“Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.” Romanos 7.18-20. La vida que quiero vivir no es siempre la vida que vivo. No siempre trato a mi esposa correctamente. No siempre amo a mi prójimo. A veces hiero a las personas que amo. He perdido amistades por decisiones pobres. A veces soy egoísta y codicioso. A veces soy lujurioso. A veces miento. A veces como más de la cuenta, duermo más de la cuenta, hablo más de la cuenta y oro muy poco. Si fuese dejado a ser mis propias maneras, sería una persona podrida, de pies a cabeza”.“Él no es perfecto. Tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. No lo lastimes, no lo cambies, y no esperes de él más de lo que puede darte.Tal vez no sea malo querer hacer las cosas lo mejor posible, pues significa que das lo mejor de ti y que eres responsable, lo que si podría ser malo es si esto te afecta de una forma que parezca compulsiva y obsesiva, Recuerda que todos lo excesos no son bueno y si sobretodo tu obsesión afecta a tus seres queridos o a ti misma.Como siempre digo y recalco, no te estoy pidiendo que bajes tus estándares ni que te conformes con menos de lo que mereces. Pero, en algunas situaciones, ¿no estarás pidiendo o esperando demasiado? Por buscar la perfección, que tal vez nunca llegue, te estás perdiendo una miríada de posibilidades. Tanto la gente como las cosas que te rodean tienen defectos y virtudes. Eso no significa, necesariamente, que sean mejores o peores, sino que son REALES."Obsesionarse con la perfección, es como querer correr en el mar o nadar en el desierto".
Pablo explica acá. El está claramente comunicando un mensaje importante a los lectores, “No soy perfecto! Ustedes no son perfectos!” Gracias Pablo por decirlo. Necesitamos más líderes como tu hoy día.Comenzaré con una declaración similar, “No soy perfecto! Nunca lo he sido y nunca lo seré!Con frecuencia negamos nuestro afán de perfección, bajo el lema de: "Me gusta hacer las cosas bien" o "Sólo dedicándole toda nuestra atención a lo que hacemos, podemos lograr y mantener el éxito".Recuerda, no necesitas a Dios si eres perfecto. Si crees que el ser cristiano o convertirse en uno, significa que tienes que ser perfecto, entonces estás adhiriéndole a una cristiandad sin Dios. Tal vez si dejáramos de jugar juegos espirituales y en vez, permitiéramos que la gracia de Dios empiece a transformar quienes somos. Si crees que no hay necesidad de decir todo esto, entonces eres uno de los que está jugando juegos espirituales.¿Cuánto tiempo pasas esperando que llegue lo perfecto, lo soñado, lo ideal?. Aunque no soy perfecto quiero ser tu amigo. Compartiré tus alegrías y tristezas y las sentiré como mías. Te llamaré para animarte y dejarte saber cuánto vales para mí. La pareja perfecta, sin roces, que sea amiga, compañera, excelente amante, el mejor padre o madre, que te comprenda más que nadie, que te dé toda la contención y la atención que quizá te faltaron mientras crecías,El hogar ideal, con niños aplicados que descollan en sus estudios, que son excelentes deportistas y también, obviamente, los mejores compañeros. Los suegros más maravillosos que saben siempre dónde estar y qué decir para no molestar ni importunarte…“No le pidas peras al olmo”. ¿Por qué exigir de más a nuestro entorno y sentir que siempre algo nos falta para que todo sea 10 puntos? Amistades que piensen en ti antes que en nadie, que no divulgan secretos ni hablan de los demás, que siempre entienden tus razones, que están de tu lado el 100% de las veces aunque no tengas razón Trata de ser Perfeccionista y vencelo: Aparentemente el perfeccionismo nos ayuda a lograr más y mejores cosas. El perfeccionismo nos hace sufrir y "perder" muchos aspectos de nuestra vida.
Vivimos tensos,
nos angustiamos con facilidad,
nos da miedo equivocarnos y cometer errores,
no disfrutamos de nuestros logros,
nos podemos sentir fracasados o inútiles con facilidad.
Pero existe una gran diferencia entre querer hacer las cosas lo mejor posible y mejorarlas cuando se puede, pero sin demasiada angustia o estrés y tener que hacerlas perfectas. Muchas veces el perfeccionismo nos limita.
La necesidad de hacer todo perfectamente bien, nos quita mucho tiempo.
Además, ante la posibilidad de fracasar, la gente perfeccionista puede posponer y dejar de actuar.
Es difícil dejar de ser perfeccionista, porque:
Lo nuevo nos genera ansiedad y no estamos dispuestos a tolerarla o no sabemos manejarla,
tenemos miedo de perder el respeto y admiración de los demás,
Aunque no soy perfecto quiero ser tu amigo. Compartiré tus alegrías y tristezas y las sentiré como mías. Te llamaré para animarte y dejarte saber cuánto vales para mí. Si me mudo te dejaré saber en dónde estoy: mi nuevo teléfono, dirección física y postal, en fin, los datos necesarios para que no se interrumpa nuestra comunicación. La comunicación fortalece la amistad.
Aunque no soy perfecto puedo ser tu amigo. Cada día trae una nueva esperanza de interacción. Como no soy perfecto puede que mi amistad trascienda y se convierta en amor. ¿Qué hay de malo en eso? Si fuésemos perfectos, no habría nada de malo. Como soy un ser imperfecto quizás no entiendas que quiera besarte y abrazarte cuando tú sólo quieras decirme: ¡Hola! ¿Cómo estás?
Pablo explica acá. El está claramente comunicando un mensaje importante a los lectores, “No soy perfecto! Ustedes no son perfectos!” Gracias Pablo por decirlo. Necesitamos más líderes como tu hoy día.Comenzaré con una declaración similar, “No soy perfecto! Nunca lo he sido y nunca lo seré!Con frecuencia negamos nuestro afán de perfección, bajo el lema de: "Me gusta hacer las cosas bien" o "Sólo dedicándole toda nuestra atención a lo que hacemos, podemos lograr y mantener el éxito".Recuerda, no necesitas a Dios si eres perfecto. Si crees que el ser cristiano o convertirse en uno, significa que tienes que ser perfecto, entonces estás adhiriéndole a una cristiandad sin Dios. Tal vez si dejáramos de jugar juegos espirituales y en vez, permitiéramos que la gracia de Dios empiece a transformar quienes somos. Si crees que no hay necesidad de decir todo esto, entonces eres uno de los que está jugando juegos espirituales.¿Cuánto tiempo pasas esperando que llegue lo perfecto, lo soñado, lo ideal?. Aunque no soy perfecto quiero ser tu amigo. Compartiré tus alegrías y tristezas y las sentiré como mías. Te llamaré para animarte y dejarte saber cuánto vales para mí. La pareja perfecta, sin roces, que sea amiga, compañera, excelente amante, el mejor padre o madre, que te comprenda más que nadie, que te dé toda la contención y la atención que quizá te faltaron mientras crecías,El hogar ideal, con niños aplicados que descollan en sus estudios, que son excelentes deportistas y también, obviamente, los mejores compañeros. Los suegros más maravillosos que saben siempre dónde estar y qué decir para no molestar ni importunarte…“No le pidas peras al olmo”. ¿Por qué exigir de más a nuestro entorno y sentir que siempre algo nos falta para que todo sea 10 puntos? Amistades que piensen en ti antes que en nadie, que no divulgan secretos ni hablan de los demás, que siempre entienden tus razones, que están de tu lado el 100% de las veces aunque no tengas razón Trata de ser Perfeccionista y vencelo: Aparentemente el perfeccionismo nos ayuda a lograr más y mejores cosas. El perfeccionismo nos hace sufrir y "perder" muchos aspectos de nuestra vida.
Vivimos tensos,
nos angustiamos con facilidad,
nos da miedo equivocarnos y cometer errores,
no disfrutamos de nuestros logros,
nos podemos sentir fracasados o inútiles con facilidad.
Pero existe una gran diferencia entre querer hacer las cosas lo mejor posible y mejorarlas cuando se puede, pero sin demasiada angustia o estrés y tener que hacerlas perfectas. Muchas veces el perfeccionismo nos limita.
La necesidad de hacer todo perfectamente bien, nos quita mucho tiempo.
Además, ante la posibilidad de fracasar, la gente perfeccionista puede posponer y dejar de actuar.
Es difícil dejar de ser perfeccionista, porque:
Lo nuevo nos genera ansiedad y no estamos dispuestos a tolerarla o no sabemos manejarla,
tenemos miedo de perder el respeto y admiración de los demás,
Aunque no soy perfecto quiero ser tu amigo. Compartiré tus alegrías y tristezas y las sentiré como mías. Te llamaré para animarte y dejarte saber cuánto vales para mí. Si me mudo te dejaré saber en dónde estoy: mi nuevo teléfono, dirección física y postal, en fin, los datos necesarios para que no se interrumpa nuestra comunicación. La comunicación fortalece la amistad.
Aunque no soy perfecto puedo ser tu amigo. Cada día trae una nueva esperanza de interacción. Como no soy perfecto puede que mi amistad trascienda y se convierta en amor. ¿Qué hay de malo en eso? Si fuésemos perfectos, no habría nada de malo. Como soy un ser imperfecto quizás no entiendas que quiera besarte y abrazarte cuando tú sólo quieras decirme: ¡Hola! ¿Cómo estás?
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