miércoles, 3 de octubre de 2012

NUESTRA SUEGRA.

Ser esposos en su propio hogar. ¡El anhelo de casi todo joven y jovencita! Cuando yo me case, tendré con quien compartir todos mis gozos y mis tristezas. Daré mi amor a mi cónyuge y sacrificaré mi todo para su bienestar. Tendremos un hogar donde se podrá sentir la mera presencia de Dios. Nuestro hogar será un cielo pequeño. ¡Qué sueños más bonitos! ¡Qué metas más nobles! Y sí, cuán alcanzables. Pasan diez años. El sueño ya se ha realizado... por lo menos, ya están casados. Pero para muchos, ahí se termina la realización del sueño. Están casados, sí, pero su hogar se parece más a un infierno pequeño que a un cielo pequeño. ¡Qué desastre! La vida matrimonial, ¿un cielo pequeño o un infierno pequeño?. Depende de los esposos. Dios les ha otorgado la responsabilidad de escoger cómo será su vida matrimonial. En nuestro hogar debe de haber una separación cuando se forma una familia, la esposa debe de ser la mas importante, claro sin menospreciar a la mamá. Honremos los padres, pero demos el lugar a la esposa y esposo. Cuando una pareja se une en matrimonio, lo ideal es hacer su “nido de amor y vivir su paraíso”; muy pocas veces se piensa en lo que va a pasar con los padres de ambos… No sé si sea normal, pero sí sé que es muy común que la suegra mire a la nuera o yerno como una persona intrusa… En efesios 5:25 (Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella) nos dice que los maridos amen a sus esposas, esa si es una orden, pero como somos arrevesados hacemos lo contrario, amamos a la mamá y dejamos a la esposa a un lado y no hay nada de malo en amar a las mamás, como dice la Biblia: amar al prójimo. Dios me dice que debo de amar a mi esposa, pero que de la mamá? En Génesis 2:24 (Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne) dice que el esposo va a dejar a sus papás y ahora van a formar una familia el esposo y la esposa. Una ves casados el mayor deseo de los esposos es de dar honra y honor a los padres y Dios quiere eso, por que fue una orden suya como el mismo lo dijo en mateo 19:5 (y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne). Hay un ejemplo en 2ª Crónicas 22:1 (Los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar de Joram a Ocozías su hijo menor; porque una banda armada que había venido con los árabes al campamento, había matado a todos los mayores, por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá.) en el corto reinado del rey, el reinado del rey estaba aconsejado por su mamá. Mi familia ya no es mi papá y mamá, es mi esposa e hijos!. El problema de hoy es que el esposo y a veces la esposa no puede llegar a la decisión de dirigir ellos mismos su matrimonio bajo el liderazgo de Dios y que nadie mas les va decir de cómo formar su vida. Los papás tuvieron 20 años para aconsejar a sus hijos que hacer en caso de que se casaran, como actuar y vivir después ya no es tiempo. “Conociste primero mamá que a la esposa”, así es pero el marido debe de tener toda su atención hacia su esposa, parece mentira pero muchos divorcios se dan por esta razón. Hay que honrar a nuestra mamá pero darle primer lugar a nuestra esposa. Que la que mande y ordena no sea la suegra, la que dirija no sea la suegra, si no sea el esposo. Uno de los problemas cuando viven con los papás los esposos es que la esposa no tiene autoridad, no tiene libertad de lucirse como esposa, de hacer su ambiente de familia, de tal manera que la autoridad la pone la suegra. El hombre y la mujer públicamente hacen votos de fidelidad y lealtad. Prometen ser fieles el uno al otro durante toda su vida. Se comprometen para una tarea de toda la vida, y así inician la nueva familia. Si los casados fallan en obedecer el mandato de Dios de dejar padre y madre, descubrirán una gran fuente de problemas, desacuerdos y tristezas. ¿Encuentras en lo siguiente algo que describa tu matrimonio? • Tus suegros controlan a tu marido porque ustedes dependen de ellos económicamente. • Hoy en la mañana le dijiste a tu esposa que ella no sabe limpiar la casa tan bien como tu mamá. • Ayer le dijiste a tu esposo que él no es tan trabajador y considerado como tu papá. • Mientras tu esposa se queda en casa con los niños, tú pasas la hora de la siesta en un catre en el patio de tus padres. • Tú corres a llorarle a tu mamá cuando tú y tu esposo tienen desacuerdos. • Ayer tu esposa tuvo un desacuerdo con tu mamá y tú apoyaste a tu mamá. • Te pasas la mayoría de tus días en la casa de tu mamá y no estás en casa cuando llega tu marido del trabajo Quiero que consideres otra solución. Una solución bíblica. No es una solución fácil; por lo tanto, tampoco es común. Aceptar que el hijo ya creció y que al igual que nosotras lo hicimos un día, ellos también formarán su propia familia. No pretendamos que la nuera atienda y sirva al hijo como una vez lo hicimos nosotras Si es posible, no permitamos que el yerno le sea infiel a nuestra hija. . Si es posible, no permitamos que nuestro hijo le sea infiel a la nuera. No pretendamos que la nuera críe a nuestros nietos como nosotras criamos a nuestros hijos. Demos el consejo cuando lo pidan, pero no esperemos que lo sigan al pie de la letra. No critiques a tu hija enfrente del esposo. . No permitas que tu hijo critique a tu nuera. . No pretendas mantener la autoridad que una vez tuviste. Deja que ellos manejen sus propias finanzas. “Al que piensa bien las cosas se le llama inteligente; quien habla con dulzura convence mejor. Quien piensa bien las cosas se fija en lo que dice; quien se fija en lo que dice convence mejor. Las palabras amables son como la miel: endulzan la vida y sanan el cuerpo“. Proverbios 16:21;16:23-24

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