viernes, 25 de enero de 2013

CREEO EN DIOS PERO NO EN LA IGLESIA.

La Iglesia es: "Una" Porque solo hay un Cristo y este solo tiene un Cuerpo. "Santa": Porque su cabeza es Cristo. "Católica" Su doctrina y composición jerárquica no cambia en su esencia aunque si se desarrolla; "Apostólica" porque Jesús la fundó sobre los Apóstoles con orden jerarquico. «La Iglesia es el canal a través del cual pasa y se difunde la ola de gracia que fluye del Corazón traspasado del Redentor» "La Iglesia, Comunión viviente en la fe de los apóstoles que ella transmite" -Catecismo 688 ¿Cuántas veces ha sido escuchada esta frase? ".. Creo en Dios, pero no en la Iglesia .." No es muy difícil poder imaginar la insatisfacción espiritual que pueden llegar a experimentar los corazones de las personas que emiten tal afirmación. Quienes hemos pertenecido al Catolicismo Romano y frecuentado sus ámbitos, podemos dar fe que esta frase se escucha... y mucho más frecuentemente de lo que muchos podrían suponer.Dice la religiosa Sor Mª Ángeles del Corazón de Jesús, monja contemplativa dominica: "...el andar del cristiano ¿va por libre, en solitario? Parece ser éste un pensamiento bastante frecuente y, dicho de paso, muy sutil, que mueve el actuar de muchos hermanos que se confiesan católicos. Es bastante frecuente, escuchar a católicos que dicen creer en Dios, pero no en la Iglesia, Pero nos sorprendemos al descubrir lo poco que sabemos tanto de Dios como de la Iglesia. Necesario es aclarar que si bien la afirmación que encabeza esta reflexión puede ser asignada a otros dioses y comunidades, aquí interpretamos esta frase como la popular y generalizada acepción lo hace, es decir, refiriéndose al Dios de la Biblia y a la Iglesia Católica Apostólica Romana "para mi", condicionan tu fe. El verdadero cristiano ha sometido su modo de interpretar y hacer las cosas a la verdad suprema que es Cristo. No una fe según nos parezca, lo cual sería caer en lo que S.S. Benedicto XVI ha llamado la "tiranía del relativismo". Recuerda que muchos quisieron hacer a Jesús rey, pero al día siguiente, cuando El les enseña que deben comer Su Cuerpo y beber Su Sangre, lo abandonaron porque pensaron que estaba loco Cf. Juan 6. Ellos querían a un Jesus a su manera.San Pablo, sin embargo, es coherente con su fe cuando dice: "pues para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia" -Filipenses 1,21. Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia -Colosenses 1,24, De hecho las cartas de Pablo se dirigen a las iglesias o a los pastores de las iglesias, todos ellos miembros de la única Iglesia de Jesucristo. Pues no tiene Cristo sino un Cuerpo y una Esposa. San Pablo también había perseguido a la Iglesia pero se arrepintió profundamente y reconoció que la Iglesia es de Dios.¿Será entonces que la Iglesia verdadera dejó de existir? Imposible, porque Jesús vino a salvar a los hombres de todas las generaciones hasta el fin del tiempo. Tenemos la promesa de Jesús: Y yo a mi veñ te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré miIglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. -Mateo 16,18, Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. -Efesios 5,25-27. Si amamos a Cristo no podemos sino amar a la Iglesia y obedecerla en todo, ya que El es su cabeña y nos habla a través de sus pastores (Cf. Lc 10,16) Bajo sus pies sometió todas la cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia -Efesios 1,22. No te salgas de la Iglesia. Salirse es tentador, es popular, es fácil de justificar, pero no es la voluntad de Cristo. Los que permanecen fieles reciben el poder de Dios para vencer en las pruebas y manifestar la gloria de Dios.