia. En el bautismo se planta la semilla y después viene el crecimiento. El bautismo de bebés no les quita la libertad ya que más tarde podrán aceptar o rechazar la fe. Que dice la Biblia: Jesús enseñó la necesidad de que todos se bauticen para obtener la salvación (Jn 3,5), la cual es un don. El no excluyó a los niños. El bautismo es un don para todos, no solo adultos: San Pablo: "pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro." Hechos 2,39 Jesús dice: "Dejad que los niños vengan a mi" y los pone como modelos para atener el Reino: "Le presentaban también los niños pequeños para que los tocara, y al verlo los discípulos, les reñían. Más Jesús llamó a los niños, diciendo: «Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el Reino de Dios". -Lucas 18,15-16, cf Mateo 19,14. "Niños pequeños" (Lc 18,15), en el texto griego (original) es "brepha", que significa "infantes", es decir, niños de brazo que aún no tienen uso de razón. Jesús mismo dice que de ellos es el Reino de los Cielos. ¿Podemos nosotros prohibirle a los niños el bautismo, por el cual se entra en la vida del Reino?. El bautismo es para todos y cada cual se le pide el asentimiento que es capaz de dar según su edad. El bautismo, según Pablo, remplaza la circuncisión (cf. Col. 2,11–12). Normalmente los judíos circuncidan a sus niños poco después de nacer, antes de que estén formados en la fe. De la misma manera un niño nacido en familia cristiana es bautizado poco después de nacer. Más tarde recibirá la formación en su fe según su edad, podrá cooperar con el don del bautismo que ha recibido y será libre para decidir si acepta o no el don de Cristo. En el caso de conversiones de adultos, judíos y católicos seguimos el mismo orden: Los judíos requieren que el converso acepte la fe antes de ser circuncidado. Los católicos requieren formación y libre aceptación de la fe antes del bautismo de adultos. El bautismo de niños es la práctica de la Iglesia desde el principio. En la Iglesia del Nuevo Testamento, cuando la cabeza de la familia recibía el bautismo, se bautizaba toda la familia. Ej.: El carcelero es bautizado con "todos los suyos" (cf. Hch 16,15.33; 18,8; 1 Co 1,16). No se encuentra en el Nuevo Testamento ningún caso en que los niños sean excluidos del bautismo ni tampoco hay un caso en que los hijos de cristianos sean bautizados más tarde. Testimonio de los primeros siglos Orígenes, escribió en el año 244A.D. que "el bautismo se le da a los infantes" (Homilías sobre Levítico, 8:3:11). El Concilio de Cartago, 253A.D. condenó la opinión de que el bautismo no debe darse a infantes hasta el octavo día de su nacimiento. Más tarde Agustín enseñó: "La costumbre de la Madre Iglesia de bautizar a los infantes ciertamente no debe ridiculizarse... ni se debe creer que su tradición es otra cosa sino apostólica" (Interpretación literal del Génesis 10:23:39 [A.D. 408]). El bautismo nos comunica la salvación que Jesús ganó en la cruz y lava los pecados. Es un sacramento y es un don gratuito: Desde el primer siglo la Iglesia ha enseñado que el bautismo es un sacramento por el cual recibimos la remisión de los pecados. "Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. -Juan 3,5 "Gracias al Padre que os ha hecho aptos para participar en la herencia de los santos en la luz"! -Colosenses 1,12 "Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" -Hechos 2,38 "El bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo" -I Pedro 3,21 "¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre." -Hechos 22,16 NIÑOS QUE MUEREN SIN BAUTIZAR. Niños, natos o nonatos, que mueren sin el bautismo de agua. ¿Pueden llegar a la visión beatífica en el cielo?. Esta pregunta ha sido discutida por siglos y dio lugar al concepto teológico llamado "limbo" que, aunque muy conocido, no es ni nunca fue dogma de la Iglesia. Pero en muchos casos la falta de bautismo no es por negligencia ni rechazo. Sabemos que, de acuerdo a la voluntad salvífica universal de Dios, de alguna forma El da a todas las personas la oportunidad de alcanzar el cielo. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña: En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (Cf. 1Tim 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis" (Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por eso es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo. -Catecismo 1261

sábado, 27 de octubre de 2012

¿ POR QUE CUIDAR LA NATURALEZA. ?

Porque es una creación de Dios. Porque el hombre forma parte de ella, y como único ser racional debe cuidarla. Porque si la naturaleza está mal, el hombre también lo está. Porque la vida y todos sus seres (humanos, animales, vegetales, paisajes, etc.) tienen valor por sí mismos. Porque es fuente de recursos que sirven a los propósitos humanos. a la naturaleza hay que cuidarla porque sin ella nos morimos La verdadadera belleza de la humanidad en todos sus aspectos se encuentra en la misma naturaleza... Ella es quien nos representa como seres humanos y no es un deber, sino una obligaciòn concervarla tal como DIOS nos lo entrego... Coloquemos nuestro granito de arena...La naturaleza, es todo lo que el hombre no creo con sus propias manos, es decir: el aire, el agua, la tierra, los animales, las plantas y otros.No echar la basura en la calle,no desperdiciar el agua (lavando carros,llenando piscina de aire de agua,quemando la basura en la calle,
Su cuidado, resulta necesario para nuestra supervivencia, ahora pensemos ¿que haríamos sin la naturaleza? A veces pensamos que la naturaleza es algo sin vida y por tanto, no merece ninguna consideración especial, nos hemos acostumbrado a ver la naturaleza como algo que estaba totalmente a nuestra disposición: un almacén del cuál extraer materias primas, algo sin vida. No podemos respetar a la naturaleza si no nos podemos respetar a nosotros mismos. Podemos empezar haciendo conciencia de lo que daña a nuestra naturaleza, pensar como podemos repararlo, con un poquito que ayudemos podemos hacer una gran diferencia. La naturaleza es nuestra casa y por eso debemos respetarla y cuidarla, de ella depende nuestra felicidad y vida. Tratar de que las demás personas concienticen del daño que hacemos a la naturaleza y por lo tanto a nosotros mismos. Respetar la Naturaleza no significa solo respetar el entorno en el que vivimos, conservar un paisaje o salvar de la extinción a las ballenas o los elefantes. A la larga, el respeto por la naturaleza nos lleva a cambiar nuestra forma de vivir y nuestra actitud respecto del mundo y de nosotros mismos. Y la única forma de preservar nuestra naturaleza es simplemente respetándola. Vivimos en un mundo con el grave riesgo de dejar de ser habitable. Los procesos de deterioro del medio ambiente pueden llegar a ser irreversibles si no se adoptan las medidas adecuadas. El progreso económico e industrial de la humanidad de forma descontrolada y desequilibrada amenaza tanto a la vida de centenares de millones de personas, sobre todo aquellas que viven condiciones más vulnerables, como a la superviviencia de las especies animales. Ante una dramática situación, no sólo es necesario actuar ahora de forma responsable sino también educar a niños y jóvenes para que sean capaces de vivir con respeto al medio ambiente y puedan decidir en el futuro con mayor rapidez y firmeza en beneficio de la gran mayoría. La formación de las nuevas generaciones con profunda conciencia medio ambiental es la tarea ineludible que puede evitar el deterioro irreversible de la situación que ahora vivimos, a naturaleza es todo lo que tenemos a nuestro alrededor ecepto lo que ha hecho el hombre por supuesto¡ asi que debemos cuidarla porque si no hay naturaleza vosotros tampoco, si no la cuidas no hay agua y sin agua no hay vida Dios nos creo y gracias a el hay naturaleza a el tambien hay que hacerle un favor como el nos lo izo a nosotros y ese favor es que la.......... cuidemos. LA NATURALEZA ES NUESTRA CASA Y COMO TAL DEBEMOS CUIDARLA Y CONSERVARLA, ESTE REGALO QUE DIOS NOS HA DADO NO ES CUALQUIER COSA, DE ELLA DEPENDE NUESTRA FELICIDAD Y VIDA, QUE VAMOS HACER SIN AGUA?, CON UN AIRE CONTAMINADO?, CON EL PLANETA DESTRUIDO?, NADA, SOLO MORIR, Y DIOS NOS HA DADO ESTA VIDA PARA VIVIR, Y VIVIR EN PLENITUD, CON FELICIDAD, ADEMAS, DEBEMOS SER CONSIENTES DE QUE LA NATURALEZA, ES LA HERENCIA QUE VAMOS A DEJAR A NUESTROS HIJOS, A NUESTROS HERMANOS, CUIDEMOS, COMO EL MEJOR TESORO QUE DIOS NOS BRINDA. Es nuestro hogar, no solo de los humanos, sino tambien de los animales, las plantas de todo lo que existe. Los humanos la mayoria que no cuida el medio ambiente , piensa que tirando un papel al piso no va a pasar nada , dejando la canilla LA LATA DE ECHAR LA BASURA abierta , tampoco va a pasar nada... PERO CUANDO EL HUMANO SE DE CUENTA DE QUE DEBE CAMBIAR... SEGURAMENTE YA SERA TARDE ... Ayudemos a esos humanos como nosotros que a veces somos duros para entender, porque sus necesidades tambien son las nuestras , nuestros recursos tambien son de ellos , y quizas no los cuiden muy bien asi que ayudemos a cambiarlos tan dificil no puede ser o quizas si... Pero igual pongamos nuestro ''granito de arena'' que ese poquito va a servir de mucho

viernes, 26 de octubre de 2012

SIMBOLOS DE LOS CUATRO EVANGELISTAS.

Símbolos de los Cuatro Evangelistas Los cuatro autores de los Evangelios (San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan) han sido relacionados simbólicamente con los cuatro seres vivientes del Apocalipsis 4,7: "El primer Viviente: Marcos: como un León el segundo Viviente: Lucas:como un Toro el tercer Viviente: Mateo:tiene un rostro como de Hombre el cuarto viviente:Juan: es como un Aguila en vuelo." Ap 4,7. El Apocalipsis se inspira en los símbolos del Antiguo Testamento. Ezequiel 1,10 En cuanto a la forma de sus caras, era una cara de hombre, y los cuatro tenían cara de león a la derecha, los cuatro tenían cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila. Ezequiel 10,1-22 Relata la visión del trono de los querubines con cuatro caras cada uno. Los Padres de la Iglesia recogieron este simbolismo pero su vinculación a los Evangelistas no siempre coincide. Con el tiempo prevaleció la siguiente: AUTENTICIDAD Y PROCESO DE REDACCIÓN DE LOS EVANGELIOS Autenticidad de los Evangelios demostrada por los papiros Bodmer Procedentes de Egipto y datados entre 175 y 225 d. C., son de los papiros mas antiguos de los Evangelios. Estos papiros coinciden con el "Codex Vaticanus", una de las ediciones mas antiguas de la Biblia. El hecho de que los Evangelios de Lucas y Juan se encontraran unidos en un mismo papiro demuestra que para las primeras comunidades cristianas los Evangelios formaban una unidad. El propósito de los Evangelios es presentar a la Persona del nuestro Señor Jesucristo como el Mesías esperado, el Salvador, el Redentor. Cada Evangelista escribió pensando en un público particular, pero El Espíritu Santo que los movía a escribir quiso que fuesen para todos los hombres de todos los tiempos. No hay un consenso definitivo sobre cuando exactamente se escribieron los Evangelios. San Mateo: Era conocido por San Ignacio de Antioquia. Pudo haber sido escrito en Palestina. Sus destinatarios son comunidades compuestas por judeocristianos, conocedores de la Escritura, la cual es citada en unos 130 versículos, y que siguen respetando la Ley ("no penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas" Mt 5:17). Sin embargo, son unas comunidades que se abren a los paganos y que se encuentran ya en tensión con el judaísmo surgido en Yamnia después de la destrucción de Jerusalén. Ante las comunidades perseguidas San Marcos: La fecha no se sabe con certeza. San Ireneo, uno de los Padres de la Iglesia, en su libro "Contra las Herejías" escribió que el evangelio de San Marcos fue escrito después de la muerte de San Pedro y de San Pablo. San Clemente de Alejandría pensaba que se escribió antes de la muerte de San Pedro, muerte que ocurrió en el año 64 d.c. El capítulo 13,5-17, conocido como el "pequeño Apocalipsis", indica que el autor tenía conocimiento de eventos que llevaron a la guerra de los judíos contra los Romanos (66-77 d.c.), pero no parece conocer la caída de Jerusalén en el año 70 d.c. El P. O'Callaghan, papirólogo del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, identificó en 1972 al papiro "7Q5", de la cueva 7 del Qumrán, como un fragmento del Evangelio de San Marcos. También descubrió que el papiro de Qumrán 7Q4 es una fracción de los capítulos 3 y 4 de la primera carta del apóstol San Pablo a Timoteo. Los papirólogos y científicos han demostrado la autenticidad del descubrimiento de O'Callaghan Esto significa que estas escrituras son anteriores al 80 d.c., lo cual echa por tierra muchas teorías modernas que aseguraban que los evangelios fueron "inventados" posteriormente por la comunidad cristiana. Este evangelio fue escrito para cristianos gentiles; así lo demuestra al traducir vocablos arameos y explicar costumbres Judías. El uso de latinismos y de la alusión a Rufo y Alejandro (15:21) indica que los destinatarios fueron los cristianos gentiles de Roma, siendo así que ese Rufo es probablemente el citado en la Carta a los Romanos 16:13. También se deja entrever que los destinatarios de este evangelio pertenecen a una comunidad amenazada por la persecución, lo cual cuadra con la Roma de los tiempos de Nerón. San Lucas: El mismo evangelista nos dice en el prólogo de su Evangelio (Lc 1:1-4) que utilizó otras fuentes para escribirlo. Muchos estudiosos hoy en día están de acuerdo en que este Evangelio depende del Evangelio de San Marcos. Los eventos le fueron transmitidos por testigos oculares de los mismos. Probablemete fue escrito entre 80-85 d.c. Vemos también que San Lucas en el capítulo 21:5-38 conoce que Jerusalén ha sido destruida, así que escribió después del año 70 d.c.. Además ni el Evangelio de San Lucas ni el libro de los Hechos hacen mención de la persecución de los Cristianos en la última parte del reinado de Domiciano (81-96 d.c.) Por éstos datos también apoyan que este Evangelio fue escrito entre los años 80-85 d.c. Los comentadores bíblicos, tanto antiguos como modernos, no pueden ponerse de acuerdo en cuanto al lugar en que se escribió. Se sugieren Acaya, Roma y Asia Menor. Parece que le escribe a una audiencia de origen gentil. San Lucas no relata las preocupaciones Judías de sus fuentes (San Marcos) y ajusta las tradiciones palestinas a la realidad de los gentiles helenos. Es muy posible que San Lucas esté escribiendo para los Cristianos víctimas de la persecución judía durante los comienzos de la reforma de Yamnia. Sin embargo la audiencia predominante de San Lucas son los Cristianos-gentiles. San Juan San Juan representa una síntesis Cristológica muy elevada, mucho más allá de la de los tres Evangelios Sinópticos o aún de San Pablo. Se descubrimiento un papiro llamado Rylands (en honor a quien lo descubrió), es un fragmento de un código Egipcio que contenía porciones del Evangelio de San Juan 18: 31-33 y 18:37-38. Algunos dicen que este papiro es del año 135 d.c. Y si esto es así, un tiempo considerable tuvo que haber transcurrido para que el Evangelio de San Juan fuera copiado y circulado antes de que llegara a Egipto. Este Evangelio fue escrito probablemente durante los últimos años del primer siglo de la era Cristiana. San Juan escribió para personas conocedoras de la cultura judía y al mismo tiempo en contacto con el pensamiento griego; además se les pone en guardia frente al gnosticismo. Se trata de una comunidad cristiana, probablemente la de Éfeso, que se encuentra amenazada en su fe. En cuanto a la estancia del Apóstol San Juan en Efeso y en la isla de Patmos, la tradición nos dice que vivió un tiempo en Jerusalén y pasó sus últimos años en Éfeso. Se dice que hacia el año 95 d.c. San Juan fue desterrado a la isla de Patmos durante la persecución de Domiciano. Esta isla queda a unos 100 Km de Éfeso. Más tarde durante el reinado de Nerva, hacia el año 96 d.c., le fue permitido regresar a Éfeso y vivió hasta el reinado de Trajano en el 98 d.c. La fecha exacta de su muerte no se conoce; se sabe que fue el último de los Apóstoles en morir y con él, como nos lo enseña la Iglesia, terminó la Revelación Pública.

miércoles, 24 de octubre de 2012

POR QUE SOMOS CRISTIANOS Y CATOLICOS.

SER CRISTIANO CATOLICO. Ser cristiano es entrar por fe en una relación personal con Jesús, reconociéndolo como Dios y Señor de nuestra vida. Así recibimos su amor y nos entregamos a El sin reservas. Esta relación abarca, transforma y conduce todo nuestro ser. El cristiano católico no es una isla sino que es miembro del cuerpo místico de Cristo, La Iglesia, y acepta la plenitud de la fe revelada por Cristo y contenida en el magisterio de la Iglesia Católica, participa de los sacramentos y reconoce la autoridad de los obispos unidos al Santo Padre. "En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos»" -Hechos 11:26 -"Agripa contestó a Pablo: «Por poco, con tus argumentos, haces de mí un cristiano.»" -Hechos 26:28 -"una mujer cristiana" -I Corintios 9:5 -"pero si es por cristiano, que no se avergüence, que glorifique a Dios por llevar este nombre". -I Pedro 4:16 No se sabe quién utilizó este nombre por primera vez. Parece que los cristianos no solían utilizarlo para ellos mismos hasta el segundo siglo. Antes preferían llamarse "hermanos", "discípulos", "creyentes", etc. "No tenemos que pensar que se trata de un paquete de reglas, que cargamos sobre los hombros como una mochila pesada en el camino de la vida. Al final la fe es sencilla y rica: ¿creemos que Dios existe, que Dios cuenta? ¿Pero de qué Dios hablamos? Un Dios con un rostro, un rostro humano, un Dios que reconcilia, que vence el odio y da esa fuerza de la paz que nadie más puede dar. Necesitamos dar a entender que en realidad el cristianismo es muy sencillo y por consiguiente muy rico." Quien deja entrar a Cristo en su vida no pierde nada, absolutamente nada, de lo que hace la vida libre, bella y grande. Sólo con esta amistad se abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera. El no quita nada y lo da todo...Lo que significa seguir a Cristo hoy: Se trata de un cambio interior de la existencia. Se trata de optar entre vivir sólo para mí o entregarme a lo más grande. Hay que tener en cuenta que verdad y amor no son valores abstractos; en Jesucristo se han convertido en una Persona. Al seguirle a Él, me pongo al servicio de la verdad y del amor. Al perderme, vuelvo a encontrarme. Los primeros apóstoles, al igual que los apóstoles de hoy, no fueron heraldos de una idea, sino testigos de Cristo ante todo el mundo. «La aventura de los apóstoles comienza así, como un encuentro de personas que se abren recíprocamente. Para los discípulos comienza un conocimiento directo del Maestro» «Antes de ser enviados a evangelizar, tendrán que "estar" con Jesús, estableciendo con él una relación personal». Por este motivo, «la evangelización no es más que un anuncio de lo que se ha experimentado y una invitación a entrar en el misterio de la comunión con Cristo». «El apóstol es un enviado, pero antes aún es un "experto" de Jesús».«Y esta misión continúa. Siempre continúa el mandamiento del Señor de reunir a los pueblos en la unidad de su amor». Ser cristiano es un don que se recibe en el bautismo impartido con agua en nombre de la Trinidad (Cf. Mt 28, 20). Cristianos son los católicos, ortodoxos, protestantes y evangélicos y otros que creen en la Trinidad. Hoy hace falta recordarlo porque hay quienes no reconocen a los católicos como cristianos. Quieren apropiarse del título "cristiano" sólo para ellos. Crean así falsamente una mutua exclusión entre ser "cristiano" y ser "católico". Dicen, por ejemplo: "Yo era católico pero ahora soy cristiano". Preguntan: "¿Eres cristiano o católico?". Los católicos debemos cuidarnos de no caer en la trampa. Podemos responder: "Soy cristiano y por eso soy tu hermano en Cristo; soy también católico porque creo en toda la fe cristiana". Si bien los católicos reconocemos que nuestros hermanos bautizados de otras iglesias son cristianos no por eso renunciamos a nuestra propia identidad cristiana. Los escritos de los Padres de la Iglesia demuestran que, desde los primeros siglos, los cristianos que estaban unidos a la Iglesia fundada por Cristo eran llamados Católicos. Estos reconocían la plenitud de las doctrinas Apostólicas. San Ignacio de Antioquía, obispo, fue discípulo directo de San Pablo y San Juan. Era ciertamente cristiano y católico. Nadie puede dudar que San Ignacio era cristiano, Porque si me muestro cristiano, tendré también derecho a llamarme así, y entonces seré de verdad fiel a Cristo" (Carta a los Romanos, III, 2). asi que nadie Nadie puede dudar que San Ignacio era católico No es suficiente llamarse cristiano. Tampoco es suficiente llamarse católico. Hay que serlo y por lo tanto vivirlo............Jesús dijo: "El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama" Juan 14,21. San Juan: "Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él." -I Juan 2,4. Hay cristianos que sin culpa desconocen algunas verdades (eucaristía, confesión, etc.) Pero quien desprecia las doctrinas que conoce se hace culpable. El cristiano debe esforzarse por conocer la doctrina verdadera y completa (ortodoxia) y practicarla (ortopraxis). La universalidad de la Iglesia proviene del mandato de Jesús a sus Apóstoles: "Vayan y prediquen el evangelio a toda criatura" Mc 16,15. Jesús fundó una Iglesia para que fuese universal. Para que reuniese en su seno a toda la humanidad. El adjetivo "católica" referente a la Iglesia aparece en la literatura Cristiana con San Ignacio de Antioquía (discípulo de San Juan), por el año 110 AD (Recordemos que la literatura recoge la tradición oral que le precede). En su carta Ad Smyr (A los Esmirniotas 8:2) dice: "Donde esté el Obispo, esté la muchedumbre así como donde está Jesucristo está la iglesia católica". Los estudiosos discuten si "católico" en este contexto significa "universal" o "verdadera/auténtica." La mayoría de los estudiosos favorecen el primer significado, bajo el razonamiento de que así como el Obispo preside la Iglesia local, así mismo Cristo preside la Iglesia universal. San Policarpo, martirizado unos 50 años después de San Ignacio, utiliza la palabra en ambos sentidos: tres veces con el significado de iglesia universal y una vez con el sentido de auténtica. San Pacián de Barcelona, 375 A.D. dijo: "Cristiano es mi nombre, y católico mi apellido. El primero me denomina, mientras que el otro me instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y registrado... Cuando somos llamados católicos, es por esta forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre herético." Durante las persecuciones, desde los primeros siglos, cuando preguntaban a los cristianos a qué iglesia pertenecían decían "a la católica". La Iglesia desde sus comienzos se ha llamado "cristiana" y "católica" indistintamente. La Iglesia es católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes. Los dos significados que prevalecen en el período de los Padres de la Iglesia son los deuniversalidad y ortodoxia. San Agustín utiliza en sus escritos el nombre de "católica" 240 veces entre los años 388 y 420 dC. Los dos significados de la palabra católico, coexistieron por mil años, pero con el cisma del Este-Occidente, la Iglesia Latina se continuó llamando "Católica" mientras que la iglesia del Este adoptó el nombre de "Ortodoxa.".Santo Tomás de Aquino desarrolla los diversos elementos de la teología de la catolicidad. La Iglesia es universal en tres sentidos: 1. Se encuentra en todos los lugares (Cf. Rom 1,8), teniendo tres partes: en la tierra, en el cielo y en el purgatorio. 2. Incluye personas de todos los estados de vida. (Cf. Gal 3,28) 3. No tiene límite de tiempo desde Abel hasta la consumación de los siglos. La Iglesia católica reconoce que también son "cristianos" los bautizados de otras iglesias no católicas que profesan su fe en Jesucristo, Dios y hombre. Pero, aunque otras iglesias contengan elementos de la verdad, solo la Iglesia Católica conserva y enseña sin corrupción toda la doctrina Apostólica y posee la plenitud de los medios de salvación). Los escritos de los Padres Apostólicos demuestran que la esencia de la Iglesia Católica no ha cambiado sino que ha profundizado en el conocimiento.

martes, 23 de octubre de 2012

"El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

Las estrellas no luchan para brillar, los ríos no luchan para fluir, y TÚ nunca tendrás que luchar para sobresalir en la vida, porque es el Señor quien debe brillar, es la luz de Cristo la que debe brillar en tu vida. No trabajes para destacarte en la iglesia, trabaja para que Cristo brille en el corazón de los que buscan de él y que llegan a conocerlo por tu intercesión. Buenos días. Tu sueño no morirá, tus planes no fallarán, tu destino no será abortado, y el deseo de tu corazón será concedido en el nombre de Jesús. Nadie va al río temprano en la mañana y trae agua sucia. Al levantarte esta mañana, que tu vida sea limpia, calmada y clara, como el agua fresca de la mañana, como la luz de Cristo que debe brillar dentro de ti y que se debe avivar cada día. Evangelio según San Lucas 14, 1.7-14. "Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". Jesús fue invitado a casa de un fariseo para comer. Observando el comportamiento de los comensales, apreció que procuraban escoger los puestos principales, lo cual de dio pie para proponer una enseñanza, que va más allá de lo que en principio parece. «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste”, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.» Lc 14, 8-11 Más allá de lo que parece una mera norma de cortesía, o de mostrarse humilde ante los demás, creo que se puede extraer de aquí una enseñanza más profunda. Aquellos que se abalanzan sobre los mejores puestos, son aquellos que se consideran importantes por lo que han hecho, y por tanto, merecedores de un lugar preferente. En la vida de fe, son aquellos que se creen muy buenos por hacer muchas cosas buenas, que consideran que se salvan en base a sus propios méritos. En el fondo, sólo se ven a sí mismos, y creen que Dios les tiene que agradecer el cumplir con los preceptos. Son aquellos que no trabajan donde les corresponden porque no pueden sobre salir ante los demás hermanos. Son los que quieren hacer las cosas sólo donde y cuando puedan ser aplaudidas por los demás. En definitiva, dicha actitud es la actitud de los fariseos (“¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.” Lc 18, 11-12). Los que se quedan en cambio en último lugar, son aquellos que habiendo sido invitados, consideran incluso que no son merecedores de compartir la mesa con los otros, en apariencia más importantes. No se atribuyen nada a sí mismos. En la vida de fe, son aquellos que saben que todo lo que poseen les ha sido concedido gratuitamente, que no pueden en justicia esgrimir mérito alguno para exigir a Dios o a sus hermanos de fe un premio a cambio. Son, en palabras de Cristo, sus "pobres en el espíritu" (“¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!”Lc 18, 13). En definitiva, Cristo nos enseña la actitud que debemos tener para ser sus seguidores: no atribuirnos nada bueno a nosotros mismos, pues todo lo que tenemos lo hemos recibido en préstamo, y no considerarnos mejores que los demás, hagamos lo que hagamos, pues nuestras acciones por sí solas, sin el amor que Dios deposita en nosotros, no valen nada ("¡Si nadie puede redimirse ni pagar a Dios por su rescate!" Salmo 49, 7). Sólo aquellos que se sitúan en último lugar, serán escogidos por Dios para ocupar los puestos más importantes, pues su actitud humilde ante Dios los convierte en instrumentos privilegiados de Su Amor: Por eso fue escogida la Virgen María para ser la Madre del Salvador: Magnificat (Oración de la Virgen María ante la anunciación del milagro de Dios) “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos”. Lc 1, 46-55. Siempre he visto como en las iglesias hay muchos que trabajan para ser reconocidos por lo poco que hacen en lugar de trabajar verdaderamente por el Señor y por hacer el trabajo verdadero necesita. Muchos que sólo aparecen en el momento en que necesitan algo de la iglesia, y que para colmo profana el sacramento de la comunión, otros que prefieren estar en los lugares amplios y cómodos donde sólo tiene que ir a “Billar” ante los ojos de los demás pero el Señor ve hasta lo más oculto que hay en nuestros corazones (Romanos 2,16) El único pecado que Dios no perdona es la blasfemia contra el Espíritu Santo o su Santo nombre y hacer pantalla ante los demás como servidores de Cristo nos hace Ángeles de luz, que son aquellos que dicen tener la luz de Cristo pero son de las tinieblas. El celo de Dios es grande en mi corazón y por eso no tolero que se profane en Santo nombre de aquel que se entregó por mi y por ti. A cada uno le llega su hora. El Señor busca adoradores en espíritu y verdad tener la actitud de los hipócritas que se enaltecen no es ser verdadero cristiano. "Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

LA VIDA DEL CRISTIANO.

Seguimos avanzando hacia la correcta comprensión de lo que significa ser cristiano. Con la conversión y el nuevo nacimiento, el buen Pastor no ha terminado su labor; por el contrario, la ha comenzado. Ahora el cristiano es su hijo y Dios es su Padre, a quien debe amar, obedecer, y en quien debe confiar. Anteriormente apuntábamos a la idea de que todo creyente goza de una excelente posición en Cristo. Sin embargo, este mismo enaltecimiento no debe pronunciarse en el terreno de la teoría, sino que ha de tener una clara repercusión en el mundo del que formamos parte. Es decir, la persona que se convierte a Dios es cristiana... pero sus circunstancias también lo son. Por lo tanto, su forma de pensar y manera de comportarse, se habrá de ajustar necesariamente a esa nueva realidad. A partir de la salvación, que es instantánea (pero a la vez progresiva), comienza la aventura de la vida cristiana, donde se vislumbra un largo y a veces difícil camino por recorrer. A tenor de lo dicho, se halla un significado práctico del término cristiano que es determinante para poder apropiarse de este magnífico título, y que por otra parte obedece al sentido original que se encuentra en las mismas Escrituras. (Hechos 11:19-26) Curiosamente, estos impulsores del Cristianismo no fueron llamados cristianos sólo porque habían experimentado la salvación, sino principalmente porque seguían a Jesucristo, porque eran fieles discípulos de Él. Así, pues, cristiano, originalmente hablando, significa «seguidor de Jesucristo». Teniendo presente esta enseñanza bíblica, aceptamos que el cristiano lo sea primeramente por su posición en Cristo, pero a la vez también por la demostración práctica de su condición como tal. «El que dice que permanece en él, debe andar como él (Cristo)anduvo» (1 Jn. 2:6). Con esta identificación tan especial, es preciso destacar la importancia del discipulado que ha de producirse posterior a la conversión. Desde luego, nadie nace enseñado. El cristiano recién nacido espiritualmente en ningún modo es perfecto, y desde su imperfección, pero con la asistencia de Dios, habrá de comenzar el proceso de crecimiento espiritual. En relación con el tema, existen dos enfoques sobre el discipulado que hay que saber distinguir. El primer discipulado es impartido por otros cristianos con madurez espiritual, donde de una forma personal, bien sea en el ámbito particular o a través del ministerio eclesial, transmiten al recién convertido los fundamentos espirituales, doctrinales y éticos, concluyendo en la manera como debe proceder según la Palabra de Dios. A partir de ahí, el recién convertido obtendrá las herramientas suficientes para proseguir con cierta autonomía; dependiendo siempre de la gracia divina, claro está. Este discipulado al que nos referimos puede extenderse durante dos o tres años, donde en tal periodo el cristiano iniciado formará las bases doctrinales y éticas, que a su vez recibirá por medio de la lectura y meditación de los Escritos sagrados, por el estudio sistemático de las doctrinas cristianas, por la oración, y por el compromiso con Dios y su Palabra; además de ejercitar sus dones de forma adecuada y progresiva a través de su servicio en la iglesia. Este periodo de disciplina, definitivamente, formará el soporte donde construirá el edificio de su madurez espiritual y estabilidad cristiana. El segundo discipulado también comienza en el momento de la conversión, y por supuesto incluye el primero. Éste es el que depende de la buena relación con Dios y con su Palabra, e indudablemente dura toda la vida. «Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios» (Jn. 6:45). En este proceso de aprendizaje, es donde también se contempla el seguimiento a Jesucristo. El llamamiento es para todo discípulo suyo: «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis» (Jn. 13:15). Así, la finalidad de todo cristiano consiste en llegar a ser como Jesús, reproduciendo su carácter virtuoso y calidad de vida humana. Esto se consigue meditando en los evangelios acerca de la vida y ejemplo del Maestro, y conociendo su manera de hablar y de conducirse, así como sus reacciones, conducta, integridad, y demás cualidades... Como bien recomendó el apóstol Pedro, Cristo nos dejó su ejemplo para que sigamos sus pisadas (1 P. 2:21). En resumidas cuentas, el primer discipulado tiene que ver con nuestra relación eclesial de hermandad y comunión cristiana, donde el Señor interviene de forma colectiva. El segundo, a la vez, se origina por medio de nuestra relación particular con Dios y seguimiento a Jesucristo. «Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.(Ef. 5:1). El cristiano ha sido transformado, para ser formado. Esta expresión de la vida espiritual, aplicada en el ejercicio de la vida cotidiana, se define en tres ámbitos fundamentales: en nuestra relación con Dios, con el prójimo, y con nosotros mismos. Así, nuestro servicio cristiano se establece en forma dinámica, y éste se desarrolla precedido por un sentimiento de amor verdadero a Dios, por el cual todo cristiano intentará corresponder, en gratitud, al infinito amor de Caminar con Dios es la experiencia más bella y extraordinaria que puede alcanzar el ser humano. La expresión bíblica «y caminó Enoc con Dios» (Gn. 5:22), contiene la esencia de un cristianismo sustentado en la verdad última. Vivir junto al Creador, es lo que permite obtener la excelencia de la vida. Esto forma parte de su experiencia vital y de una realidad profunda que da sentido a su vida. Dios representa el todo y no hay nada más importante que hacer su voluntad; y, podemos afirmar que sin la impronta de su presencia, las cosas materiales se ven insignificantes y carecen por completo de valor. Por todo ello, es preciso destacar la importancia que tiene la relación personal con Dios, pues nuestro acercamiento o alejamiento de Él, determinará en gran medida la validez de nuestra vida aquí en la tierra. Reiteramos que por las Sagradas Escrituras conocemos mejor a Dios y su voluntad para con nosotros. Con este propósito, antes de conquistar la tierra prometida, Josué recibió unas recomendaciones muy especiales: «Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien» (Jos. 1:8). Además, del cristiano agradecido brotará un sentimiento de adoración, que resultará la expresión a Dios de su reconocimiento: por lo que Él es, y por lo que ha hecho por nosotros. «Porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren» (Jn. 4:23). En esta nueva realidad, todos los cristianos debemos permitir, con verdadera entrega, que el Espíritu de Jesucristo gobierne nuestro ser, cediéndole voluntariamente el control de nuestra vida. De esta manera su presencia y poder permanecen día a día con nosotros: «Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt. 28:20). Es preciso tener en cuenta que el cristiano no es un ser extraño, raro, o enigmático. Por el contrario, no hay ser humano más «humano» que el cristiano. Parece de orden elemental establecer una estrecha conjunción, pues nuestra buena comunión con el Padre eterno, deberá mostrarse obligatoriamente en el amor práctico hacia aquellos que nos rodean. Después de todo lo expuesto hasta aquí, es inevitable advertir que el verdadero creyente no es seguidor de Jesucristo en la mística particular, sino como debe ser, en el escenario de la vida cotidiana. Por consiguiente, el que profesa ser cristiano abogando por una vida celestial, y a la vez aborrece a su prójimo en la vida terrenal, sea en el entorno familiar, social o eclesial, seguramente es porque no ha conocido el amor de Cristo y por lo tanto todavía permanece en tinieblas (1 Jn. 2:9). El cambio interior y renovación de vida que ha experimentado el creyente en la conversión, debe encontrar su lugar principalmente en el seno de la familia. Bien podemos prever que donde más confianza existe, es donde a la vez resulta más difícil mantener el testimonio fiel de nuestro amor al prójimo. Por ello las implicaciones familiares que conlleva nuestra identidad cristiana, son las más difíciles de poner en manifiesto; aunque, a decir verdad, las que se plantean como prioridad en el culto práctico que debemos rendir a Dios. No son pocas las que a menudo, rotas por el alcohol, el juego, las drogas, la infidelidad o las desavenencias conyugales, se han visto restauradas por completo gracias a la conversión de sus miembros. Ahora el amor y la paz reina en muchas familias quebradas, y la armonía parece coronar la relación de sus integrantes. Cientos de hogares desestructurados, privados de orientación, apáticos por el sinsabor de la vida, han encontrado en Dios la ilusión y el verdadero significado de la comunión fraternal. No cabe la menor duda de que cuando la Palabra de Dios constituye el centro del hogar, sus miembros descubren una nueva y única razón por la que juntos vivir su integridad familiar... Dicho esto, debemos recordar que la iglesia, aparte de individuos, está compuesta por familias. Es verdad que no se puede decir esto de todas las familias cristianas, pues algunas viven un cristianismo contradictorio: hablan del amor de Dios en la iglesia, y luego con sus hechos lo niegan en la familia... Pese a esta gran paradoja, no deberíamos de fijar la atención en las incoherencias de nuestra deslucida Cristiandad, sino en Cristo y en su Palabra. De tal modo, la iglesia es el lugar diseñado por Dios para que se pueda llevar a cabo un proyecto comunitario, desde donde se procure el bienestar físico y espiritual del cristiano. Éste es adecuadamente enseñado en un clima de confort, donde al tiempo se practica la comunión fraternal, se comparte la fe, y se aplican los principios bíblicos presentados por Jesús para la mutua edificación. Visto el sentido colectivo de la iglesia, no debemos descuidar nuestras responsabilidades de fraternidad cristiana, porque de ser así, nuestros hermanos sufrirán las carencias de toda falta de amor práctico. «Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios» (He. 13:16). Con espíritu comunitario, Dios es alabado y glorificado por cada miembro en particular. Así también, el escritor del Salmo elevaba su cántico de adoración a Dios, diciendo: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos. En medio de la congregación te alabaré» (Sal. 22:22). Como ha ocurrido desde la antigüedad, buena parte de la llamada Iglesia cristiana se ha convertido en una mera institución humana, apartada en gran medida de los propósitos originales de Dios; sin descartar que haya verdaderos convertidos en ella, desde luego. Aunque, no debemos distanciarnos de los fundamentos bíblicos, pues la Iglesia de Cristo, lejos de instituciones jerarquizadas, se presenta en la Escritura como el grupo de personas salvadas, sean dos o tres, y reunidas para adorar a Dios y bendecir al prójimo. Así es como Jesús promete su particular presencia en medio de su pueblo: «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt. 18:20). Se presupone que el cristiano no vive su espiritualidad dentro de una burbuja, alienado de la sociedad y de su problemática. El ruego de Jesús al Padre no fue para que permanezcamos separados del mundo, sino para ser guardados del mal (Jn. 17:15). Nuestra sociedad expectante y confusa, espera ver una coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. ¿Tiene alguna responsabilidad el cristiano con el mundo? Indiscutiblemente. Somos sal y luz, según Mateo 4:13,14. Y nuestra influencia cristiana, como tal, ha de manifestarse en nuestro entorno, aun en las áreas más cotidianas, como pueden ser las profesionales, domésticas, educativas, cívicas, y demás ámbitos. El anuncio de Dios es para la salvación de todos los hombres; y nuestro encargo es, en suma, indicar al mundo el camino de la Vida. La evangelización, tanto en su dimensión verbal como ejemplar, fue practicada de forma natural por el cristianismo primitivo: «Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio» (Hch. 8:4). El discípulo de Cristo, por tanto, debe dar testimonio de su fe, sin perder de vista que su estado espiritual es el que va a determinar toda coherencia evangelizadora. Las palabras de Jesús, en este aspecto, son alentadoras: «Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos» (Hch. 1:8). Una vez convertido, el creyente comienza una relación de amistad con Dios, y asimismo adquiere un compromiso con el prójimo. Pero además de este compromiso colectivo, no debemos pasar por alto la responsabilidad que tenemos en cuanto a nuestras propias personas. «Ocupaos en vuestra salvación» (Fil. 2:12). El creyente recién nacido, tiene como meta inicial crecer y madurar espiritualmente. De un bebé se espera que con el tiempo llegue a conseguir la evolución psíquica y biológica propia de cada etapa del crecimiento. Del mismo modo que el desarrollo del neonato forma parte de un proceso natural, así lo es también en el progreso espiritual del recién convertido. «Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo» (2 P. 3:18). A este perfeccionamiento se une la santidad, que conlleva el despojarse de los hábitos antiguos de la vida pasada, incorporando la nueva forma de vida en Cristo, para que así nuestra comunión con Dios marche desprovista de todo pecado que pueda obstaculizar el necesario avance espiritual. En ningún modo debe darse lugar al pecado, pues entorpece la buena relación con Dios, y el crecimiento cristiano por ende se puede ver paralizado. Todo ello, a la vez, causado por la influencia directa del Espíritu de Dios, y por la mediación de su Palabra viva y eficaz. Sepamos que todas las enseñanzas y promesas bíblicas que el cristiano permita integrar cada día en su mente y corazón, obrarán positivamente ayudándole a consolidar el «nuevo hombre» interior creado en Cristo Jesús (Ef. 4:24). Y, en la medida de su crecimiento, también irá adquiriendo una mayor comprensión de Dios, de sí mismo, y de las circunstancias que le rodean. En el transcurso de toda experiencia cristiana, se hallan tropiezos que pueden impedir el avance del necesario progreso espiritual. Dios es el Padre amoroso dispuesto a perdonar nuestros pecados, las veces que sea necesario, pues Cristo pagó por todos ellos, incluyendo también los que todavía no hemos cometido. Lo importante, en este punto, es no mantenerse caído, sino en volver lo antes posible a reconciliarse con Dios, y con la ayuda de Él intentar no sucumbir otra vez a la tentación. La promesa bíblica se hace siempre efectiva: «Si confesamos nuestros pecados, él(Dios) es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1 Jn. 1:9). Puede ocurrir que en esos momentos precisos tal vez no sintamos el perdón prometido en su Palabra. Pero, no es cuestión de sentimientos, sino más bien de creer en lo que Dios dice. Él no puede mentir. Una vez levantado, el Espíritu Santo le ayuda en el proceso de restauración espiritual, dándole consuelo, fuerzas y valentía, para seguir el camino con ánimo y esperanza renovada. Y aunque en cierto sentido el «yo» carnal, llamado el «viejo hombre» (Ef. 4:22), se encuentre encarcelado y sujeto a la voluntad del creyente, en el poder del Salvador, no obstante en cualquier momento puede tomar el control, si en decisión propia le abrimos la puerta. No perdamos de vista que el viejo y el nuevo hombre conviven en una especie de «alianza», donde el nuevo debe subyugar al viejo, y no al revés; para ello poseemos las fuerzas del Espíritu de Dios, «el cual nos lleva siempre en triunfo» (2 Co. 2:14). Es verdad, si de alguien no debemos fiarnos, es precisamente de nuestro corazón. Por ello tenemos la Palabra más segura, que es la Biblia, la Revelación escrita del Dios único y verdadero que nos ha creado, y por consiguiente conoce a la perfección los recónditos más insondables de nuestro ser. Y en su Palabra se nos advierte seriamente de nuestro pecado interior, al que no debemos en ninguna manera darle rienda suelta. A todo ello incluimos los pecados de omisión, es decir, aquello que sí deberíamos pensar, decir o hacer, pero que muchas veces pasamos por alto: «Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado» (Stg. 4:17). Entre tanto, la mayor conciencia que adquirimos de nuestro egoísmo personal, nos conducirá a desear la santidad y aborrecer la maldad en todas sus formas, apercibiéndonos así de nuestra grave insuficiencia para servir a Dios. Es cierto, no hay nada peor que ser egoísta y no darse cuenta de ello. Reconozcamos nuestra condición, porque todos somos egoístas por naturaleza, unos más que otros. Pero, en cualquier caso, la vida del cristiano fiel no se ha de prestar ego-céntrica, sino cristo-céntrica. Por ello debemos desechar todo egocentrismo, pues nuestros valores son los de Cristo Las ideas que se extienden entre los ámbitos religiosos sobre la existencia y obra de Satanás, son de lo más variopintas. Pese a las distintas opiniones, lo cierto es que en las Páginas sagradas se presenta la existencia real de un ser maligno, que después de Dios fue y aún es el más poderoso. Por el contrario, en esta confrontación es participante activo de la gran lucha que se libra en la esfera espiritual: «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Ef. 6:12). Luego, Satanás es el representante del mal, el rey de las tinieblas de este mundo. La opresión satánica es innegable, y hoy más que nunca se manifiesta de múltiples maneras, desde las más descaradas y evidentes, hasta las más sutiles y escondidas. . Sin ser motivo de obsesión, lo cierto es que no debemos ignorar la existencia del Diablo y su intervención maléfica. Él intentará hacer lo imposible para que desviemos nuestra mirada del Dios salvador y perdonador... Pese a todo, los cristianos conservamos la calma, porque el Omnipotente nos guarda, nos protege, y nos ayuda a combatir todas las tentaciones que puedan aparecer. Aunque, si bien es verdad, también se requiere de nosotros fe, firmeza, y perseverancia en seguir los preceptos bíblicos. El Diablo es el acusador de todo pecador salvado, y su empeño está en señalar cada pecado cometido. Pero Cristo es nuestro abogado y defensor, y no permitirá que ningún discípulo suyo sea cautivado por el poder de las tinieblas. Comprendamos que Satanás no posee autoridad alguna sobre el cristiano, pues como ya hemos indicado es propiedad divina, y todo lo que le acontezca, sea bueno o aparentemente malo, sucede bajo la voluntad permisiva de Dios. Por nuestra parte, perseveremos con firmeza, resistiendo la tentación, y sobre todo manteniendo plena confianza en nuestro Padre celestial, pues Él vela en todo momento. Dios parece muchas veces estar completamente ausente de nuestra sociedad, y los valores que se promueven al respecto, son extraños a su voluntad. Un mundo materialista, que ante todo se caracteriza por su secularización, establece la norma que debemos seguir: primero yo y después yo...Con esta carrera frenética se hace difícil la vida, y testificar de Cristo, por tanto, resulta un verdadero conflicto para cualquier cristiano. No parece nada sorprendente la formulación bíblica: «Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios» (Stg. 4:4). Es cierto, la persecución silenciosa que vive la Iglesia, es cada vez mayor. El crecimiento de los valores mundanos y su nefasta influencia, parece ser imparable; incluyendo también los diferentes aspectos de la religión oficial, muchos de ellos establecidos sobre intereses terrenales. Para el cristiano fiel no existe obstáculo que se interponga en su crecimiento, en el desarrollo de su espiritualidad, y en el plan especial de Dios para su vida personal. Mantengamos la constancia en el poder de Dios, porque la providencia de lo Alto nos envuelve, y así somos guardados de todo mal. «Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo» (1 Jn. 1:4). El mayor enemigo del cristiano no es Satanás, ni el mundo... es él mismo.

lunes, 22 de octubre de 2012

La diferencia entre el cristianismo y el paganismo‏

En el cristianismo se concentraba el hombre solamente a sí mismo, se desligaba de la conexión con el mundo entero, se convertía en un factor satisfecho de sí mismo, en un ser absoluto sobre y extranatural. En cambio, los paganos, recogidos en sí mismos, no ocultándose de la naturaleza, limitaban su subjetividad por la contemplación del mundo. Por más que los antiguos celebraran la gloria de la inteligencia y de la razón, eran, sin embargo, tan liberales y objetivos como para dejar vivir también lo contrario del espíritu o sea la materia, y de dejarla vivir eternamente, tanto en la teoría, como en la práctica. Los cristianos, en cambio, demostraban su intolerancia práctica y teórica también por el hecho de que creían en la destrucción del mundo, por ser esto lo contrario de la sujetividad. Los antiguos eran libres de sí mismos; pero su libertad era la libertad de la indiferencia hacia sí mismos; los cristianos eran libres de la naturaleza, pero su libertad no era la libertad de la razón. A los antiguos les encantaba el cosmos de tal manera, que se olvidaban de sí mismos contemplándolo, creían ser una nada frente a él; los cristianos despreciaron el mundo, pensando: ¿qué es la criatura en comparación con el Creador? ¿Qué son el sol, la luna y la tierra en comparación con el alma humana? El mundo perece; pero el hombre es eterno. Cuando los cristianos desligaban al hombre de la comunidad con la naturaleza, creyendo por eso mismo en el extremo de una figura noble, que ya designaba a la remota comparación del hombre con el animal, como una lección atea de la dignidad humana, los paganos cayeron en el otro extremo, en la vileza que destruye la diferencia entre el animal y el hombre. Los paganos contemplaban al hombre no solamente en relación con el universo; pues ellos consideraban al individuo sólo en relación con otros hombres, en relación con una comunidad. El concepto del hombre como individuo, era para los antiguos un concepto derivado, deducido del concepto de la especie o de la comunidad. Aunque ellos apreciaban mucho la especie, las cualidades de la humanidad, y la inteligencia, al individuo lo despreciaban. En cambio, el cristianismo se despreocupa de la especie fijándose únicamente en el individuo. El cristianismo (no el cristianismo de hoy, que está penetrado por la cultura pagana y sólo, ha retenido el nombre y algunas sentencias generales del cristianismo y es lo contrario directo del paganismo), sólo se concibe verdaderamente y sin ser disfigurado por la interpretación especulativa y arbitraria, si se le considera como punto contrario del paganismo. Los antiguos sacrificaban el individuo a la especie; los cristianos, la especie al individuo, O sea: el paganismo consideraba y contemplaba al individuo sólo como una parte en oposición a toda la especie; en cambio el cristianismo sólo lo contempla en unidad inmediata y no diferenciada con la especie. Para el cristianismo, el individuo era el objeto de la providencia inmediata, es decir, un objeto inmediato de la esencia divina. Los paganos creían en una providencia del individuo sólo a raíz de la especie, de la ley, del orden universal; luego, creían solamente en una providencia mediata y natural no milagrosa, pero los cristianos rechazaron la mediación y se pusieron en contacto directo con el ser general que abarca y que lo prevé todo. Mi sabiduría, mi voluntad son limitadas; pero mi límite no es el límite de los demás, menos aún de la humanidad; lo que a mí me cuesta, es fácil para el otro; lo que para un tiempo es imposible, inconcebible, es posible y concebible al tiempo venidero. Dios no es otra cosa entre los cristianos que la contemplación de la unidad inmediata que reina entre la especie y el individuo, el ser general y especial. La idea suprema, desde el punto de vista de la religión o de la teología es: Dios no ama, Dios es el amor; Dios no vive, Dios es la vida; no es justo, sino que es la misma justicia; no es una persona, sino la personalidad misma -es la especie, es la idea como algo directamente real. Dios es el amor, la verdad, la belleza, la sabiduría, el ser perfecto y general, Dios es la propia esencia del hombre -luego los cristianos se distinguían de los paganos por el hecho de que identificaban al individuo directamente con la especie, porque para ellos el individuo tiene el significado de la especie, porque el individuo vale por si sólo como la existencia perfecta de la especie, y porque deifican al individuo humano, haciendo de él el ser absoluto. Los cristianos individualizaban la inteligencia, los paganos hicieron de la misma un ser universal. Para los paganos, la razón, la inteligencia, era la esencia del hombre; para los cristianos sólo es una parte de ellos. Por eso, para los paganos sólo la inteligencia era la especie; en cambio, para los cristianos es el individuo inmortal, es decir, divino. De ahí resulta la diferencia ulterior entre la filosofía pagana y la cristiana. La ausencia entera del concepto de la especie en el cristianismo, la documenta especialmente su doctrina característica de la pecaminosidad general de los hombres. Pues la base de esta doctrina es que el individuo no debe ser individuo, una exigencia que a su vez tiene por fundamento la suposición de que cada individuo es un ser perfecto y la representación o existencia completa de la especie.Todos los hombres son pecadores. Convenido; pero no todos pecan de la misma manera. Hay una grande y hasta esencial diferencia entre ellos con respecto a eso. El uno tiene una inclinación hacia la mentira, pero el otro no: daría su vida no por faltar a su palabra o mentir; el tercero tiene una inclinación hacia la bebida, el cuarto hacia la vida sexual y el quinto no tiene ninguna de estas inclinaciones, ya sea debido a la gracia de la naturaleza, ya sea debido a la energía de su carácter. Luego, los hombres se completan tanto en lo moral como en lo físico e intelectual; de manera que son en total así como deben ser representando en su totalidad al hombre perfecto. El individuo es defectuoso, imperfecto, débil y exigente; por el amor es fuerte, perfecto. Pero, así como el amor, obra también la amistad; por lo menos donde es verdadera y sincera, donde es una religión, así como era entre los antiguos. Los humanos se completan; la amistad es un medio de la virtud y más aún: es la virtud misma, pero una virtud común

viernes, 19 de octubre de 2012

Las 10 Supersticiones mas comunes y otras muchas mas.

Toca madera, cruza los dedos no pases por debajo de esa escalera, evita el trece y el gato negro Conoce las 10 supersticiones más comunes y su origen 1.-El Color Amarillo La tradición cristiana asoció este color con el del azufre de los infiernos y le dio una significación peyorativa convirtiéndolo en imagen del orgullo, de la falsedad y la traición. Es además el símbolo del adulterio. En la Edad Media, los herejes y los apestados vestían de amarillo. A principios del siglo XIII, el Papa Inocencio III estableció los colores de la liturgia y excluyó el amarillo, por lo que es el único que está ausente de los rituales católicos. Asociado al sol y al oro, sin embargo, el amarillo es el color de Apolo, dios de la luz, y el emblema del poder de emperadores, reyes y príncipes. Entre los primeros cristianos, el amarillo oro representaba la vida eterna, la fe y el amor divino, y durante la Edad Media se solía representar a San Pedro con una túnica de color dorado. 2.-Pasar por debajo de una escalera da mala suerte: Si alguien, por despiste, ha traspasado el nefasto triángulo, tiene numerosos recursos para conjurar la mala suerte: hacer el signo de la figa, cruzar los dedos hasta ver un perro, escupir tres veces a través de los escalones o una vez por encima del hombro derecho, escupir en el zapato y continuar el camino sin volverse hasta que la saliva esté seca. Saltarse un escalón al subir anuncia un revés de fortuna y caerse de una escalera, además de la posibilidad de partirte la cabeza, significa pérdida de dinero. Con respecto a las escaleras que unen dos pisos, se recomienda hacer el signo de la cruz al pisar el primer escalón para evitar un tropezón. Caerse por una escalera es de buen augurio si ocurre subiendo, pero un mal presagio si es bajando. Cuando a mitad de las escaleras se acuerda uno de que ha dejado olvidada alguna cosa, se recomienda primero subirlas todas y luego bajar por ella, para evitar la mala suerte. y contrariedades bajarla. Fuera del mundo de los sueños está considerado de buen augurio y signo de próxima boda caerte por la escalera si en ese momento la vas subiendo, y por el contrario de mal agüero y signo de asistencia a un funeral caerte si las estás bajando (dependiendo de la gravedad de la caída podría ser el propio: mucho cuidado). La mala suerte de esta superstición se debe a que cuando la escalera se apoya contra la pared forma un triángulo, que la tradición popular identificó con el símbolo de la Santísima Trinidad. Antiguamente el pueblo llano pensaba que estaba prohibido pasar por debajo de este arco sagrado. Otra versión plantea que este triángulo corresponde al que formó la escalera por la cual se bajó el cuerpo de Cristo con la Cruz y el suelo. Se decía que en este triángulo vivían la maldad y el diablo. En la Biblia, Génesis, 28, 12, se relata la visión de la escalera de Jacob, que se apoyaba sobre la tierra y tocaba con la cabeza en los cielos, y por la que subían y bajaban los ángeles de Dios. 3.-Romper un espejo da mala suerte. Esta creencia es común en todo Occidente cristiano, se sitúa entre las supersticiones más citadas y proviene para algunos del uso adivinatorio del espejo. En las sesiones de craptomancia de los antiguos griegos, la rotura del espejo anunciaba la muerte. Los factores económicos son también para algunos, el objeto de esta superstición. Los primeros espejos se fabrican en Venecia durante el siglo XV y estaban recubiertos por una lámina de plata. Eran muy caros, y las señoras para evitar que se rompieran, advertían a los criados que un espejo roto equivalía a siete años de mala suerte. El mal agüero del espejo roto es que hay que comprar otro. Tampoco desaprovecha la ocasión el refranero para criticar a las mujeres que pierden el tiempo ante el espejo: Si mejorada tu casa quieres ver, rómpele el espejo a tu mujer. El arte de la adivinación por medio del espejo se llama catoptromancia y se realiza mediante una persona que se mira fijamente hasta quedar hipnotizada, momento en el cual se le hacen todo tipo de preguntas. Originario de Persia es uno de los sistemas de adivinación más antiguos. En Grecia, durante el siglo VI antes de Cristo, se llevaba a cabo con espejos de metal brillante, como el cobre, bronce, plata y oro. En la Edad Media y en la época moderna, se recurría a la ayuda de un niño o de una muchacha virgen, a quienes se le vendaban los ojos y se le colocaba delante o detrás, un espejo. En 1326, el papa Juan XXII amenazó con la excomunión a los que practicaban la catoptromancia, pues era una creencia muy extendida que los demonios encontraban a veces refugio en los espejos. 4.-Gato... ¿negro? En Egipto el gato estaba considerado como la reencarnación de los dioses en el trance de comunicarse ocn los hombres y manifestarles su voluntad. Los gatos también eran momificados y todo aquel que se atrevía a matar un gato era acreedor de la pena de muerte. En el siglo XII la Iglesia comenzó una persecución a los gatos, a los que consideraba símbolo del diablo y cuerpo metamórfico de las brujas. Se alentó de tal forma esta persecuón que llegó a convertirse en espectáculo la quema de estos animales en las hogueras la noche de San Juan. Se reivindicó la existencia de los gatos a partir del XVII debido a su habilidad para la caza de ratas, causantes de temibles y desoladoras plagas. Durante el siglo siguiente recuperó su prestigio y por su belleza sirvió como modelo para múltiples cuadros y esculturas.. La dualidad del gato como símbolo de la divinidad y de la representación demoníaca dio lugar a que en las supersticiones relacionadas con él se le considere representante de la mala o la buena suerte, según las circunstancias o lugar en que naciesen. Se dice que el vaticinio es nefasto si se cruza en el camino de una persona de derecha a izquierda. También que pierde este carácter de madad si tiene un lunar blanco en alguna parte del cuerpo. En Europa y Norteamérica se considera que un gato negro trae buena suerte si camina hacia ti, pero si se aleja se lleva la suerte consigo. Lo mismo sucede si el gato se cruza de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, considerado de mal agüero. 5.-Toco Madera La madera, como todo el mundo sabe, es esa parte sólida de los árboles que está debajo de la corteza y que tantas utilidades tiene. Las supersticiones relacionadas con ella suelen tener carácter positivo. Tocar madera tiene su origen en la madera de la Santa Cruz y en la veneración de que ha sido objeto las reliquias de trozos de madera de ella. También se dice que el origen de la superstición se encuentra entre las costumbres paganas de los druidas y magos de otros tiempos, que recurrían a la madera como a una "toma de tierra" para las malas vibraciones. De esta última versión viene la exigencia de que cuando se toca madera ésta no debe tener "patas", es decir, que no valen ni mesas, ni sillas... También se dice que cuando alguien se jacta de algo, por ejemplo "nunca me he roto un hueso", tiene que tocar madera inmediatamente para que continúe la buena suerte que hasta ese momento le ha acompañado. Cuando una persona hace gala de su buena estrella se cree que también debe tocar madera. Se decía que traía buena suerte encontrar por la mañana a alguien con una pata de palo. No había que mirar hacia atrás y seguirlo con la vista porque entonces se tendría un disgusto. Se cree que poseer objetos de madera perfumada es augurio de buena suerte. 6.- Mal de Ojo Se suponía que algunas personas, brujas y hechiceras, especialmente si gozaban de alguna característica especial en los ojos, tenían el poder de causar enfermedades y desgracias con su mirada. se decía que los niños eran más propensos que los adultos a ser víctimas del mal de ojo. Es curioso citar aquí el famoso proceso de las brujas de Salem en el cual una de las procesadas, la señora Bishop, fue acusada de mirar de tal modo a las muchachas del lugar que se desploaban inmediatamente. La otra receta es escribir con azafrán, alcanfor y lágrimas del enfermo la palabra ABAYA en una escudilla de madera; se echa agua rosada en la escudilla y se da de beber al paciente víctima del mal de ojo. Así mismo hay multitud de remedios y amuletos que protegen del mal de ojo, como el ajo, los objetos de oro y plata, los pedazos de cuerno y las herraduras. 7.-Abrir un Paraguas dentro de una Habitación Nunca ha de abrirse un paraguas en el interior de la casa, ni siquiera en un recinto cerrado y tampoco en el vestíbulo o porche de cualquier lugar. Contravenir este precepto da rienda suelta a un mal que, en ocasiones, puede desencadenar la muerte. Esta superstición es relativamente reciente, puesto que los paraguas, como tales, no fueron introducidos en Europa hasta el siglo XVII. Su simbología procede, no obstante de los parasoles orientales, símbolos de la realeza que dimana de la divinidad, y del palio. Desde ese ángulo, se interpretaba que usurpar la condición divina por medio del uso del paraguas o la sombrilla e interrumpir el itinerario del reino de la luz (el sol) contribuía a desairar a los dioses y sólo se permitía que, excepcionalmente, sustituyera al recinto personal de cobijo y protección (la casa) en las salidas al exterior. Así, el abrir el paraguas en casa constituye una doble provocación: por un lado, a la dignidad de los dioses, y por otro, al libre curso del reino de la luz. No obstante la simbología oriental que establece una vinculación del paraguas (artefacto moderno) con las fuerzas, maléficas y benéficas, de la naturaleza persiste en nuestro país y, en esa línea el que abre un paraguas en día soleado ha de ser consciente de que está invocando, cual anónimo chamán, la lluvia. Si el paraguas se nos cae, anuncia una decepción en el plano amoroso o de los negocios. En este caso, ha de ser siempre otra persona la que lo recoja del suelo para, de este modo, evitar el riesgo. Si un paraguas abierto se usa de ventilador, girándolo y girándolo, espanta la suerte y si, impulsado por el viento, se vuelve hacia atrás, también. No se puede colocar un paraguas sobre la cama y tampoco sobre una mesa, aunque si alguien se le olvida en algún lugar extraño, es signo de que el destino le tiene reservada alguna sorpresa agradable. 8.- Tirar la Sal La sal es un elemento de la tierra, un compuesto de sodio que desde la antigüedad se ha considerado protectora frente al maleficio y la portadora de buena suerte. Puede que esta superstición esté relacionada con la importancia de la sal como conservante de alimentos (salazón...) Además la sal simboliza la alianza del hombre con la divinidad. Este último aspecto queda destacado en la Biblia (Lev. 2, 13). En la antigüedad fue usada como dinero de hay proviene la palabra Salario Se cree que cuando hay sal en una casa siempre habrá dinero y si se echaba sal en los rincones de las cuadras el día primero de abril se evitaban las enfermedades del ganado. Como amuleto la sal se utilizaba en rituales dibujando un círculo de sal alrededor de aquel que deseaba protegerse contra el diablo. Este círculo era llamado "círculo mágico". Para contrarrestar el mal de ojo se bañaban en agua con sal las plantas de los pies y las palmas de la mano tres veces, se bebía tres sorbos del agua salda y después se echaba al fuego lo que quedaba de dicha agua. Era costumbre echar sal al fuego cuando entraba en casa una persona sospechosa de dedicarse a la hechicería. También se evitaban las visitas de alguien indeseable echando sal donde había estado, recogiéndola y quemándola después. Otro remedio utilizado era echar sal en el umbral después de su partida. Se creía que poniendo un plato con sal debajo de la cama de un enfermo ésta absorbía el mal y protegía contra la enfermedad. Para evitar que un niño sin bautizar fuera objeto de hechicerías se ataba a sus ropas un saquito con un poco de sal cuando se le ponía a dormir en su cuna. Es de mal agüero derramar de forma involuntaria la sal o que se caiga un salero: el responsable de ese fatal descuido verterá tantas lágrimas como granos de sal se hayan desperdigado. Pretenden algunos que esta creencia procede de la Última Cena, en la que Cristo derramo la sal. Quién pisa la sal derramada tendrá disgustos y si se trata de alguien que va a casarse pronto, no cumplirá este propósito. Aquel que persiga quebrantar la felicidad de unos recién casados le basta con echar sal en el lecho nupcial. 9.-Martes y 13 Si el número 13 por sí solo es considera de mal agüero es aún más fatídico si conincide en el calendario con el martes, según la tradición española, o con el viernes en el equivalente anglosajón. El origen de la maldad atribuida al martes se debe a su asociación con el dio Marte, dios de la guerra que implica la muerte. La consideración del martes como día fatídico ha dado origen a varios refranes: * El martes, ni te casas ni en embarques. * El martes ni gallina eches, ni hija cases. * El martes ni hijo cases, ni cochino mates. * En martes ni tela urdas,m ni hija casas, ni las lleves a confesar porque no dirán la verdad. * El martes ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu ropa tajes. Al parecer cortarse las uñas en el aciago martes saldrán padrastros. Los hijos nacidos en martes serán desgraciados, tendrán una vida corta y su ideal será la guerra. 10.-Tijeras Abiertas Unas tijeras que descuidadamente han quedado apuntando a una persona indican que si ésta es una persona soltera, nunca va a casarse, y si es casada, que será objeto de infidelidad. En cualquier caso, cuando unas tijeras caen al suelo, la persona a la que dirigen su punta está siendo señalada como víctima de un mal o desgracia inmediata. Nunca se deben regalar tijeras, salvo que se de a cambio una moneda o se pinche previamente, de forma inocua, a la persona que es destinataria del regalo. Pese a ser un elemento maléfico, las tijeras gozan, como otros utensilios, de una función dual y pueden servir en algunas ocasiones para cortar las energías negativas. Desde esa condición conjuran al mal de ojo y abiertas en cruz junto a una puerta, impiden la entrada de las brujas. LISTA DE ALGUNAS SUPERSTICIONES • Las mariposas azules son símbolo de buen augurio. • Conservar un dólar en la cartera traerá mucho dinero. • Colocar elefantes de espalda a la puerta en números impares, atraerá buenas cosas para los habitantes de la casa. • Cuando se siente picazón en la palma derecha de la mano, significa que pronto se recibirá dinero. • Al colocarse mal una o ambas medias debe dejárselas así hasta las 12 pm, pues esto traerá suerte. • Tocar madera cada vez que se expresa un deseo, hará que éste se cumpla. • A quien se corte las uñas los lunes, nunca le dolerán las muelas. • Cuando alguien se jacta de algo, por ejemplo "nunca me he roto un hueso", tiene que tocar madera inmediatamente para que continúe la buena suerte que hasta ese momento le ha acompañado. • Si se rompe un espejo existe un remedio para contrarrestar su maleficio: recoger los trozos del espejo y meterlos en un cubo con agua durante siete días y siete noches. • Trae buena suerte encontrar por la mañana a alguien con una pata de palo. No hay que mirar hacia atrás y seguirlo con la vista porque entonces se tendrá un disgusto. • Poseer objetos de madera perfumada es augurio de buena suerte. • Si se derrama sal, el re medio es coger un poquito de l¿ sal derramada y tirarla hacia atrás por sobre el hombro izquierdo. • El mal agüero que provoca escuchar o decir la palabra "culebra", se contrarresta exclamando "¡Lagarto! ¡Lagarto!". Sobre la cama, nunca... • Si se coge un lagarto con la mano y se lo lame de la cabeza a la cola, se adquirirá el poder de curar quemaduras con la lengua. • Pasar un huevo por los párpados mejora la vista. • Se alarga la vida si se come el primer huevo puesto por una gallina negra. • Si un huevo tiene dos yemas traerá buena suerte a la persona que lo rompa y lo descubra. • Los niños que juegan con fuego se orinarán en la cama. • Un plato con sal debajo de la cama de un enfermo absorbe el mal y lo protege contra otras enfermedades. • Si se ve una araña por la mañana augura una mala semana, al mediodía pronostica una alegría y por la noche vaticina que se cumplirá un deseo. • Cuando una araña teje, alguien prepara un engaño. • Las arañas pequeñas son portadoras de buena suerte y si se encuentra una hay que tirarla por encima del hombro izquierdo. • Si se mata una araña o se destruye una tela se atraerá la mala suerte. • Si se ve una araña bajar por el hilo, lloverá; en cambio, si sube, hará buen tiempo. • Si se echa sal en los rincones de las cuadras el día primero de abril se evitan las enfermedades del ganado. • Es un augurio de muerte que los palillos chinos queden de pie en un cuenco de arroz • Trae mala suerte ver un búho de día. • Si una vela se apaga durante una ceremonia, los espíritus malignos andan cerca. • Si se deja caer un paraguas al suelo, habrá un asesinato en la casa. • Para contener hemorragia nasa hay que hacer una cruz con dos pajitas de enea arrancadas del asiento de una silla y ponerlas en la coronilla del paciente, aunque también sirve colocarlas en el hombro del paciente. • Las hemorragias nasales se contienen poniendo en la espalda del paciente dos cuchillos cruzados, o levantando el brazo contrario al orificio nasal por donde se sangra, y poniendo una llave de hierro en la nuca. • Para contener la hemorragia en un parto hay que reunir todos los hierros y cosas que lagan ruido para tirarlos por sorpresa bajo la cama de la parturienta. La hemorragia se corta por el susto recibido. • Da buena suerte tocar la chepa de un jorobado. • Encontrarse con un cojo es signo de una desgracia o de un disgusto. • Cuando se arranca una verruga, la sangre que cae del lugar donde estaba hace que crezcan nuevas verrugas. • La comida se perderá si se la revuelve en sentido contrario al del movimiento del sol. • Las tijeras que apuntan a una persona indican que si ésta es soltera, nunca va a casarse, y si es casada, que será objeto de infidelidad. • Cuando unas tijeras caen al suelo, la persona a la que dirigen su punta será víctima de un mal o desgracia inmediata. • Nunca se deben regalar tijeras, salvo que se dé a cambio una moneda o se pinche previamente a la persona que es destinataria del regalo. • Dos personas al mismo tiempo no deben retirar la mesa (utensilios y manteles), pues una de ella morirá ese año. • Dejar restos de la cena en la mesa durante toda la noche trae mala suerte. • Trae mala suerte si se cae la comida del tenedor en el camino del plato a la boca. • Si durante la noche la mesa queda cubierta por un mantel blanco, pronto habrá una muerte en la vivienda. • Da mala suerte regalar cuchillos, porque quiebran la amistad. • Si una mujer desea quedar embarazada debe plantar perejil, aunque si lo come lo evitará. • El pelo crece si se unta con perejil machacado en un almirez de madera. • Una paloma cortada por la mitad y colocada a los pies del paciente baja la fiebre. Si se la pone en la cabecera cura los dolores de cabeza, el delirio, la melancolía y la locura. • Si se ven palomas bañándose es señal de que pronto habrá un cambio del tiempo. • Nunca se debe dejar que un novio vea el vestido de su novia antes de la entrada a la iglesia o al juzgado. • Si el novio lleva la corbata torcida el día de la boda significa que será infiel. • Los invitados a una boda deben tirar arroz a los novios para asegurar su descendencia. • El día de la boda la novia no debe ponerse perlas, pues éstas simbolizan lágrimas y traerán así muchas a lo largo del matrimonio. • No hay que casarse en enero para no tener problemas económicos a lo largo de todo el matrimonio. • Se debe quemar el cordón umbilical de los niños porque si es comido por un perro o un gato, el niño será un delincuente. • Si dos personas bostezan a la vez tendrán alguna coincidencia en sus vidas. • Si dos personas bostezan, una después de la otra, la última que ha bostezado tiene buenas intenciones respecto de la primera. • Es de mal agüero derramar de forma involuntaria la sal o que se caiga un salero: el responsable de ese fatal descuido verterá tantas lágrimas como granos de sal se hayan desperdigado. • Quien pisa la sal derramada tendrá disgustos y si se trata de alguien que va a casarse pronto, no cumplirá este propósito. • Aquel que persiga quebrantar la felicidad de unos recién casados le basta con echar sal en el lecho nupcial. • Los niños que nacen con dientes traen mala suerte y su porvenir es acabar siendo delincuentes. • Si a un niño le salen pronto los dientes su madre quedará embarazada de nuevo enseguida, pero el niño recién nacido no tendrá una vida muy larga. • Si a un niño le salen primero los dientes superiores tendrá una larga vida. Por el contrario, si le salen primero los inferiores, su vida será corta. • Quien tiene los dientes incisivos superiores separados tendrá riqueza, prosperidad y viajará con asiduidad. • Si se sueña que un diente sobresale de los demás o se cae augura una desgracia familiar. Si el diente es arrancado es mal presagio y si se ve un diente perfecto significa un incremento patrimonial. • Cuando salen granos en la lengua es señal de que se ha dicho una mentira. • Se deben cortar las uñas en lunes o viernes para que no duelan las muelas. • No deben cortarse las uñas en viernes por ser éste un día nefasto. • Para que no salgan padrastros, no se deben cortar las uñas en días de la semana que tengan erre. • El que se corte el pelo en viernes criará sarna o piojos.

miércoles, 17 de octubre de 2012

TU SALVACION Y LA MIA.

Ez 33,7-9: “Si tú no le adviertes al malvado, te pediré cuenta de su sangre” Así dice el Señor: “A ti, hijo de Adán, yo te he puesto como centinela del pueblo de Israel; cuando escuches palabras de mi boca, les advertirás de mi parte. Si yo digo al malvado: ‘¡Malvado, eres reo de muerte!’, y tú no le adviertes para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre; pero si tú le adviertes al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida”. Sal 94,1-2.6-9: “Ojalá escuchéis hoy su voz: No endurezcáis vuestro corazón” Rom 13,8-10: “La plenitud de la ley es el amor” A nadie le deban nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. Mt 18,15-20: “Si te hace caso has salvado a tu hermano” En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -“Si tu hermano peca, llámale la atención a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o como un publicano. Les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el Cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el Cielo. Les aseguro, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del Cielo. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. ¿Qué es un centinela? Es el que está en vela, vigilante para la seguridad, la paz de los demás que descansan o trabajan en su menester. El que está en vela por misión está obligado a avisar de los posibles peligros. El centinela debe saber hablar a tiempo y callar cuando no es necesario hablar. Esto nos lleva a un gran tema de nuestra vida cotidiana y de relación de los unos con los otros. Podríamos decir que es el tema de la "discreción". No se puede callar ante el mal, ante el peligro. Tampoco se puede callar cuando tenemos ocasión de incitar al bien, para descubrir nuevos horizontes de perfección, de bondad, de progreso y desarrollo, tanto en lo interior como en lo exterior,de nuestros hermanos,por eso este tema de advertencia,no es por fastidiar sino para ayudarte en tu y mi salvacion eterna. Los Santeros o Regla de Osha-Ifá es un conjunto de sistemas religiosos que funden creencias católicas con la cultura tradicional yoruba. Es, por lo tanto, una creencia religiosa surgida de un sincretismo de elementos europeos y africanos. La santería fue practicada por los antiguos esclavos negros y sus descendientes enCuba La Santería es la decana, heredera y seguidora de la cultura yoruba, ha enriquecido todos los preceptos de las doctrinas yorubas, es diáspora del legado de los esclavos que llegaron desde Nigeria y por lo tanto del pueblo de Ife, a tierra cubana. La Santería es una religión que tiene sus orígenes en la tribu Yoruba del África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del Río Niger. El término "santería" fue utilizado por los españoles de manera despectiva para burlarse de la aparente devoción excesiva que mostraban los seguidores a los santos, en detrimento del Dios judeocristiano Yahvéh. Cuando se colonizó América, y dado que los europeos no les permitían adorar a sus dioses a los esclavos que venían de África, Los amos cristianos no permitían que sus esclavos practicasen sus diversas creencias animistas de África occidental. Los esclavos encontraron una forma de burlar esta prohibición, y concluyeron que los santos cristianos no eran más que manifestaciones de sus propios dioses. Los amos pensaron que sus esclavos se habían convertido en buenos cristianos y estaban rezando a los santos, cuando en realidad estaban siguiendo sus creencias tradicionales. También las leyes exigían que los esclavos fueran bautizados católicos como condición de su entrada legal a Las Indias. El resultado fue que muchos aceptaron exteriormente las enseñanzas católicas La Iglesia trató de evangelizar a los negros lucumí pero las condiciones eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la injusticia de la esclavitud dificultaba que los lucumí aceptaran lo que se les imponía. La Santería adora una fuerza central y creativa llamada Olodumare. De él procede todo lo que existe, y todo regresa a él. Olodumare se expresa a sí mismo en el mundo creado a través de Ashe. Ashe es la sangre de la vida cósmica, el poder de Olodumare hacia la vida, la fuerza y la justicia. Es una corriente divina que encuentra muchos canales de mayor o menor receptividad. Ashe es la base absoluta de la realidad. Creen que la vida de cada persona viene ya determinada antes del nacimiento en Ile-Olofi, la casa de Dios en el cielo. Aquellos que no lo cumplen serán castigados por los orishas y deben reencarnarse hasta satisfacer el castigo. En algunas ocasiones los practicantes de la santería prefieren ser conocidos por las Sociedades secretas a las que pertenecen, por ejemplo: Abakwá (en Cuba) y Amigos de San Lázaro (en Puerto Rico). La santería cree en una fuerza o Dios universal del que proviene todo lo creado, llamado Olodumare. La energía de Olodumare es Ashé. Luego están los orishás, que son deidades que gobiernan diversos aspectos del mundo. .El sacrificio animal ha sido criticado por los medios de masas de las culturas occidentales, sin embargo con el propósito de establecer la diferencia existente entre el sentido de sacrificio hallado en el Antiguo Testamento y en las prácticas santeras, vemos como en el libro de Levítico, específicamente desde el versículo 1 hasta el 7, se relata la historia de cómo un día el dios Yavé llamó a Moisés y le ordenó que le sirviera de mensajero ante los hijos de Israel instruyéndoles detalladamente el método para llevar a cabo los sacrificios propiciatorios en su nombre. De igual manera, Yavé le dijo a Moisés que estos sacrificios, siempre y cuando se hicieran según las disposiciones prescritas, serían bien recibidos por él y, a cambio, los pecados de la persona que ofreciese dicho sacrificio serían perdonados. Pero se entiende ahora que el sacrificio animal ya no es valido en el Nuevo Testamento porque Jesucristo se sacrifico así mismo por la humanidad, cancelando así los sacrificios posteriores. La identificación de los orishás con los santos más conocidos tiene razones muy simples, que se relacionan con el aspecto o las acciones de los santos: Babalu Aye el santo de los pobres, hace referencia a San Lazaro . Eleguá, el santo niño; se hace referencia al Santo Niño de Atocha. Obatalá,la virgen de las mercedes; dueño de todas las cabezas del mundo. Changó, deidad del trueno es Santa Bárbara, que en las creencias católicas es representada con vestimentas rojas y espada. Ogún, que maneja el hierro, dios de la guerra y las armas, se asocia con San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Miguel Arcángel y San Rafael Arcángel en la santería cubana; en el candomblé de Brasil con San Antonio de Padua y San Jorge (Río de Janeiro); en el vudú haitiano, con Santiago el Mayor. Agayú encuentra su correlato en san Cristóbal, que para los creyentes cristianos es el santo de los volcanes, la fuerza bruta, el poder de la tierra y el fuego Inle, el médico, es san Rafael, el arcángel que cura y sana. La Virgen de Regla es Yemayá, diosa de la maternidad y del mar. Oshún, diosa de los ríos es la Virgen de la Caridad del Cobre, ella es la dueña del amor, el oro; creadora del dinero, la belleza, la coquetería. La más bella de las orishás, dueña de la miel, y patrona de Cuba. Oyá, es la diosa del cementerio, se sincretiza con la Virgen de La Candelaria, que en España es la Patrona de Canarias.

lunes, 15 de octubre de 2012

CRISTO FUNDO UNA SOLA IGLESIA: LA IGLESIA CATÓLICA

Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre dio su vida en la Cruz para salvar a los hombres del pecado y el poder del demonio. Fundó su Iglesia para continuar su obra de salvación. Única y exclusivamente a esta Iglesia que El mismo fundó, confió su misión, su Evangelio, su autoridad y sus poderes divinos para predicar, bautizar, hablar en su nombre y salvar a los hombres. Sin embargo, dieciséis siglos después de Cristo, Martín Lutero, un sacerdote católico excomulgado, inventó la teoría de la libre interpretación de la Biblia. Este libre examen produjo unas 36,000 sectas diferentes y opuestas, que sin ningún derecho se apropiaron del Evangelio, utilizándolo contra la legítima Iglesia. Para hacerse aceptar, todas estas sectas pretenden ser de Jesucristo. Hoy en día muchos fundan "su iglesia" y "predican la Biblia" a su modo, haciendo "discípulos" y sembrando confusión y división entre los católicos ignorantes. ¿Sería fruto del Espíritu Santo de Cristo todo esto? ¿Reconoce Cristo a estas 36,000 iglesias como suyas o las rechaza puesto que El no las fundó y a nadie dio autoridad para fundarlas? Frente a la confusión y desorientación provocadas por las sectas y los falsos profetas, para no dejarse engañar y perderse eternamente (Mateo 7, 15-23) ¿Como saber con certeza cuál es la verdadera Iglesia que Cristo fundó? Este asunto necesita de reflexión, mucha buena voluntad y humildad. 1. Cristo no escribió una Biblia, sino que fundó una Iglesia: formó hombres y los mandó a hablar y actuar en su Nombre (II Timoteo 2, 2; Lucas 10,16; Mateo 28,19; Juan 20,19-23). 2. La Iglesia que Cristo fundó debe necesariamente tener 21 siglos de existencia, puesto que Cristo vivió hace más de 2000 años en esta tierra. 3. Únicamente la Iglesia que tiene 21 siglos es la Iglesia fundada por Cristo; es la iglesia legítima, la que escribió la Biblia, la que recibió el Espíritu Santo, la que salva. 4. Ahora bien, la historia nos dice que la Iglesia Católica, es decir, la Iglesia cristiana universal, es la única Iglesia que tiene 21 siglos, y que esta misma Iglesia viene de los Apóstoles, a través de sus legítimos sucesores. Desde San Pedro, martirizado en el año 67 en Roma por el emperador romano Nerón, hasta el Papa Benedicto XVI, esta Iglesia tiene un jefe representante de Cristo en la tierra y sucesor legítimo de San Pedro, ahora llamado Papa. 5. Únicamente la Iglesia Católica y Apostólica, que ha tenido 265 Papas, puede proporcionarnos una lista de sus jefes, desde San Pedro hasta el Papa actual. Ninguna otra iglesia puede ofrecernos esta lista de la sucesión apostólica. Si no puede mostrarnos esta escritura, significa que fue fundada después; y si fue fundada después, no es una iglesia legítima, ni verdadera ni bíblica; no puede ser obra de Cristo, esta "iglesia" fundada por supuestos profetas, no puede predicar correcta y legítimamente el Evangelio, ni santificar, ni salvar, aunque afirme a la ligera ser de Cristo (Mateo 7, 15-23). Es un instrumento de perdición que confunde la gente, ya que Cristo afirma que: "Surgirán muchos falsos profetas y extraviarán a muchos" (Mateo 24,11). Es lo que está pasando hoy con la multiplicación de las sectas. 6. Cristo, por ser Dios, no puede equivocarse ni engañarnos: prometió a sus Apóstoles y a sus sucesores que El estaría con ellos hasta el fin del mundo y que las fuerzas del mal no podrían prevalecer contra su Iglesia (Mateo 28, 17-19; 16, 18) Por 7. Los que inventan supuestas iglesias desobedecen a Cristo y a sus legítimos representantes a quienes El dijo: "Quien a vosotros escucha, a Mí me escucha y quien a vosotros rechaza, me rechaza a Mí; ahora bien, quien me rechaza a Mí rechaza a Aquel que me envió" (Lucas 10, 16). 8. Iglesia Católica y Biblia son inseparables. Rechazar la Iglesia Católica y Apostólica y servirse de la Biblia, que esta misma Iglesia nos transmitió durante dieciséis siglos, es algo ilógico. Cristo por ser Dios, es sabio y prudente, no dejó la Biblia como una manzana de la discordia entre sus discípulos. Fundó una Iglesia, dejó un representante, que fue San Pedro y sus legítimos sucesores, para predicar, interpretar y defender su Evangelio contra los manipuladores de la Biblia (II Pedro 1, 20; Gal. 1, 8; II Cor. 11, 13-14). La Biblia en manos de los fundadores de sectas, no puede defenderse, no tiene boca para desmentir las falsas interpretaciones e injustas acusaciones. 9. La Iglesia verdadera necesariamente es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Debe tener 2000 años; debe tener la misma fe, la misma moral, la misma autoridad mediante la legítima sucesión apostólica y la misma enseñanza, desde Cristo hasta hoy. Ahora bien, aparte de la Iglesia Católica, ninguna de las 36,000 iglesias protestantes cumple con estas condiciones (Juan 17, 20). La Biblia nos habla de una Iglesia San Pedro, después de haber declarado que Cristo es el Hijo de Dios vivo, recibe del propio Cristo esta respuesta: "Yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré MI IGLESIA, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que atares sobre la tierra, será atado en los cielos, y lo que desatares sobre la tierra, será desatado en los cielos" (Mateo 16, 17-19). Nuestro Señor dice mi Iglesia, no dice mis iglesias. Aunque la Iglesia esté en el mundo entero, es una. Jamás de los jamases nuestro Señor habla de varias iglesias. Al contrario, nos advierte de no dejarnos engañar y extraviar por supuestos profetas que hacen su negocio con la Biblia. La Iglesia debe ser católica y apostólica Así como Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2, 5), así la Iglesia Católica es la única Iglesia que conduce a Jesucristo, puesto que ella sola fue fundada por El, para continuar su obra. Ella sola recibió al Espíritu Santo y la promesa de ser asistida por El hasta el fin del mundo (Hechos 1, 8; Mateo 28, 20); ella sola es "la Iglesia del Dios viviente, columna y sostén de la verdad" (I Timoteo 3, 15); ella sola es la Iglesia de la cual habla la Biblia. Separarse de ella es renunciar a Cristo. Que esta Iglesia tenga hijos ministros buenos o malos es otro asunto. Cristo, Pontífice y Sacerdote supremo del Nuevo Testamento (Hebreos 4 y 5), formó a los Apóstoles y les comunicó sus poderes. Los Apóstoles que son los enviados y depositarios exclusivos de la autoridad de Cristo, antes de morir dejaron sucesores legítimos, esto es, formaron otros presbíteros y obispos, a quienes dieron el poder y la misión de predicar conforme la Fe que ellos recibieron, predicaron y transmitieron (II Timoteo 2, 2). Desde el siglo I hasta el XXI, siempre la Iglesia Católica tuvo sacerdotes, obispos y papas. Ella sola tiene esta sucesión apostólica legítima. San Pablo escribe a su discípulo, el obispo Tito: "Te he dejado en Creta (isla griega) para que arregles las cosas que faltan y para que constituyas presbíteros en cada ciudad como yo te ordené" (Tito 1, 5). Los presbíteros son los sacerdotes. El mismo San Pablo dice a los fieles de la ciudad de Corinto: "Os alabo porque observáis las tradiciones conforme os las he transmitido" (I Cor. 11, 2). "Mantened firmemente las tradiciones en que fuisteis adoctrinados, ya sea de viva voz ya sea por carta nuestra" (II Tesalonicenses 2, 15). Una secta que nació 2000 años después no ha visto nada, no recibió nada, no escuchó nada, no tiene ninguna tradición apostólica. La palabra tradición viene del latín; significa "transmisión" y "entrega" del mensaje de Cristo, comunicado oralmente o por escrito (II Juan 12; III Juan 13). Por ejemplo por la Tradición sabemos que hay cuatro evangelios canónicos. En la Iglesia Católica, los fieles con sus presbíteros observaron lo que fue transmitido, y ellos lo transmitieron, bajo la vigilancia de los obispos, a la generación siguiente; así fue desde el siglo I hasta hoy. La más antigua secta protestante fue fundada por Martín Lutero, 1521 años después de Cristo. Ahora bien, los protestantes, que nacieron dieciséis siglos después de los Apóstoles, nunca los conocieron ni los escucharon ni recibieron una Biblia de ellos. De ninguna manera pueden saber la correcta interpretación de la Biblia, que es el libro Sagrado de la Iglesia Católica y Apostólica. San Pablo dice: "Aun cuando nosotros mismos, aun cuando un ángel del cielo os anuncie un evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea maldito. Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema." (Gálatas 1, 8-9). Toda interpretación de la Biblia que contradice la Fe católica y apostólica de 2000 años es un evangelio distinto. Todas las sectas, incluso las "evangélicas" predican por desgracia un evangelio diferente del que predicaron los Apóstoles y sus legítimos sucesores. Hablando de los predicadores no autorizados por la legítima Iglesia, San Pablo dice: "Esos tales son falsos apóstoles, obreros engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. No es maravilla, ya que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. No es mucho, pues, que también sus ministros se disfracen ministros de justicia; su fin será el que corresponde a sus obras" ( (II Cor 11, 13-14). Esto es algo tremendo e increíble. Sin embargo Cristo dijo: "Se levantarán muchos falsos profetas que engañaran a muchos [...] y obrarán grandes señales y prodigios..." (Mateo 24, 11 ,24). Los falsos profetas harán incluso falsos milagros. La Iglesia debe ser apostólica Cristo mandó a sus Apóstoles y sucesores anunciar su Evangelio (Mateo 28, 20). Los Apóstoles predicaron y dejaron representantes. San Pablo escribe a Timoteo, a quien consagró Obispo: "Lo que oíste de mí transmítelo a hombres fieles, los cuales serán aptos para enseñarlo a otros" (II Timoteo 2, 2). En la Iglesia Católica, desde San Pablo los obispos transmitieron a otros obispos lo recibido y los dejaron como guardianes de este depósito de la Fe (I Timoteo 6, 20) para evitar el robo y la confusión. Las palabras Iglesia y Católica vienen del griego y significan la asamblea universal de todos los fieles cristianos. Decir católico y decir cristiano es la misma cosa. "La iglesia, dijo San Agustín, es el pueblo cristiano esparcido por toda la redondez de la tierra". Desde el año 107, San Ignacio mártir, segundo Obispo de Antioquia de Siria, después de San Pedro, utilizó el término Iglesia Católica. Los rusos y griegos "ortodoxos", por ejemplo, se separaron de la Iglesia Católica en el año 1054. Los protestantes y los evangélicos empezaron con Martín Lutero a partir de 1521. Los anglicanos fueron fundados en 1534 por el rey de Inglaterra, Enrique VIII, porque el Papa no le permitió divorciarse. Todas las demás sectas nacieron de la revolución luterana. Los Testigos de Jehová fueron fundados en Estados Unidos en 1871 por Charles Taze Russell; los Mormones en 1830 por Joseph Smith; los de la supuesta "Luz del mundo" en 1926 por Eusebio Joaquín González, en México. Los que se llaman "cristianos" son protestantes disfrazados. De todas estas sectas, ninguna tiene veintiún siglos, ninguna viene de los Apóstoles. Ahora bien, si Cristo no las fundó ¿Qué garantía de veracidad y legitimidad pueden tener? Absolutamente ninguna. Al contrario, la Biblia, la historia, el sentido común y la justicia las condenan como usurpadoras de misión y función (Jeremías 23, 21, 25; Mateo 7,15-23). En conclusión, Nuestro Señor Jesucristo, el fundador de la Iglesia Católica, nos advierte: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas; mas por dentro son lobos feroces... No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; mas el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, éste entrará en el reino de los cielos. Muchos me dirán en aquel día (del Juicio): Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu nombre, en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre obramos muchos prodigios? Y entonces les declararé: nunca jamás os conocí; apartaos de mí los que obráis la iniquidad" (Mateo 7, 15-23). En la crisis actual muchos de buena fe siguen a las sectas, pero pensando estudiar la Biblia pierden la verdadera fe cristiana. Se separaron de la Iglesia de Cristo para seguir ilegítimas que no tienen la autentica interpretación de la Biblia, ni legítimos ministros y que no pueden salvar. La solución es regresar a la Iglesia fundada por Cristo mismo, la que es Una, Santa, Católica y Apostólica.