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jueves, 20 de septiembre de 2012
DIOS SE NOS REVELA.
El cristianismo no es una religión que solo transmite verdades, ante todo es una experiencia vivida en la historia; de la manifestación de Dios, por medio de hechos y palabras. Revelación: Latín “revelare” “revelatio” quitar el velo que oculta algo a la vista. Griego “ apokaliktein” -> Apocalipsis es revelación. Manifestación de Dios y sus secretos que estaban ocultos a la razón humana. (1 Jn 1, 2-3)
Dios por su libre iniciativa se da a conocer como gesto de amor por medio del cual viene a encontrarnos para dialogar y llamarnos a la obediencia de la fe, en una comunión de vida. La revelación hace de la historia humana una Historia de Salvación. Esta comunicación de la vida de Dios se da por Jesucristo .
La revelación parte de Dios pero: Se dirige a los seres humanos. Ellos la transmiten. Colaboran con su formulación e interpretación. Vive con ellos en la Iglesia. Busca elevar a la humanidad caída. La Biblia en su aspecto humano
Jesús es el culmen y plenitud de la Revelación. En Él adquiere carácter personal. Él mismo es la Revelación -> Palabra Encarnada (Jn 1,1ss). El es la verdad de la Revelación que se ofrece como Vida. Cristo , el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta, insuperable del Padre. En El lo dice todo, no habrá otra palabra más que esta: Después de hablar Dios muchas veces y de diversos modos antiguamente a nuestros mayores por medio de los profetas en estos días últimos nos ha hablado por medio del Hijo (Hb1,1-2).
Nace de la libre iniciativa de Dios. Él mismo se manifiesta para salvarnos a los seres humano. Jesucristo principio único de salvación.
Dios le habla a los seres humanos. Por su Palabra hecha carne se da a conocer. Habla a los patriarcas, a los profetas, a Israel. Por medio de Jesucristo a los Apóstoles y a la Iglesia -> Nosotros. Dios quiere que los seres humanos nos introduzcamos en la comunión de amor que hay entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Plan que Dios busca y va realizando a través de los siglos por caminos que solo él conoce. Se manifiesta por hechos y palabras (Encarnación e historia) AT: éxodo, formación del reino, destierro, cautividad, restauración. NT: acciones y vida de Jesucristo, sus signos, sus milagros, su muerte y resurrección. Palabras de Moisés y los profetas, de Jesucristo y los Apóstoles.
No habrá otra Revelación,La economía cristiana, por ser alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Sin embargo, aunque la Revelación está acabada, no está completamente explicitada ; corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos.
A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, no pertenecen al depósito de la fe,la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
Manifiesta la verdad de Dios . En Cristo sabemos ¿quien es Dios? Padre que nos crea y nos ama como hijos; Hijo Palabra que llama e invita a la comunión de vida con la Trinidad; Espíritu Santo que vivifica y santifica continuamente a la Iglesia. Da a conocer la verdad del ser humano: llamado y elegido por Dios desde la creación para ser su hijo adoptivo; redimido por el sacrificio redentor de Cristo; asistido con la gracia del Espíritu Santo camina hacia la salvación eterna.
La Revelación: diálogo entre amigos Dios, al revelarse, reconoce al hombre como un ser con capacidad para escucharle, acogerle y responderle. La Palabra cauce de relación personal Las palabras son instrumentos que transmiten, desvelan, implican, transforman, y comprometen. Mediante su utilización las personas se comunican y establecen diferentes tipos de relaciones. Entre todas ellas, la más profunda es la relación de amistad y de amor. En el diálogo de Dios con el hombre los gestos y las palabras expresan la identidad única de esta relación, que se renueva permanentemente.
La Revelación: diálogo entre amigos La Palabra soporte de testimonio Testigo de un acontecimiento es quien, habiéndolo visto y oído, reconoce haberlo presenciado. El testigo compromete su persona con lo que dice, y solicita de quienes le escuchan su confianza: confianza en su persona, confianza en sus palabras. (Lc 10,22) . En la cruz , Jesucristo manifiesta de forma suprema quien es Dios; por la Resurrección, el Padre proclama su identificación con el Hijo. De estos hechos son constituidos testigos algunas personas que, mediante la Palabra, van a ser enviados a congregar al nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia.
La Revelación: diálogo entre amigos La Palabra vehículo de comunión: Cuando las palabras que proceden del corazón humano, son acogidas y correspondidas, provocan la comunión entre las personas. La Palabra posibilita la comunión con Quien es la fuente de la Vida. (invitación hecha en Jesucristo). La Palabra de Dios, palabra encarnada: La Palabra salvadora de Dios es para el hombre, y para todos los hombres. Como Palabra encarnada , es preciso que afronte lo real humano y no se quede en la superficie. Ocupándose así, de algo que afecta a los hombres de cualquier raza, cultura y momento histórico, exigiendo del que la escucha situarse en ese nivel de comunicación y experiencia Cuando el hombre ilumina su realidad profunda con la Palabra, la vida aparece desde una perspectiva nueva, donde los hechos cotidianos pueden ser interpretados desde la acción salvadora de Dios.
La Revelación acontece en la historia El gran descubrimiento de Israel es que Dios se manifiesta en la historia de los hombres, hablando y actuando; lo descubren desde la fe. La historia tiene un sujeto activo; el ser humano, que actúa para ir llenando el tiempo de acontecimientos que se suceden con una continuidad y un sentido; en ella Dios actúa y se hace presente.
. La Revelación acontece en la historia La Palabra y los hechos En la Revelación cristiana, la Palabra va unida a las intervenciones de Dios en la historia de la Salvación. Estas actuaciones divinas hacen eficaz y constatable el mensaje que proclama la Palabra, al tiempo que la Palabra interpreta, esclarece y profundiza el sentido que encierran los acontecimientos
La Revelación acontece en la historia Si son los acontecimientos los que preceden a la Palabra, ésta: proclama el hecho, insertándolo en la Historia de la Salvación; narra el acontecimiento, recordándole e invitando a descubrir su actualidad permanente; explica lo ocurrido hasta convertirlo en enseñanza, y modelo de actuación. Como en todo diálogo, Palabra y hechos, palabra y gestos, se complementan y enriquecen, dinamizando la relación dialogal . La comunicación divina puede revestir dos formas diferentes de realización que se necesitan y complementan: la comunicación individual como experiencia interior, difícil de expresar, misteriosa, que no es para quien la recibe en exclusiva, sino que tiene una repercusión en favor de los demás. Esta comunicación gratuita debe de ser discernida en el seno del Pueblo de Dios. la comunicación exterior , a través de acontecimientos - signos de Dios, en los que su autor se refleja y se revela.
La Revelación se realiza mediante signos La acción salvadora de Dios va a realizarse en el testimonio y la vida concreta de personas y comunidades, dentro del Pueblo de Dios. El Signo de Dios (la vida concreta de un creyente o una comunidad de creyentes) afecta a lo profundo de la experiencia humana , a lo que consideramos como "lo real"; por ello puede iluminar a otros creyentes que viven en circunstancias distintas por la similitud entre sus experiencias profundas.La transmisión de la Revelación Al servicio de la transmisión de la Revelación acontecida en Cristo está la Tradición.
La transmisión de la Revelación La Tradición apostólica: todo aquello que los Apóstoles recibieron de Jesucristo y aprendieron por la acción del Espíritu Santo y ellos, a su vez, transmitieron mediante la predicación, el testimonio de su vida y diversas instituciones. Ella es origen y norma de toda la Tradición posterior de la Iglesia. Está integrada por palabras orales y escritas, formas de vida comunitaria y litúrgica, modelos y estilos de vida cristiana, instituciones y tradiciones eclesiales. Son parte viva de esta tradición las enseñanzas de antiguos escritores que llamamos Padres y Doctores de la Iglesia, las liturgias antiguas, la vida de los grandes santos, el arte cristiano, ciertas formas de servicio al prójimo, y diversas manifestaciones del estilo de vivir de la comunidad cristiana.
La transmisión de la Revelación Esta Tradición eclesial no es un tesoro muerto, que las generaciones cristianas reciben o dan sin más. La Tradición , en la Iglesia, progresa bajo la asistencia del Espíritu Santo. La Iglesia comprende con mayor profundidad todo lo que, desde Jesús y los Apóstoles, ha ido transmitiéndose en su seno. A ello han contribuido y contribuyen la meditación y reflexión de los creyentes, la inteligencia de la experiencia cristiana; también la predicación de sus pastores. Contribuye, además, a este mayor conocimiento y expresión de la Tradición, la implantación de la Iglesia en tantos pueblos de tan diversas culturas: tal implantación obliga a la Iglesia a investigar y comprender más profundamente el misterio de Cristo ya expresarlo mejor en la celebración litúrgica y en la vida de la comunidad
. Otras manifestaciones de Dios La Iglesia consciente de que Dios busca siempre el encuentro con los seres humanos, es clara en proclamar que aun para quienes no conocen a Cristo se ha manifestado Dios, sea en la creación o en las experiencias religiosas de otros pueblos
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