COMO CREYENTE CRISTIANO. NO A LAS SUPERTICIONES.
Una cadena de cartas es una costumbre antigua que data al menos de 1888. En una carta se le pide al destinatario que haga copias de ella y las distribuya, advirtiendo a veces de algún terrible hecho que puede sobrevenirle si no cumple (a veces se mencionan hechos terribles sucedidos a quienes no la reenviaron). La llegada del correo electrónico y las redes sociales -- que han facilitado el envío de mensajes -- no han hecho más que aumentar la popularidad de estas cadenas. Mientras que muchas son triquiñuelas para hacer dinero, los motivos detrás de las más supersticiosas no están claros, más allá del simple deseo de ver hasta dónde se puede llegar. -La mariposa nocturna Bruja negra (Ascalaphaodorata) es vista como anuncio de muerte e infortunio en creencias del Caribe y de Centro y Sud América. En México se cree que si en la casa de un enfermo vuela una de estas mariposas, la muerte está cerca. En Jamaica, donde es conocida como 'falso murciélago', se piensa que es un alma en pena que trae mala suerte. Aunque esta mariposa se destaca por su halo supersticioso, no está sola: en las culturas centroamericanas se han asociado a la muerte todo tipo de mariposas nocturnas.
La Bruja negra fue presentada de forma horripilante en la novela 'El silencio de los inocentes', pero fue reemplazada por la mariposa Cabeza de muerte en la versión filmada, quizás porque luce más terrorífica. - La creencia de que el número 13 trae mala suerte está tan difundida que sus orígenes se confunden. Diferentes teorías la vinculan con una tradición cristiana (nuevamente relacionada con la última cena, donde Judas habría estado sentado en el decimotercer lugar de la mesa); una tradición vikinga (el dios embaucador Loki sería el decimotercer dios) y el zodíaco persa (en el cual hay doce signos dejando el número trece para representar el caos). El miedo concreto a los viernes 13 se remonta al siglo XIX, combinando dos supersticiones: el miedo al número 13 y la creencia de que los viernes son días de infortunio. Hexacosioihexecontahexafobia es, técnicamente, el nombre del miedo al número 666, otrora conocido como el número de la bestia. Esta superstición proviene sin lugar a dudas de la cristiandad: el número es citado como representativo de Satanás en el Libro Bíblico de las Revelaciones. Ha ganado popularidad por aparecer en películas como 'La Profecía' (arriba) y fue tomado tan seriamente por el ex Presidente de los EE.UU. Ronald Reagan, que cuando se mudó a una casa particular al finalizar su presidencia cambió el número de ese domicilio, 666, por el 668.
No obstante, parece que todos estuvieron equivocados: en 2005 un grupo de estudiosos anunció el descubrimiento de evidencias de que ese número era el 616, y no el 666...
-El miedo morboso al número 13 es conocido técnicamente como 'triscaidecafobia' y es tan común que algunos edificios no tienen piso 13, pasándose directo del 12 al 14. En las culturas occidentales, los gatos negros son vistos como augurio de mala suerte. Se los asocian a brujas y en muchas culturas se cree que si un gato negro se cruza en tu camino es señal de desastre o hasta de muerte. Los apostadores temen especialmente la maldición del gato negro; muchos al cruzarse con uno de ellos camino al casino abandonan su plan.
- Muchos consideran que caminar debajo de una escalera trae mala suerte. A pesar de algunas teorías que sugieren que esto tiene que ver con que el triángulo formado por una escalera que representa la sagrada trinidad cristiana, la explicación más probable es mucho más simple y obvia: pasar debajo de una escalera es bastante peligroso. Es solo una recomendación sobre salud y seguridad vestida de superstición. -La mano del muerto es una jugada de póquer con un par de ochos y un par de ases, ambos negros, más una quinta carta no especificada. Es considerada una mano de póquer funesta, pese a ser, de hecho, una mano bastante buena. ¿Por qué? Según la leyenda, esa era la mano que recibió 'Wild Bill' Hickok, famoso agente del orden y pistolero del lejano oeste, cuando fue asesinado mientras jugaba póquer en Deadwood en 1876. Hay pocas evidencias de la veracidad de la historia -- ningún relato de contemporáneos dice qué cartas tenía el muerto en sus manos -- pero eso no ha detenido la creencia de los supersticiosos apostadores. Si alguna vez observas a un personaje de una película recibir esta mano, existe una buena posibilidad de que encuentre su fin en la historia muy pronto. Cruzar los dedos como deseo de buena suerte (o, en secreto, para evitar cumplir una promesa) es algo común en todo el mundo, aunque su origen no es claro. Parece más utilizado en países cristianos, sugiriendo que está relacionado con el signo de la cruz. No obstante, otros sugieren que puede ser un antiguo gesto pagano o nórdico, o posiblemente una superstición creada por los arqueros durante la Guerra de los cien años entre Inglaterra y Francia (los arqueros echaban hacia atrás el arco con sus dos dedos principales). -Es una vieja superstición creer que derramar sal es un mal presagio. Se dice que se remonta a la tradición cristiana: Judas Iscariote habría derramado sal durante la última cena, poco antes de traicionar a Jesús. De hecho, sus orígenes son probablemente mucho más prácticos: hasta hace poco, la sal era cara, de modo que derramarla era realmente signo de mala suerte. Era también utilizado como signo de amistad y hospitalidad: derramar la sal ofrecida por tu anfitrión era un mal signo.
-Como en el caso de los gatos negros, derramar sal puede servir en ambos sentidos. Otra creencia popular sostiene que arrojarse una pizca de sal sobre el hombro izquierdo trae buena fortuna y te resguarda del demonio. No obstante, no todas son malas noticias para los gatos negros: en algunas culturas, entre ellas Japón, Gran Bretaña e Irlanda vale lo contrario, son vistos como portadores de buena suerte. Como en el caso de los gatos negros, derramar sal puede servir en ambos sentidos. Otra creencia popular sostiene que arrojarse una pizca de sal sobre el hombro izquierdo trae buena fortuna y te resguarda del demonio.
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