jueves, 20 de junio de 2013

FINGIR AMOR.

“Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.” 2 Co. 4:1-2 Debido a que en la actualidad hay una pregunta en los corazones de muchas personas del pueblo de Dios, acerca de los dramas y películas, quisiera tratarlos brevemente. Los mismos están surgiendo como nuevos métodos de “edificación” entre las iglesias. Y, mientras unos están cuestionando el hecho, la mayoría de los que profesan el nombre de Cristo están corriendo como locos tras esas películas “cristianas”. Al igual que en los primeros días de la raza humana, hoy en día hay una serpiente escondida en el árbol de la ciencia que está llamando a los cristianos de todas las partes del mundo, diciendo: —Ven, y come de esta nueva fruta. Sin embargo, se ven muchos peligros en estas nuevas técnicas, que se difunden como métodos de “edificación”. Se puede preguntar: ¿Pues, qué hay de malo en el cine “santificado” Jugar en cierta manera para fingir. Actuar una mentira Pretender ser otra persona. Esa palabra realmente es igual a la palabra “hipócrita”. Pero, ¿Qué estrella de cine quiere para sí tal título: “hipócrita”? Así que, se llaman “actores”. Esa palabra en su original se encuentra en la Biblia. Jesús la utilizó para describir el verdadero carácter de los fariseos. Fíjate en la definición de la palabra “hipócrita”: fingir un rol u otra cosa, que no es real. Jesucristo reprendió a los religiosos, porque estaban actuando una vida la cual no era genuina. Sé que existe una diferencia entre actuar un papel sin pretensiones y la hipocresía encubierta. Hay escenas conmovedoras que crean un ambiente excitante entre los espectadores y los hacen responder con gusto. Pero, hacemos la pregunta: ¿Las escenas excitantes conllevan a un arrepentimiento fundamental del corazón del hombre? ¡No creo! Si las películas religiosas son tan poderosas, ¿dónde está el avivamiento genuino? Por esas razones, debemos mantenernos, y también a nuestros hijos, apartados del fingido mundo del cine. Millones de personas se han entrenado a responder emocionalmente a la vida normal y real, a través de esas películas de extremas emociones. El resultado de esto es el de tener dificultades en el relacionarse tranquilamente con la vida real cotidiana. Hazles un gran favor a tus hijos: Guárdalos alejados de la hipocresía de las películas. Mientras le permito a mi corazón sentir el gran encargo que son para nosotros nuestros hijos. ¡Qué criatura venosa y malvada hemos empleado, que entra a nuestras casas. Los hombres ingeniaron una clase de películas y dramas, especialmente dedicadas para ellos. Las que están llenas de peligrosas decepciones,donde esta nuestro discernimiento,Tenemos las películas “cristianas” de dibujos animados y las chistosas escenas que hacen reír a los niños, mientras “aprenden de Moisés, Noé y de Jesucristo”. Muchos del pueblo de Dios están siguiendo ciegamente al mundo, por medio de las “películas animadas por los inocentes animales”. ¡Oh! Amados hermanos míos, la serpiente está en esas películas también. Las mismas caricaturas están llenas de “inocente” brujería, enseñanza de la “nueva era” y de la religión oriental.Me pregunto, ¿Qué haría el apóstol Pablo con esas “películas y dramas santos”? Por favor, lea de nuevo los versos que están al principio de este artículo, ahora que ya hemos razonado juntos. “Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.” 2 Co. 4:1-2. Pablo da un paso glorioso hacia adelante, mencionando la vida real y genuina que él había llevado entre la humanidad, a la vista de Dios. Sin duda alguna, estos versos se aplican al “ministerio” del drama y cine cristiano. En su día, Jeremías dijo: “Maldito el que hiciere engañosamente la obra de yave” Jeremías 48:10,Pues la religión y la diversión están eternamente opuestas la una a la otra, a razón de sus diferentes naturalezas esenciales, aparentemente no es reconocida en esta nueva escuela de actores religiosos. Es muy común encontrar los restos de una vida fracasada y destruida alrededor del teatro; restos de hombres y mujeres que han fingido tanto tiempo haciendo sus papeles, quienes ahora no pueden vivir en la realidad de una manera sincera, y están condenados a la duplicidad perpetua. Cada hecho de sus vidas es fingido, cada sonrisa es falsa y cada tono de su voz es artificial.¿Será que la apariencia del cine religioso es un síntoma del mal estado espiritual del cristianismo actual? Yo temo que sí. La gran difusión del drama religioso entre las iglesias que se dicen ser ‘bíblicas’, solamente se puede explicar por la ausencia del Espíritu Santo en las predicaciones y la falta del verdadero discernimiento en los que profesan ser cristianos. “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.” (Jeremías 2:13)

No hay comentarios:

Publicar un comentario