! EL CAMINO QUE NOS CONDUZCA A TI.!
Mi carga es que la oración de Moisés sea nuestra oración y carga. «Muéstrame tu camino, oh Señor». Esta es la oración que fue hecha por un hombre que ya había llegado a un cierto nivel en su camino espiritual. Él no era un principiante; él ya conocía a su Dios, había obedecido a su Dios, había servido a su Dios. Y a pesar de eso, llegó un momento en que él no supo cómo proseguir, y entonces oró: «Señor, muéstrame tu camino». Muéstrame oh Yave,tus caminos; Enseñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tu eres el Dios de mi salvación, En ti he esperado todo el día.Muéstrame tus caminos mi Señor, muéstrame tus sendas, no quiero perderme ni perder mi vista de tu sendero. Llévame contigo Señor, deja tus huellas para que no me pierda. Tu eres mi Salvación Tu eres mi esperanza, Tu eres el regocijo de mi corazón.El Señor es el buen pastor que llama a sus ovejas, y si te le has salido del rebaño, el te busca, dile Heme aquí mi Señor, aquí estoy, no te le escondas, Tu eres mi Dios, Tu eres mi Padre, Tu eres mi Fortaleza y mi Refugio.
(Salmos 25:4,5) Algunos cristianos han descubierto la salvación en Jesucristo. Dios obró y respondió a sus oraciones. Dios hace eso gratuitamente, por su gracia. Y él espera por una respuesta. ¿Quién está dispuesto a subir esa montaña y decir: ‘Oh, Señor, ya vi tus obras; ahora muéstrame tu camino’? Detrás del poder de sus obras, hay una inteligencia y un propósito divino. Dios desea que sus hijos vengan a él y le pidan que les muestre sus caminos. Y, lógico, no queremos simplemente aprender sus caminos para tener inteligencia religiosa. ¿Por qué Moisés le pidió al Señor que le mostrara sus caminos? Porque no sólo hay las obras y los caminos de Dios, sino también los propósitos de Dios. Ahora, ¿qué te sucede cuando quieres seguir los caminos del Señor? Lo primero que sucede es que algo te confunde mucho. Sus caminos son más altos que los nuestros. Es como aquella multitud que se reunió para escuchar al Señor, y él les habló en parábolas. Ellos vinieron con hambre, y le preguntaron: ‘¿Qué es el reino de Dios?’. Y Jesús responde: ‘Es como el sembrador que sembró en el campo’. Y la gente dijo: ‘¿Qué? Esto no tiene sentido’. Pero estas personas continuaron volviendo a Jesús. Y los discípulos dijeron a Jesús: ‘Nosotros no entendemos las parábolas’.A veces, para conocer sus caminos, tenemos que ser llevados a rogarle que nos muestre sus caminos. Nosotros podemos leer la Biblia y mirar a los caminos de Dios y adorar a Dios. Dios es el Salvador, y como Salvador nos muestra el camino por el cual nos salvaremos, nos instruye para seguirlo, nos instruye para recorrer de su mano el camino de la vida, para guiarnos y no perdernos de su vista, no retrocedamos, el Señor nos llama a que vayamos a su encuentro. Pídele al Señor el camino de tu deber, cual es tu propósito de mi vida Señor hacia donde me quieres llevar, que camino debo seguir, pídele al Señor que te muestre la vereda, que te guie en tu caminar, caminar en la verdad y no en falsedad, muéstrame mi Redentor los caminos por los que vienen a mi encuentro tus bendiciones, tus victorias, y tus promesas mi Señor, muéstrame tu senda que tu camino que es de misericordia y de bondad; ese camino por el cual quieres que vaya a tu encuentro. Señor Jesús vengo a ti en este día a suplicar que nos saques de ese laberinto, vengo ante ti mi Señor junto con el Salmista a pedirte que nos muestres tus caminos, a que nos ayudes a levantarnos, a que nos instruyas para seguir en ese caminar junto a Ti que eres la misma vida, a que sigamos tu Palabra, tus mandamientos, a que no nos perdamos en el fango de la vida, que la vida sin ti no es vida mi Señor; somos tus hijos, y estamos aquí en este momento suplicándote que nos alimentes de tu palabra que seas esa brújula que nos oriente en nuestro caminar para no perdernos de tu vista, para no escondernos de tu presencia; porque Tu Señor siempre estas con nosotros, tu mirada esta sobre todos tus hijos, observando lo que hacen, y es doloroso cuando un hijo se te va de las manos, es doloroso ver que un Hijo no te obedece, y Tu no eres un Padre castigador, Oh Señor bendito seas, te amamos y te bendecimos, Tu eres nuestro Guía, Tu Señor eres nuestro Pastor, Bendito seas por los siglos de los siglos Amen y Amen.
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