lunes, 24 de septiembre de 2012

LA FE EN JESUS.

Capítulo 1 Genesis La creación 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 26.Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27.a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.28.Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»29.Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.30.El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;31.vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.32.El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;33.reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»34.María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»35.El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.36.Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,37.porque ninguna cosa es imposible para Dios.»38.Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue. MATEOS 27,11-66,27:11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. 27:12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 27:13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? 27:14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho. Jesús sentenciado a muerte (Mr. 15. 6-20; Lc. 23. 13-25; Jn. 18. 38--19.16) 27:15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen. 27:16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. 27:17 Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? 27:18 Porque sabía que por envidia le habían entregado. 27:19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. 27:20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto. 27:21 Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. 27:22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! 27:23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado! 27:24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. 27:25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. 27:26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. 27:27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; 27:28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, 27:29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! 27:30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. 27:31 Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle. Crucifixión y muerte de Jesús (Mr. 15. 21-41; Lc. 23. 26-49; Jn. 19. 17-30) 27:32 Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz. 27:33 Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera, 27:34 le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo. 27:35 Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. 27:36 Y sentados le guardaban allí. 27:37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. 27:38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda. 27:39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, 27:40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. 27:41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: 27:42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. 27:43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. 27:44 Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él. 27:45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 27:47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. 27:48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 27:49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. 27:50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 27:51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; 27:52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 27:53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 27:54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. 27:55 Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, 27:56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Jesús es sepultado (Mr. 15. 42-47; Lc. 23. 50-56; Jn. 19. 38-42) 27:57 Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. 27:58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. 27:59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, 27:60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. 27:61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. La guardia ante la tumba 27:62 Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, 27:63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 27:64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 27:65 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. 27:66 Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia. 1 DE PEDRO 3, 18-208. Finalmente, vivid todos unidos en armonía. Sed compasivos, fraternales, misericordiosos, humildes, 9.no devolváis mal por mal ni injuria, por injuria sino todo lo contrario bendecid siempre pues para esto habéis sido llamados para ser herederos de la bendición.10.¿Quién es el que ama la vida y quiere vivir años felices?. Guarde del mal su lengua y sus labios de palabras mentirosas. 11.Apártese del mal y haga el bien busque la paz y corra en pos de ella. 12.Pues el Señor mira por los que practican la justicia y tiene los oídos atentos a sus súplicas; pero el Señor se enfrenta con los criminales13.¿Quién podría haceros daño si os empeñaseis en hacer el bien?. 14.Si, a pesar de todo, os veis obligados a padecer por la justicia ¡dichosos vosotros!. No temáis sus amenazas, ni os turbéis.15.Glorificad en vuestros corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a contestar a todo el que os pida razón de vuestra esperanza;16.pero hacedlo con dulzura y con respeto, con la conciencia tranquila, para que los que interpretan mal vuestra vida cristiana queden avergonzados de sus mismas palabras.17.Mejor es sufrir por hacer el bien que por hacer el mal, si Dios así lo dispone.18.Pues también Cristo murió una vez por los pecados el justo por los injustos, con el fin de llevarnos a Dios. Sufrió la muerte corporal, pero fue devuelto a la vida espiritual;19.fue a anunciar la salvación incluso a los espíritus que estaban en prisión,20.los cuales se habían mostrado reacios a la fe en otro tiempo en los días de Noé cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca en la cual unos pocos ocho personas se salvaron del agua; Marcos, 16 1. Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé compraron perfumes para ir a embalsamarlo. 2. El primer día de la semana, muy de madrugada, al salir el sol, fueron al sepulcro. 3. Iban diciéndose: "¿Quién nos rodará la losa de la puerta del sepulcro?". 4. Levantaron los ojos, y vieron que la losa había sido removida; era muy grande. 5. Entraron en el sepulcro y, al ver a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, se asustaron. 6. Pero él les dijo: "No os asustéis. Buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado. No está aquí. Ved el sitio donde lo pusieron. 7. Id, decid a sus discípulos y a Pedro que él irá delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como él os dijo". 8. Ellas salieron huyendo del sepulcro, porque se había apoderado de ellas el temor y el espanto, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo. 9. Jesús resucitó al amanecer del primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había lanzado siete demonios. 10. Ella fue a decírselo a los que habían andado con él, que estaban llenos de tristeza y llorando. 11. Ellos, al oír que vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron. 12. Después de esto se apareció con una figura distinta a dos de ellos en el camino, cuando iban al campo. 13. Éstos volvieron a dar la noticia a los demás, pero tampoco les creyeron. 14. Después se apareció a los once estando a la mesa, y les reprendió su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado de entre los muertos. 15. Y les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16. El que crea y sea bautizado se salvará, pero el que no crea se condenará. 17. A los que crean les acompañarán estos prodigios: en mi nombre echarán los demonios; hablarán lenguas nuevas; 18. agarrarán las serpientes y, aunque beban veneno, no les hará daño; pondrán sus manos sobre los enfermos y los curarán". 19. Jesús, el Señor, después de haber hablado con ellos, subió al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20. Ellos se fueron a predicar por todas partes. El Señor cooperaba con ellos y confirmaba su doctrina con los prodigios que los acompañaban. MATEOS. 7.pero es verdad lo que les digo: les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya, el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviarselo. 8.Cuando venga él, rebatirá al mundo en lo que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio.9.¿Qué pecado? Que no creyeron en mí.10.¿Qué camino de justicia? Mi partida hacia el Padre mientras ustedes ya no me vean.11.¿Qué juicio? El del gobernador de este mundo: ya ha sido condenado.12.Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora.13.Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir. MATEOS: 20.Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. 21.Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, ASI yo los envío yo también.»22.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo:23.a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.» MATEOS 16.Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él. MATEOS. 16.Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.» 17.Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.18.Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.19.Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.»20.Entonces Jesús les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. HECHOS:1, 14: 14.Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañia de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. APOCALIPCIS: 2.Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios; se les entregaron siete trompetas. 3.Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono.4.Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la presencia de Dios. SANTIAGO: 16.Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante: ROMANOS: 17.Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria. 18.Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse. JUAN: 22.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: 23.a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»
MATEOS: 16.Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.» 17.Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.18.Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.19.Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.» JUAN:25.Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección (y la vida). El que cree en mí, aunque muera, vivirá. 26.El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?

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