domingo, 19 de octubre de 2014

VIVIR EN EL ESPIRITU DE DIOS, NO EN EL DE LA CARNE


Es el enemigo numero uno del hombre, sea cristiano o nó, junto con el dinero.
El cristiano hijo de Dios, Cristo le limpió y purificó, echó fuera de el lo que tenia de viciado y animal, viejo hombre, ahora vive en su cuerpo, o templo santo o tabernaculo, un nuevo ser que se llama Jesucristo, ya no vivo yo, mas vive cristo en mi, es de muy mal gusto obligar a mi nuevo ser, a tener relaciones carnales, esto es pecado, ya no somos nosotros CRISTO VIVE EN EL HOMBRE, y es PECADO, salvo. en el querer procrear, en cuyo caso se pedirá a Dios por ello. Cuando nosotros leemos en los evangelios, podemos comprobar que el Señor Jesucristo era conducido por el Espíritu mientras estaba en la carne. El mismo enseñó que la Biblia fue inspirada por el Espíritu, y prometió que el mismo Espíritu estaría en los discípulos para guiarles y enseñarles todas las cosas: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviara en mi nombre, él os enseñara todas las cosas, y os recordara todo lo que yo os he dicho". Jesús pidió de los suyos un andar tan perfecto que solo Dios en ellos podía efectuarlo: "Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos"(Mt. 5:20), "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que esta en los cielos es perfecto"(Mt. 5:48).
Jesucristo enseñó que lo espiritual es más importante que lo material; idea que debe gobernar nuestra conciencia día tras día "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas os serán dadas por añadiduras" (Mt. 6:33).
El único Espiritu de todos los cristianos es el Espiritu Santo de Dios o de Cristo, somos su cuerpo y su iglesia, (tambien llamado Espiritu de Cristo) y los deseos sucios carnales de fornicación, lascivia, lujúria y pecaminosos que antes subía a nuestra mente el "viejo hombre", viciado, animal, corrupto, adánico, (demonio) ya no existen. salvo ahora la carne, algo mas leve. Dios nos ha dejado instrucciones muy concretas en el manual de las Sagradas Escrituras para aprender, como llegar a ser enteramente una persona perfecta y viviendo en la plenitud del Espíritu Santo. (2ª Tim. 3:16-17, Juan 6:63, 1ª Co. 2:9-10).
Según estas lecturas, el Espíritu Santo nos dejó la Biblia para que por sus enseñanzas aprendiéramos a ser "enteramente perfectos". Cristo nos ha dicho que sus palabras son "espíritu y son vida", y Pablo nos ha recordado que el Espíritu Santo nos revela aun las cosas mas profundas de Dios.
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Ahora nuestro nuevo espíritu es el Espíritu Santo de Dios y de Jesucristo,RO.8.9                                   El nos sube pensamientos y sueños, pero de paz, amor, pureza y gozo, no impuros,                               de fornicación, concupiscencia y lascivia, pero aun así, somos tentados por nuestra propia carne,         que simpatiza y obedece al diablo.
Los deseos sucios y carnales, son y vienen de nuestra carne no del Espiritu Santo actual.              Todo verdadero creyente tendrá una experiencia muy dura de lo que cuesta vencer los impulsos del viejo hombre (naturaleza) cuya tendencia es llevarnos siempre a hacer aquellas cosas que odiamos y aborrecemos, pero que están en nosotros tratando de impedirnos vivir mas en el Espíritu que en la carne."Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mi. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal esta en mi. Porque según el hombre interior (hombre espiritual-nueva criatura) me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros que se revela contra la ley de mi mente y que me lleva cautivo a la ley del pecado que esta en mis miembros.                                                     ¡Miserable de mí!¿Quién me librara de este cuerpo (carne) de muerte?¡Gracias doy a mi Dios, por Jesucristo Señor nuestro..."(Ro. 7:19-25).
Sin embargo, algunas personas, que creen tener a Cristo, pueden desear la fornicación, concupiscencia y la lujuria, lascivia, si, dar placer a los deseos animales sucios e indignos de la carne, sin llegar a comprender, que el que esto haga, es porque no llega a comprender que el Espíritu de Dios o de Cristo mora en el,
El hombre no puede ni debe someter a su esposa a actos sucios e indignos, animales, demoniacos.
Ahora en Cristo, en vez de dar placer a nuestra carne, debemos darsela a Dios, y dejar que el verdadero amor de Dios fluya en la pareja en ese acto de la manera mas limpia, digna y menos pecaminosa, ante Dios que todo lo ve y oye, porque mora dentro de la persona.
La fuerza y fuego carnal, animal, salvaje, demoniaca que antes ejercía el "viejo hombre", (demonio) sobre la persona, desde dentro del cuerpo, no la ejerce ahora la carne, es mas leve, esta sometida en algunas cosas a Dios, el cristiano es libre de esa esclavitud siempre que asi lo desee, por Jesucristo. ¡Cuando estas cosas las practicamos estamos muy lejos de aprender a vivir mas en el Espíritu, y por el contrario, creceremos en vivir mas según los deseos del viejo hombre que ya fue crucificado cuando bajábamos a las aguas del bautismo. Hay varias maneras en que un hijo de Dios puede apagar o restringir al Espíritu Santo, no permitiendo que cumpla la plena voluntad de Dios, sea en nosotros o sea en otros. Le limitamos cuando no prestamos atención a sus indicaciones acerca de alguna obra buena que podamos hacer. Acerca de nuestro testimonio para que hablemos a otros de Jesucristo. Cuando perdemos el interés en la oración, cuando no tenemos celo por su Palabra, en su estudio, cuando dejamos de congregarnos, preocupados los unos por los otros, cuando pudiendo hacer el bien a otros dejamos de hacerlo, etc, etc, entonces ese poder que tenemos dentro de nosotros en su persona queda anulado por nosotros mismos, y nuestro corazón queda abonado para que nuestra carnalidad pueda hacer su obra sin ninguna oposición. El deseo de saber como vivir mas en Espíritu que en la carne debe estar motivado por un solo deseo u objetivo,"Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios"(Col. 1:8-10). Esta parte de la oración del apóstol para los Colosenses, nos indica que donde esta el Espíritu en plenitud, allí está la santidad y el poder. Al andar en el Espíritu, guiados por el Espíritu, bebiendo del Espíritu, llegaremos a la plenitud y el poder con efectos que solo Dios puede alcanzar a saber. El Espíritu Santo "habita en el creyente", pero podemos tenerle entristecido y al mismo tiempo podemos llegar a APAGARLO. (1ª Tes. 5:19).
La mujer caza el alma vida espiritu, del hombre, al vuelo. EZ.13.20
Dios no necesita que su pueblo fornique para tener descendencia, Dios engendra a su pueblo;
La relacion de pareja del cristiano, es nula o casi nula, pues en el bautismo renunció a ello. La relación de pareja del cristiano, esta regulada en cierto modo por Dios, contra las pasiones desenfrenadas de fuego animal y diabolico, dando preeminencia a las caricias y amores dignos y honestos a los ojos de Dios, que esta en esos cuerpos, y todo lo ve, y todo lo oye
El hombre viene del mundo y de sus placeres, y ahora en Cristo se abstiene de todo ello, incluida la mujer, ese deseo carnal que antes ejercia la carne, en el bautismo queda disminuido, y ahora procura dar placer, pero al Espiritu Santo de Dios que mora en el; ahora vivimos en el Espiritu, y hemos casi anulado a la carne en nosotros, gracias al Espiritu Santo de Cristo que mora en el Cristiano autentico, y si alguno no le tiene, es que no es cristiano.
Absteneos de fornicación, nos dice el Señor, y fornicación es todo acto de pasiones desenfrenadas,de fuego animal y diabolico y lascivia.
Es muy dificil dar gloria a DIOS en el acto, muy dificil, casi imposible.
La fornicacion es el deseo carnal y sucio a los ojos de Dios; el deseo mediante el amor y limpio, si es de Dios.

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