lunes, 1 de julio de 2013

¿QUÉ TALENTOS POSEO?

La lectura del libro de los Proverbios 31,10-13. 19-20. 30-31, describe el prototipo de mujer que se dedica al servicio cotidiano, en la familia y en la sociedad, Es así como expresa que: “Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas”. La lectura bíblica esboza la figura de una mujer de gran valor, una mujer virtuosa, “Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida”,ella es una mujer entregada a su familia, fiel a sus deberes de esposa y de madre, afanosa en el trabajo, caritativa con los pobres. Por tanto “El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación” Bellísimo el elogio a una buena mujer, de esas que se entregan con gran esfuerzo a cumplir con sus tareas a pesar de que con frecuencia está dividida entre el trabajo de la casa y el del sustento, y con todo eso, ella comprende que su deber primordial es siempre la atención y el cuidado de la familia, la entrega cariñosa a su marido y con gran amor a sus hijos. Por cierto, una mujer así, “entra a participar del gozo de su Señor” (Mt 25-21) San Pablo (1 Ts 5, 1-6) nos invita a vivir como “hijos de la luz” mientras esperamos el gran “Día del Señor”. El cristiano debe estar vigilante, preparado para venida futura del Señor, pero sin estar preocupado de cuando vendrá, es así como san Pablo nos dice que es inútil averiguar cuando va a suceder: “En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba”. “El retorno glorioso de Cristo, llegará de improviso y nos advierte que: “vendrá como un ladrón en plena noche” Lo que debemos tener claro, es que vendrá, de eso no tengamos duda, pero cuándo y cómo va a suceder, sólo Dios lo sabe. En el mundo de hoy, vemos como muchas personas solo piensan en disfrutar de la vida como si no hay que rendir cuentas y además como si en ningún tiempo debiese morir, para ellos San Pablo dice: "Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente,“ recordemos siempre que somos hijos de la luz, hijos del día.” Nuestro destino ser diferente, porque: “no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas., por tanto entonces: “No nos durmamos, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios”, y esperemos confiados el día del Señor, sin dejar de trabajar con los dones que el nos ha dado. Nuestro servicio al Reino de Dios reclama que hagamos rendir los “talentos” que el Señor nos dio. El Evangelio (Mt 25, 14-30), nos relata la parábola de los talentos, que habla precisamente del siervo fiel que no derrocha la vida en pasatiempos o en la ociosidad, sino que hace rendir los dones recibidos de Dios. Dios da a cada hombre unos talentos: el don de la vida, la capacidad de entender y querer y de obrar, la gracia, la caridad, la fe y muchas virtudes que debemos saber aprovechar. El premio será una mayor abundancia de dones: si aquí se le encargó de administrar una cantidad limitada, lo “poco,” el premio será “constituirlo sobre lo mucho.” Así, de administrador limitado pasa a ser mayordomo. El premio es “entrar en el gozo de su señor,” cuyo significado alegórico, como luego se verá, es el premio definitivo mesiánico. “Porque al que tiene, se le dará y abundará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. La enseñanza doctrinal fundamental es clara: Dios exige que los seres humanos rindan, religiosamente, los valores que Dios les confió, preparándose así al glorioso regreso del Señor. El tiempo que dura el viaje del señor o el amo, representa nuestra vida, y el regreso inesperado, el fin de la vida terrenal, la muerte, el arreglo de las cuentas, la rendición de cuentas, es el juicio. "Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor"."Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses”. Dios sabe por que nos entrega cantidades distintas de talentos y no son comparables nuestros talentos con lo que otros han recibido. Se nos ha otorgado una vida de talento y somos invitados por Dios a utilizar lo que nos otorgado para su gloria. Nos hacemos algunas preguntas y estas pueden ser, ¿Qué talento poseo? ¿Cuáles son mis dones y que de bueno puedo obrar mediante ellos? ¿Qué soy capaz de realizar por la gracia de Dios? ¿Qué bien, si omito realizarlo, nunca será realidad?, Cada uno hemos de contestar a estas cuestiones por sí mismo. Debiera ser nuestro anhelo hacer el mejor y mayor uso posible de los talentos que Dios nos ha brindado. Hemos de estar siempre dispuestos y abiertos a hacer algo más o algo mejor de lo que ya estamos realizando a fin de que Reino de Dios se haga realidad en la tierra así como ya lo es en los cielos. Como vemos entonces, esperar el Reino no es quedarse parados a ver qué sucede, sino trabajar para que se haga realidad ahora mismo. La persona que escondió su talento, es como el que guarda la fe entre sus recuerdos, el que nunca se arriesga a tomar iniciativas fructíferas, el que no tiene el valor de emprender algo nuevo. Los que arriesgaron sus talentos son los que desean colaborar con Dios, que necesita la cooperación de los hombres, no porque El no pueda obrar solo, sino porque nos hace partícipes de la salvación del mundo. En consonancia con esta conducta, y en especial con la lectura del libro de los Proverbios oramos con el Salmo 112 7, 1-5, el que resalta nuevamente los sencillos goces de la vida familiar, para significar la felicidad de quienes siguen al Señor, por eso con alegría podemos decir: ¡Feliz quien ama al Señor! OH Dios, deseo de corazón sentirme contento, porque es “·feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerá del fruto de su trabajo, serás feliz y todo le irá bien. Y su esposa será como una vid fecunda en el seno del hogar; los hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa.” El don de Discernimiento. ¿Como puedo saber si tengo el don de Discernimiento de espíritus? o ¿Como puedo tener el don de Discernimiento de espíritus? porque para cada persona es una respuesta diferente dependiendo de su estilo de vida; así que lo que puedo hacer es solamente ayudar a que se las puedan responder por si mismos. Primero que nada una persona para llegar a tener la posibilidad de recibir del Espiritu Santo (1 Co. 12:10) el don de Discernimiento de espíritus debe nacer de nuevo, como le dijo nuestro Señor Jesucristo a Nicodemo (Juan 3:1-21), es decir, que debe ser parte ‘de la ciudadania de Dios’, ‘aceptar a Jesús como su salvador personal’, ‘llegar a ser adoptado por Dios’, dar ese paso de fe y arrepentirse de sus pecados y ‘convertirte de las tinieblas a la luz admirable’. Luego esperar si el Espíritu Santo le de el Don. Para algunos existe la posibilidad de pedirlo directamente en oración, Aceptaremos la posibilidad de acuerdo a 1 Corintios 14:12 para aquellos que anhelan dones espirituales. En la eventualidad que poseemos el don de Discernimiento de espíritus (ya sea porque él nos lo dio o porque lo hemos pedido) pero no hemos visto una manifestación espiritual, debemos ser pacientes a que Dios nos lleve paso a paso al desempeño de este Don, no se preocupe si han pasado días, semanas, meses, años y ‘usted no ve nada’, no se presione en descubrirlo usted mismo, Dios lo hara a su tiempo y no al nuestro. y eso es hacerlo en Disciplina. Recuerde que si usted no tiene una vida acorde con la voluntad de Dios, podrá tener este u otro don espiritual pero no podrá desarrollarlos, sobre todo los que son de la plena manifestación del Espiritu Santo; quizas sea esa la explicación de porque ha pasado tiempo y usted no ve sus dones activos. Debo indicar que hay una distinción con respecto a la bendición (promesa) que nos dio el Señor Jesucristo de que ‘todos’ los que creen en él tendrán poder para echar fuera demonios en su nombre y ‘algunos’ que reciben este don de misericordia llamado Discernimiento de espíritus. lo de ‘todos’ y ‘algunos’; todos podemos ser ‘medicos generales’ a la hora de echar fuera demonios, pero no todos podemos ser ‘medicos especialistas’ en donde se requiere mas dedicación, tiempo, entrega a casos mas severos Dios usa el tiempo y las circunstancias para demostrarnos que poseemos el Don de Discernimiento de espíritus, nuestra vida de servicio a él nos permitira ejercer este don de forma mas eficiente para ayudar a la Iglesia y finalmente decir que el Espítu Santo es quien lo ejerce en cada ocación.

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