lunes, 17 de septiembre de 2012

BLAFEMAR.

“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.” Colosenses 3:8-10 Tiene que ver con la calumnia o la difamación. Significa restar mérito o valor a alguien, o hablar mal de alguien. Lo que ocurre frecuentemente en la iglesia o el mundo cuando escuchamos que una persona que no nos cae bien ha hecho algo bueno es que decimos: “Sí, claro que ha hecho algo bueno, por supuesto, pero es porque…”; o también: “Lo hizo porque…”. Entonces le quitamos el mérito o valor a lo hecho por esa persona. Parece que la capacidad de criticar ha llegado a ser todo un arte en el mundo moderno. Ocupa gran parte de la vida de muchos cristianos, también. Para muchos, la crítica ha llegado a ser una especie de distintivo. Consideramos que la capacidad o la libertad de criticar es un derecho dado por Dios. Y siempre queremos opinar. Tal vez en este momento algunos ya estén analizando el asunto. Quizás piensen: “Criticamos por estas razones… Sí, es cierto que algo tiene que cambiar, pero primeramente vamos a analizar la situación… Pero criticamos porque…”. Sin embargo, es interesante el enfoque de la palabra de Dios en este pasaje. Pablo ni siquiera menciona los motivos que motivan la crítica. Él sabe que siendo cristianos, tenemos el Espíritu Santo, y por lo tanto tenemos también el poder necesario para cambiar este aspecto de nuestras vidas. Pablo simplemente nos dice que tenemos que dejar de blasfemar, de restar mérito, de hablar mal de nuestros hermanos. No pierdas tu tiempo analizando el asunto. Quítate esa actitud que siempre quiere criticar como si estuvieras quitando las medias que apestan después de tenerlas puestas todo el día. ¡Qué diferencia experimentamos cuando somos capaces de simplemente admitir que aquella persona ha hecho algo bueno y dejarlo así sin decir nada negativo! Como cristianos sería lindo aprender regocijarnos con lo que están contentos. Si nuestro hermano ha recibido una gran bendición del Señor, deberíamos ser bendecidos también. Hablemos cosas edificantes permitiendo a otros cobrar ánimo por lo que decimos hoy. 1) Terrible cosa es blasfemar. Es un pecado sumamente grave ante Dios. 2) El cristiano jamás blasfema, antes, toma el nombre de Dios con mucha reverencia. 3) El pecador que blasfema a Dios es porque acepta las acusaciones del diablo contra Dios. 4) Llegar al estado de blasfemia es estar bien metido con Satanás. 5) El blasfemo es un fiel instrumento del diablo. Satanás utiliza el blasfemo con mucho exito. 6) El blasfemo debe ser reprendido con todo el rigor posible. 7) La blasfemia provienen de los hombres y las mujeres ruines

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