La alegría, tristeza, cólera, miedo, el rencor y la vergüenza, entre otras, son emociones. La emoción, es un proceso complejo de desadaptación y de readaptación que experimenta el ser humano, desarrollado en dos partes: Laemoción-choque, definida en psicología como trastorno o perturbación de la vida física y fisiológica, constituida por las emociones desagradables (odio, rencor, ira, dolor) y la emoción-sentimiento, que es un estado afectivo caracterizado -según sean las circunstancias y los individuos- donde se ubican las emociones agradables, como la alegría y el amor. En general toda emoción tiene su punto de partida en la representación. Una representación es la percepción actual que tenemos, una idea o recuerdo de una situación a la que le atribuimos cierta importancia, como los momentos de peligro, júbilo, vergüenza o desgracia.
Esta representación, genera un estado afectivo (la emoción), que produce como efectos, toda una serie de trastornos orgánicos. Los seres humanos estamos expuestos constantemente a las emociones; no existen personas emocionales, sino aquellas personas que tienen sus emociones bajo control, sin embargo sabemos de sobra que existen momentos en la vida donde nos es muy difícil gobernar nuestras emociones.El límite entre los sentimientos y las emociones es muy sutil y es difícil detectar cuando pasamos de unos a otras. Sin embargo, existen características particulares en ambos que los diferencian.
Los sentimientos se mueven entre extremos opuestos (placer-dolor, amor-odio, esperanza-desesperanza), son profundos o superficiales y perdurables en el tiempo.
No se trata de que existan o no, sino del lugar que tienen en nuestra vida,1 Corintios 3:1
Controlados por las emociones, un creyente se convierte en presa de las circunstancias que le rodean; se encuentra constantemente en la deriva espiritual, esta hoy aquí, y mañana alla, afecta su Fe ya que su fe es gobernada por que la emoción nos hace ver las circunstancia que nos rodea, mas que el Dios que esta con nosotros!
Santiago nos habla de dos tipos de creyentes emocionales:
“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” Santiago 1:6-81. Tristeza: (Juan 11:35) Por personas a quienes apreciaba, sin embargo, sin embargo comenzo su oracion delante de la tumba de Lazaro con una accion de gracias (Juan 11:41).
Alegria y Gozo (Juan 10:21) , Jesus habia comisionado a 70 hombres, discipulos y les habia enviado de dos en dos a predicar el evangelio, estos regresaron con gozo.
“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.”
En medio de la alegria y el gozo, el Señor alaba a Dios por lo que estaba escuchando; por la respuesta del Señor.
Rabia y celo: (Mateo 21) Vemos como Jesus, en su celo por la casa de su Padre, expulsando a todos los usureros y vendedores; sin embargo, Jesus no se dejo llevar por la ira, sino que en esa misma escena de la Palabra leemos:
“Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó.” (Mateo 21:14)
El Señor, aun controlando la ira, siguió siendo instrumento de Dios; cuantas veces la ira en nosotros no se convierte en una lucha estéril, en una lucha sin fin.El Señor, aun controlando la ira, siguió siendo instrumento de Dios; cuantas veces la ira en nosotros no se convierte en una lucha estéril, en una lucha sin fin.
Angustia y Desesperación: Mateo 26:38,39 Jesus en sus oras mas obscuras aun siguió sujeto a Dios, sujeto en obediencia, el Señor esta a expensas del Padre; cuantos no nos hemos visto en una situación así?
En Filipenses 2:8, nos habla de este hecho:
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Ninguna emoción, sujeta al Espiritu de Dios puede llevarnos por un mal camino, cuando nuestra actitud no es gobernada por la emoción, tenemos el favor de Dios; como decía en Santiago, no podemos esperar recibir de Dios dudando y vacilando emocionalmente.
Hoy es tiempo de Decisión y no de Emocion, es tiempo de decidir por Dios, es tiempo de decirle al Señor, yo decido y mis emociones están sujetas a ti. El manejo de nuestras emociones dependerá de nuestro esfuerzo en conocerlas y controlarlas. El manejo de ellas tiene que ver con la capacidad de descubrir la manera adecuada de expresarlas y de discernir lo que podemos aprender de ellas.
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